Reflexiones sobre la Reforma del Código Civil

    (parte del texto, extraído del Documento de la 103° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina)

 Nuestro país vive momentos de particular relevancia política que hacen a su vida y cultura como nación. Son momentos de trascendencia histórica que debemos asumir con responsabilidad por su significado actual y futuro. En este contexto debemos ubicar la reforma del Código Civil, como marco jurídico básico que regula la vida del hombre y sus relaciones en la sociedad desde el inicio de su vida. Su reforma nos compromete, no podemos, por ello, permanecer indiferentes ni ser espectadores de decisiones que nos involucran y que requieren de una madura reflexión y de una amplia participación federal. No caben urgencias en temas de tanta trascendencia.

 El Código Civil por su carácter estable y modélico, al definir obligaciones y derechos de las personas e instituciones no es algo neutro, sino que a través de él se expresan doctrinas o corrientes de pensamiento que van a incidir en la vida de los argentinos.  Junto a las necesarias actualizaciones que la reforma busca realizar, creemos que el nuevo Código debe tener en cuenta la riqueza de nuestras tradiciones jurídicas y constitucionales, como los principios y valores que hacen a nuestra vida e identidad. Necesariamente en un Código Civil se presentan opciones que definen materias e institutos que rigen y orientan la vida de una comunidad. Entre ellas queremos señalar, en primer lugar, la necesidad del reconocimiento del comienzo de la vida humana desde la concepción y su necesaria protección jurídica. Debilitar este principio es disminuir la base jurídica de un sistema y orientar, por su misma autoridad, el alcance de futuras leyes sobre la entidad de los embriones congelados.

 En segundo lugar, la valoración de la familia fundada sobre el matrimonio, como relación estable del varón y la mujer y ámbito primero en la educación de los niños. La familia es una realidad con profundas raíces en el pueblo argentino y a lo largo de todo el país. Ella es una institución que por su riqueza e historia es un bien que es garantía para la sociedad. Finalmente, adquieren un lugar destacado y de gran responsabilidad jurídica los derechos del niño, sea respecto de su vida, como el justo conocimiento de sus derechos. Cuando se privilegian los deseos o voluntad de los adultos, se descuidan los derechos esenciales del niño. Cuando se parte, en cambio, del valor único e irrepetible de la vida concebida, el adulto tiene más obligaciones que derechos. No todo lo que es técnicamente posible y deseado en el manejo de la vida es necesariamente ético y respeta su dignidad. El límite, en estos casos, es tanto un acto de sabiduría política como de ejemplariedad jurídica.

 Estas y muchas más son las reflexiones de la 103° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina, que están orientadas a contribuir a la mejor reforma del Código Civil, en temas que considera de mayor importancia, en orden a garantizar la dignidad de la vida concebida, el valor del matrimonio y la familia, y la protección de todos los derechos del niño.
 En este momento que consideramos de trascendencia histórica para la vida de nuestra Patria, es fundamental participar y debatir ampliamente este Proyecto, invocando la protección de la Virgen María, Nuestra Madre de Luján, Patrona de la Argentina.

                                                                                 

Rescatando valores : rezando con mi familia

 En estos últimos tiempos, hemos recibido noticias, sobre las dificultades económicas que atraviesan algunas provincias de nuestra Argentina. De acuerdo a los últimos datos obtenidos, podemos afirmar que esta situación afecta los derechos de las familias y de los trabajadores, en cuanto a la educación.

 En concreto, los colegios privados que reciben ayuda del estado, entre ellos los colegios parroquiales de la Pcia. de Buenos Aires, se ven en problemas dada la disminución de ese aporte.

 Es decir, que las familias que han decidido que sus hijos sean educados en colegios religiosos o con determinadas características, tendrán que "resignarse" a los cambios que puedan producirse, con el fin de afrontar las dificultades. Creemos que este recorte tiene graves consecuencias sobre la libertad de elegir una educación determinada.

 Todo conlleva a que los argentinos "nos resignemos"... ¿Cómo no robar en medio de la corrupción generalizada ? ¿Cómo ser fiel en medio de la infidelidad promocionada ? ¿Cómo optar por la solidaridad, la incomodidad, el sacrificio a favor del prójimo en medio de una sociedad plagada de tentaciones y ofrecimientos ?

 El slogan  "la vida es muy dura, debemos disfrutar el hoy", nos hace dueños y merecedores de todo lo que está a nuestro alcance, sin considerar  consecuencias futuras.

 Pero ¿qué herencia vamos a dejarle a nuestros hijos? Quizá la respuesta radique en el seno de nuestro hogar. En los valores con que fuimos criados. En los valores que compartimos día a día. En cada elección que la misma vida nos empuje a realizar.

 Es por eso, que hoy más que nunca, urge la necesidad de la unión familiar; dejarle a nuestros hijos la herencia de los valores compartidos.

 Los niños nos observan e imitan día a día. Llevan el sello de lo que les inculcamos en el hogar. 

 Evangelizar en nuestra familia es dar el ejemplo. Quizá si optamos por la costumbre de "rezar en familia" estaremos preparando el clima especial para que los niños adopten los valores que les inspiren buenas elecciones de vida.

 No esperemos el cambio, seamos nosotros los promotores del "gran cambio".

                                                                                                                                                                                

Ansiedad infantil

 Todos los niños sienten ansiedad. Es de esperar y es normal que se sientan ansiosos en ciertos momentos específicos de su desarrollo. Sin embargo, cuando las ansiedades se vuelven severas y empiezan a interferir con las actividades diarias de la infancia, debe considerarse recurrir al asesoramiento de un especialista.

 Así, por ejemplo, cuando un chico pequeño se muestra excesivamente preocupado por algunas cuestiones no acordes a su edad, es una señal de alerta para consultar.

 El miedo a la oscuridad, por ejemplo, es normal en niños de muy corta edad, pero cuando uno de siete u ocho años se niega a permanecer solo y dormir en su habitación por esta causa, podría estarse en presencia de un trastorno de ansiedad.

 Lo mismo sucede con los chicos que manifiestan dolores de panza y de cabeza de manera constante, manifestando conductas evitativas - por ejemplo para no ir al colegio - sin que exista causa orgánica para ello.

 Un bebé de un año, en tanto, debe estar preparado para separarse momentáneamente de sus padres. Sin embargo, hay algunos a los que esto les resulta imposible y se angustian y no paran de llorar, lo que puede estar anunciando un problema más serio que obliga a la consulta profesional.

 Otros síntomas para tener en cuenta son nerviosismo sin motivo, miedo a que "algo malo" pueda sucederle a él o a sus padres, temor a estar en lugares donde hay mucha gente, o preocuparse excesivamente por lo que los demás piensan de él.

 Además deben llamar la atención, cambios o problemas en las áreas de la alimentación y el apetito, el desempeño escolar, el nivel de actividad, el estado de ánimo o en las relaciones con la familia o los amigos.

 Por otra parte, también resulta preocupante que un niño se lave las manos obsesivamente varias veces al día, que evite ensuciarse y que manifieste conductas no acordes a su edad biológica.

 Estas actitudes deberán ser evaluadas por un profesional, con el fin de conocer la gravedad o motivos que llevan al niño a padecer estos trastornos y la necesidad de tratarlos.

                                                                          

El esfuerzo para alcanzar la meta

 La vida de los atletas de alta competencia tiene mucho de sabores y de sinsabores, de acuerdo a como uno esté dispuesto a mirarlo, pero el esfuerzo no tiene por qué tener una connotación negativa sino todo lo contrario.

 Los deportistas amateur, los de disciplinas que no tienen sponsors ni ganan grandes sumas de dinero por año, los que parecen renacer sólo cuando es tiempo de Juegos Olímpicos o Panamericanos, hacen de su rutina diaria una evocación del esfuerzo, de la superación, del sacrificio y la sistematización de la práctica hasta llegar a los objetivos.

 Es que allí adelante tienen una línea para traspasar, un aro donde encestar, una barrera que saltar, o un rival con condiciones similares que también pondrá la vida en cada paso para vencer.

 En la vida cotidiana podríamos trazar caminos similares, aunque la victoria no se materialice en una medalla dorada. Deberíamos tomar de los deportistas de alta competencia, la corazonada de que todo es posible si se hace con tesón y esfuerzo. Si uno se promete despertarse más temprano, invertir horas de ocio en multiplicar habilidades, amar el desafío y levantarse después de caer, seguramente apreciaremos buenos resultados. Ver en la meta algo bueno, altamente deseable, y  en el rival, ver un par, nos dará confianza.  Porque, en definitiva, lo bueno del deporte es que se basa en reglas claras y en ansias de superación, pero nunca se pasa por encima del otro, porque se lo respeta como a un competidor que lucha por un objetivo tan sano como el nuestro.

 En todo caso, el ejemplo estará en vencer barreras contra uno mismo : la clave parece ser aprender a atenerse a las normas, a convivir sanamente, a esforzarse con continuidad y concentrarse para alcanzar el éxito sin patear el tablero cuando se cruza una derrota.

 La competitividad deportiva requiere de esas condiciones mentales y sociales, no sólo de las físicas. Lo interesante es que puede traspolarse el mensaje a quienes  admiran el deporte, aunque no lo ejerzan.

 En la calle, en la escuela, en el grupo de amigos o la propia casa, es posible conducirse con cordialidad  mostrando apego a las reglas y los valores, al respeto y al compromiso, sin dejar por eso de  sentir placer y pasión por lo que se hace.

 Es posible también poner un granito de arena a diario para mejorar y superarse sin que esto implique antagonismos indeseados, ni sentir la derrota como un fracaso.

 El esfuerzo para alcanzar la meta debe ser sistemático, pero no debe apelarse a la autoexigencia sin límites, que tan de moda se expresa bajo el nombre del estrés y patologías varias. Habrá entonces que caminar constantemente, no sin sacrificio, pero con la idea de llegar sanos y felices a la meta propuesta.
                                              

"Mens sana in corpore sano". Importancia del deporte en la formación

   Los Juegos Olímpicos "Londres 2012", además de ser un entretenimiento por excelencia, fue una buena excusa para pensar la relación entre el deporte y la educación. Tal como los conocemos en su versión moderna, los Juegos Olímpicos se celebran desde hace más de 100 años, y nacieron con el espíritu de promover la amistad deportiva de todos los pueblos. Como evento mundial, posibilita el encuentro, el intercambio y la convivencia de equipos de diferentes disciplinas de los cinco continentes. Nos permite conocer un poco más de cerca, a los países sede, y algo de las expresiones artísticas y culturales que allí se desarrollan.

 Alentar la formación deportiva, como un valor deseable, es importante para el desarrollo de una sociedad solidaria y saludable. Y es que el deporte y la educación física juegan un papel importante a escala individual, comunitaria, nacional y mundial.

 Como individuos, el deporte favorece el desarrollo de nuestras habilidades personales, nuestra salud en general y el conocimiento de nosotros mismos. Aumenta la expectativa de vida y reduce la probabilidad de varias enfermedades no transmisibles, incluyendo enfermedades coronarias. Está comprobado que la actividad física proporciona también beneficios psicológicos, como la disminución de la depresión y el mejoramiento de la concentración.

 El deporte, el juego y la recreación, mejoran usualmente la habilidad de los niños para aprender, aumenta su concentración y su rendimiento en general. Enseñan valores, actitudes y habilidades fundamentales para la vida en comunidad. Desarrolla la confianza en uno mismo y en los compañeros, el trabajo en equipo, la comunicación, la inclusión, la disciplina, el respeto, la constancia y el juego limpio.

 En el ámbito nacional, el deporte y la educación física contribuyen al crecimiento social y económico, mejoran la salud pública y promueven el intercambio entre las diferentes comunidades.

 A escala mundial, el deporte, como lenguaje universal, puede ser un poderoso vehículo para fomentar la tolerancia y la comprensión, y puede favorecer el acrcamiento entre los pueblos y la reconciliación.

 De lo que se trata entonces, es de aprovechar los Juegos Olímpicos, recordando lo importante de mantener nuestro cuerpo y nuestra mente en forma, asumiendo la necesidad de incluir la educación física como aspecto fundamental en la formación de los niños y las futuras generaciones. 



San Martín nuestro superhéroe

 La infancia es el terreno ideal para que los héroes encuentren un nuevo cuerpo, un nuevo espíritu.

 Si pensamos en términos de valores, es en los primeros años en los que cada niño, a través del juego, comienza a relacionarse con ellos. Y, de a poco, va aprendiendo y forjando tanto su propia historia como la que lo precede:  la de su propia familia, la de su pueblo, y más adelante, ya escolarizado, la de su país.

 El mes de agosto encuentra un punto en común. ¿Por qué? Porque decidimos emparentar dos celebraciones que, a simple vista parecían lejanas, pero que tienen su encuentro maravilloso en la cotidianeidad del juego de los niños y esos granaderos con caballos de escoba. Se trata del Día del Niño y del nacimiento del General José de San Martín.

 El General es quien evoca la epopeya, la valentía, la lealtad de las tropas a su cargo. Tiene una carga representativa, aún en un simple juego, que sólo algunos superhéroes de TV se animan a enfrentar en el imaginario infantil. Y es una suerte, porque quiere decir que aún los valores sanmartinianos perduran y se fortalecen en la imaginación de los chicos.

 Incluso algunos de ellos se suman en un curioso programa de "Granaderos por un día" que ofrece la localidad de Yapeyú, en Corrientes, ahí donde nació el héroe, para niños en edad escolar. Se sentirán bravos, valerosos, enormes, aunque apenas sobrepasen el metro de altura.

 Sin dudas, José de San Martín es un hombre que enaltece el orgullo nacional de todas las generaciones. Es nada menos que el que liberó a Sudamérica de la colonización española. Le está agradecido nuestro país, Chile y Perú. Sus campañas fueron valientes, ni siquiera lo frenó la Cordillera de los Andes con su magnificencia, su altura, el frío, el viento. El cruce es, en sí mismo, un acto de aventura casi inexplicable para su época. Es el arrojo hecho historia.

 San Martín nació en Argentina, se formó en Europa, combatió en África y con 34 años, en 1812 y con el grado de teniente coronel, llegó a Buenos Aires para fundar el Regimiento de Granaderos a Caballo. Triunfó en el inolvidable combate de San Lorenzo. Tomó a su cargo el Ejército del Norte y allí dio luz al plan de emancipación sudamericana. El Ejército de los Andes atravesó el macizo que nos separa de Chile, batalló con éxito en Chacabuco y Maipú; luego atacó el poder español en Lima, Perú, y así, uno a uno, los tres países lograron su independencia.

 No en vano lleva el mote de Padre de la Patria. No en vano cada año, los chicos se entusiasman en personificarlo en cada acto escolar.

 Quizás en los juegos de la hora de la siesta, con espada en mano y caballo de madera, los chicos no se acuerden de él con nombre y apellido. Pero con la imaginación, sin querer, están recreando su proeza. Que lo lúdico nutra lo didáctico y viceversa. Y que ambos, florezcan en los valores de las nuevas generaciones. 

 Qué más podemos pedirle a un héroe y a los que sueñan con serlo...

                                                                                                      

Declina la confianza en los medios masivos

 Si bien persiste la confianza en organizaciones de la sociedad civil y en la iglesia católica, bajó en los medios masivos de comunicación, reveló el último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la Universidad Católica (UCA). El informe indica que "el fuerte aumento en la desconfianza en los medios de comunicación, se produjo entre los años 2007 y 2010, en que la población dijo  tener "ninguna confianza" en los medios.

 Es importante destacar, sin embargo, un dato que no pasó inadvertido y es que en la zona norte un gran porcentaje de población declaró tener confianza en algunos medios de comunicación. Sin duda, estos datos nos llevan a un análisis de situación y vemos que muchos habitantes de esa zona , son fieles a ciertos noticieros, que manifiestan díariamente las noticias con mayor veracidad,  destacando las policiales, que son en verdad,  las que más les preocupan y atemorizan.

 Creo que estamos en condiciones de afirmar, que nuestra población se encuentra desorientada, en muchos casos dividida, atemorizada y descreída,  frente a incesantes atropellos y cambios de actitudes de las autoridades que nos representan, que más que buscar soluciones, nos complican el día a día y el futuro para las generaciones venideras.

 Otro informe interesante es que "a mayor nivel socioeducativo y residencial de la población, aumenta la confianza en las ONG´s  (Cáritas, por ej.) y lo inverso ocurre en los casos de los medios de comunicación, donde los mayores niveles de credibilidad los tiene la población más vulnerable".

 De la misma manera, es importante destacar, el informe del  análisis social y político sobre la marcha de la sociedad. El informe reconoce que durante la última década, hubo ampliación de derechos sociales y políticas públicas, pero estos avances " no impactaron en forma positiva en el desarrollo humano y en una más justa distribución de las capacidades de integración social para el conjunto de la población".

 Estas diferencias en abordar los temas sociales y en exigir fidelidad a los medios de comunicación, han despertado una "desconfianza" en la población, que a su vez trae aparejado el "miedo" a disentir.

                                       

Perdiendo el rumbo

  Todos los que alguna vez incursionamos en el mundo del deporte náutico, conocemos perfectamente lo que es seguir determinado "rumbo". Por lo general cuando trazamos la derrota,  tenemos en cuenta diversos factores que van a influir sobre el mismo. Por ejemplo en algunos casos, la dirección del viento deriva nuestra embarcación y debemos modificar el rumbo y acomodar las velas para llegar al destino deseado.

  En el caso de nuestra Argentina, pasa algo muy similar. Estamos atravesando un momento sumamente difícil en que peligra la integridad de nuestro país. Son muchos los factores y actores que entran en juego pero es fundamental, no perder el "rumbo".

  Cuando una nave está en peligro, no se piensa en mantener el poder, sino en la realidad que se vive y en salvar las vidas que están comprometidas. Para ello se tienen en cuenta todos los factores y medidas necesarias. Nunca deben dejar de considerarse la posición, el rumbo y la opinión de los que saben.

  Todo lo que  se transforme en orgullo,  soberbia y egoismo será causa de males mayores.

  Es por eso, que me resulta sumamente interesante investigar sobre una realidad que nos viene desbordando, desde los últimos tiempos y que quizá no nos atrevemos a expresar. Yo estoy convencida que los argentinos estamos paralizados. Sufrimos de un mal, al que aún no se le ha puesto nombre, pero al que llamaría "necesidad de creer". Es una sensación desesperante de un pueblo que sueña con alguien que lo salve, que le de lo que necesita y que lo deje hacer lo que quiera. Es como soñar y sentirse protagonista de un cuento de hadas, donde el personaje principal se convierte en nuestro salvador.

  Pero resulta que ese mal que sufrimos, es producido por el mismo responsable capaz de contarnos todos los días, un nuevo cuento de hadas.

  Lamentablemente, estamos perdiendo la oportunidad de salvarnos, porque  el camino del facilismo no es el rumbo correcto que nos conduce a la otra orilla.

  Hoy más que nunca, debemos ser concientes, que un simple cuento de hadas, es quien nos ha hecho  perder el rumbo, de nuestra querida embarcación  "la Argentina".

                                                                                                

Crisis de valores

  La humanidad está atravesando una crisis de valores morales, económicos y sociales de particular relevancia. Son momentos de trascendencia que debemos asumir con responsabilidad, por las consecuencias actuales y futuras que  producen.

   No podemos, por ello, permanecer indiferentes ni ser espectadores de decisiones que nos involucran y que requieren de una madura reflexión y de una amplia participación.

   La humanidad está paralizada, pero sin embargo esta crisis logrará que gran parte de los hombres y las mujeres que la conformamos, nos detengamos a reflexionar sobre "qué queremos para nuestra sociedad" y "adónde queremos ir". 

   Para eso se necesita una transformación desde el interior. El cambio debe partir de nosotros.

   El contexto de crisis global nos plantea la oportunidad  (o necesidad) de rehacer nuestras instituciones para que sean más transparentes y estén mejor reguladas.

   La crisis estimula a quien escucha el llamado a la participación. En el caso particular de la Argentina, todos los ciudadanos deberíamos escuchar ese llamado.

   Es un problema de actitud, de compromiso, de flexibilidad, de cooperación, de optimismo, de espiritualidad, de esperanza.

   Nada se logra con la intolerancia ni con la indiferencia.  La riqueza de la vida se encuentra en la diversidad y las diferencias.

   Las doctrinas políticas, religiosas y filosóficas, proponen concepciones diferentes que nos llevan a pensar. No podemos reaccionar sin antes reflexionar. Ese es el caso de la doctrina totalitaria que interpreta toda diferencia de opinión como una oposición y conlleva a un comportamiento violento, agresivo, cruel, inhumano.

   Es por eso que debemos aprender a escuchar, abrir nuestra mente y comprender que si no podemos cambiar la dirección del viento,  podemos acomodar las velas para transitar la crisis con mejores proyectos y resultados.

                                                       

Seguridad vial : Prevención y respeto por la vida

 Al incrementarse el caudal de tránsito y con la tendencia global que lleva a pensar en ciudades cada vez más peatonalizadas, es preciso asumir que inevitablemente sobrevendrá la congestión de tránsito.  Pero también saber que, como el tránsito es en definitiva una convención social, habrá que esforzarse por mantener ordenada esa congestión.

 Si bien la seguridad vial está regida por normativas de Estado, la base del tránsito debe ser el respeto de los conductores por las normas. Sin embargo, es tan preocupante la crisis vial, por la cantidad de lesionados y fallecidos que se cuentan en nuestras calles y rutas a diario, que se debió crear un organismo, la Agencia Nacional de Seguridad Vial, para darle mayor importancia a estas acciones de control y prevención, acentuadas por el Registro Único de Antecedentes y la Licencia Nacional de Conducir, que tienen por objetivo, identificar a quien es peligroso al volante e impedir que pueda sacar el registro en otro lugar.

 Este cambio, es preciso ponerlo en conocimiento desde los medios de comunicación, para entender que un choque no es una cuestión casual, sino que siempre hay un factor previsible y que en 9 de cada 10 casos, la falla es humana.

 La frase tan conocida, "la seguridad vial la hacemos entre todos" es algo real. Si bien el estado debe estar presente, en la calle estamos todos : los conductores, los acompañantes, los peatones.

 El uso del cinturón de seguridad, del casco en las motos, de llevar a los niños sentados en el asiento trasero, son cuestiones pasivas que intentan reducir las lesiones pero que no evitan el siniestro. En lo cotidiano, se debe respetar el límite de velocidad, anticipar las maniobras con las luces de giro, usar las balizas para anunciar detención, llevar las luces bajas encendidas a toda hora en rutas y autopistas y mantener una distancia de frenado de 3 a 5 segundos con respecto al vehículo que nos precede.        

 Estas son formas que deben volverse naturales y sistemáticas a la hora de tomar el volante.

 Son formas de respetar la vida de los otros y la propia, con responsabilidad.

                                                      

                                                    

El poder en manos de mujeres

 En este artículo voy a poner a vuestro alcance, las valiosas palabras y actividades que distintas mujeres del mundo desarrollan con gran sentido de la responsabilidad, honestidad y eficiencia, por el bien de todos. Son valientes, astutas e imperturbables, y ejercen una gran influencia en ámbitos como la política, la economía, la justicia y los medios. Aunque con personalidades distintas y pasiones diferentes, cada una se ganó la confianza de quienes han trabajado junto a ellas, la admiración de sus colegas y de la gente.

 En un reportaje realizado a "mujeres destacadas", se les preguntó sobre el significado y su opinión sobre el "poder"...y su visión al respecto.

 Anna Wintour, Editora General de Vogue, afirma: "No me considero una persona poderosa. ¿Qué significa eso, después de todo? ¿Conseguir mejores lugares en un restaurant, entradas para un estreno? Sí, es eso. Pero también es una gran oportunidad para poder ayudar a otros, y por eso estoy inmensamente agradecida."    

 Christine Lagarde, Directora Ejecutiva del FMI, afirma: "El poder es la capacidad para fijar la agenda. ¿Se considera un referente para otros? "Me gusta sacar de las personas lo mejor que tienen para dar." ¿Y eso cómo se logra? "Utilizando tu influencia, apelando a la motivación."
 Anne Curry, co-conductora de NBC News, afirma: "Es la posibilidad de ejercer influencia. Y espero que sea la posilidad de ser una fuerza para el bien. Y más en mi trabajo, al que concibo como un trabajo de servicio, de cuidar a la gente con información, que ayuda a disminuir el miedo y mejorar nuestra calidad de vida. Si podés proveer esto, entonces podés ser una fuerza para el bien."
 Anne Sweeney, Co-chairman de Disney Media Networks, afirma: "El poder es para mí la capacidad de motivar a las personas y lograr que hagan cosas que quizás no les parezcan importantes, pero que a la larga cumplen fines que las trascienden."
 Michelle Bachelet, Directora Ejecutiva de UN Mujeres y ex presidenta de Chile, afirma: "Para mí el poder es la condición que te permite hacer y desarrollar las cosas que creés necesario que se hagan." "Podés tener el poder del conocimiento, de un cargo político, de un lugar económico, social o cultural. Pero lo importante es cómo ejercés ese poder, en términos de asegurar los derechos de las personas, de mejorar sus vidas, su dignidad y auto-respeto, eso es el poder para mí". 

 Jill Abramson, nueva Editora Ejecutiva del diario The New York Times, afirma: "Es la capacidad de estar a la altura del nombre 'The New York Times'. Es increíble cómo persiste ese nombre, aun cuando nacen montones de nuevos medios digitales por hora, y sin embargo, el Times ha permanecido dominante e irremplazable."

 Mary Callahan Erdoes: CEO de JP Morgan Asset Management, afirma que el poder es : "Cuando llegás a un lugar en tu comunidad en el que podés influir, y gozás del respeto de las personas de tu entorno."

 ¿Cuál es el estereotipo de la mujer poderosa que más te molesta?

 Christine Lagarde, Directora Ejecutiva del FMI, afirma: "La idea de que hay que tener la apariencia de un hombre de negocios. A veces me resisto a cumplir con esa expectativa."

 Estos datos, extraídos de la Revista "Sophia", nos invitan a reflexionar sobre cuántas cosas puede lograr una mujer si tiene condiciones y deseos de trabajar por el bien de todos.

               "El éxito está en elegir algo y hacerlo con pasión"

                                             

El sueño de los niños : Recomendaciones

 Es frecuente que los niños presenten algún grado de dificultad para iniciar el sueño. Muchos niños usan un juguete, un muñeco o alguna luz para acompañarse y asociarlo inconscientemente al inicio del sueño.

 Existen varias causas posibles para este fenómeno. Los niños pueden considerar que la hora de dormir es un momento en que son alejados del amor y la protección de sus padres. Es evidente, por tanto, que los conflictos conyugales potencian esta problemática.

 Las experiencias que pueden provocar trastornos del sueño infantil son:

 - dormir en la cama de sus padres

 - accidentes o enfermedad del niño

 - separación o ausencia de la madre (por trabajo, viajes,etc)

 - depresión materna postparto prolongada

 - actitud materna insegura o contradictoria en la crianza del niño

                     

           RECOMENDACIONES:

                                         Recién nacido: no deje que su bebé duerma más de tres horas seguidas de mañana. No le dé de amamantar o la mamadera cada vez que llora, pues no siempre llora por hambre. No permita que el bebé duerma con usted. Cuando el bebé esté somnoliento y listo para dormir, colóquelo en el moisés.

                                         Dos a cuatro meses: el bebé debe tener su propio dormitorio. Disminuya gradualmente la frecuencia de alimentación durante la noche. Nunca despierte al niño en la noche para alimentarlo, espere a que él pida.
                                          Seis meses: acueste al niño con un osito o su muñeco de peluche preferido. Deje abierta la puerta del cuarto del bebé. Puede dejar una luz suave o velador infantil. Durante el día brinde afecto al niño si manifiesta temor por la separación.
                                           Un año: una buena rutina para el niño es leerle un cuento antes de dormir.
Una vez colocado el niño en su cama y terminada la rutina de la lectura, el niño debe permanecer allí. El niño puede ser pasado de una cuna a una cama a los 2 años de edad.

 Es muy importante detectar posibles trastornos en el sueño y encontrar un tratamiento eficaz para superarlo. Si es necesario debe consultarse a un profesional.