BIENVENIDOS A MI BLOG !!!

"Líneas y Entre Líneas"...

... los invita a disfrutar , con otra mirada y con sus opiniones personales, de los encuentros y desencuentros en los distintos roles que hoy nos tocan vivir en la sociedad.

En este espacio, "La Educación" será el centro en torno al cual giren los distintos temas. A veces delirantes, otras veces reales, mutando de una expresión dura a una actitud tierna.

Así serán las interesantes propuestas y sugerencias hacia un mismo objetivo : "Convivir en Sociedad"


lunes, 15 de junio de 2015

Antes de ir a votar...

Guía para las elecciones 2015: lo que hay que saber antes de ir a votar

Los jóvenes de 15 años que hayan cumplido los 16 hasta el día de los comicios nacionales de octubre están habilitados a sufragar en las PASO. Las fechas, los documentos autorizados y otras novedades
La instrumentación de las PASO en nuevos distritos y las numerosas provincias que resolvieron despegar su elección de la nacional dejan como resultado certero para 2015 un calendario electoral atípico y complejo. Los argentinos irán a las urnas en tandas y con diferencias. Y a 45 días de las primarias en la Ciudad, son numerosas las dudas que hay en el electorado.
A sólo 45 días de las PASO en la Ciudad de Buenos Aires y a cinco meses de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias para la elección del próximo presidente, varias son las consultas respecto de las fechas, los documentos habilitados y cómo consultar en el padrón y realizar las quejas o consultas necesarias.
Qué y cuándo
En las elecciones generales se elegirá al presidente y vice, 130 diputados nacionales y 24 senadores. Como novedad, se estrenará el voto para 19 parlamentarios del Mercosur.
Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) se realizarán el 9 de agosto, mientras que las generales serán el 25 de octubre. Una eventual definición en segunda vuelta está prevista para el 22 de noviembre.
Hasta ahora, 11 provincias confirmaron que irán a las urnas en la fecha convocada por la Nación. En cambio, cinco provincias y la ciudad de Buenos Aires anunciaron que adelantarán sus elecciones. Falta la confirmación de cuatro distritos.
El voto joven
La Ley Nacional Nº 26.774 permite a los jóvenes que el día de las elecciones generales cumplan o hayan cumplido los 16 años emitir su voto. Por lo tanto, aún con 15 años ya pueden votar en las PASO.
A nivel distrital, fueron varias las provincias que adhirieron: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Buenos Aires, Chaco, Chubut, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan, San Luis, Santiago del Estero, Tucumán y Tierra del Fuego.
Documentos
Respecto de los documentos habilitados para la elección, se confirmó que se podrá votar con Libreta de Enrolamiento/Libreta Cívica, DNI libreta verde, DNI libreta celeste, Tarjeta del DNI libreta celeste o Nuevo DNI tarjeta.
No se permitirá el voto de ciudadanos cuyo documento corresponda a un ejemplar anterior al que figura en el padrón electoral. Sí se admitirá el voto de quien se presente con una versión posterior al documento que figura registrado en el padrón.
Los argentinos naturalizados desde los dieciocho años, siempre que figuren en el padrón electoral y exhiban documento habilitante, también podrán emitir su voto. Incluso podrán hacerlo los procesados que se encuentren cumpliendo prisión preventiva y los argentinos residentes en el exterior que se hayan inscripto en http://care.padron.gov.ar/ .
Dónde votar
Desde el 8 y hasta el 23 de mayo, los electores deberán controlar sus datos en el padrón provisorio. Es el único plazo para hacerlo, tanto desde la web www.padron.gob.ar como por teléfono, al 0800-999-7237 (PADRON). A partir del 10 de julio, se publicarán los padrones definitivos para los comicios nacionales.
Infracciones
El elector que no haya emitido su voto deberá asistir a la secretaría electoral correspondiente al distrito de su domicilio para justificar su abstención, con la documentación que acredite el motivo de la falta. También podrá dirigirse a la Cámara Nacional Electoral.
Quien no haya emitido su voto en las elecciones Primarias, pero luego justifique la no emisión del voto, podrá hacerlo en las elecciones generales.
El valor de la multa para aquellos electores que no hayan votado ni justificado en uno de los dos actos electorales (Primarias o Nacionales) es de $50. El elector que no emita su voto en ninguna de las dos elecciones deberá pagar un monto de $150.
Licencias
Quienes padezcan una enfermedad que les impida asistir al acto electoral o se encuentren imposibilitados por fuerza mayor de cumplir con la obligación de votar, deberán justificar estas causales el mismo día de la elección mediante certificados emitidos por médicos de los servicios de sanidad nacional, provinciales o municipales, o bien por médicos matriculados que ejerzan en el sistema privado de salud.
Los profesionales referidos estarán obligados a responder el día de los comicios al requerimiento del elector enfermo o imposibilitado, debiendo concurrir a su domicilio para verificar tales circunstancias y entregarle el certificado correspondiente.
Dentro de los 60 días de celebrada la elección, el elector deberá presentar el certificado ante la Secretaría Electoral de la Justicia Federal con competencia electoral que corresponda a su distrito (según el domicilio que figura en el padrón), a fin de justificar debidamente su inasistencia.
Distancia
Si el elector está a más de 500 kilómetros del lugar en el que le corresponde votar, antes de las 18 horas, deberá asistir con su documento cívico a la comisaría más próxima del lugar en el que se encuentre, y exponer el motivo por el cual no se presentó a votar, a los efectos de solicitar una certificación escrita que justifique su imposibilidad de votar.

Dentro de los 60 días de celebrados los comicios, deberá presentar tal constancia ante la Secretaría Electoral del Juzgado Federal con competencia electoral que corresponda a su domicilio.

domingo, 14 de junio de 2015

Frenar al populismo...

Una oportunidad para frenar al populismo


 
  
La mayoría de los argentinos sospechamos que este año será tormentoso. Semejante perspectiva genera ansiedad. El final delgobierno kirchnerista no se vislumbra ordenado ni pacífico. Sin embargo, las perspectivas a mediano y largo plazo muestran vigorosas lonjas de esperanza.
La torpeza, agresividad y soberbia del agónico oficialismo estimula el deseo de un cambio. No hay que perder de vista semejante ecuación. Pero no sólo cambiar el Gobierno, sino el régimen. De esta forma, las próximas elecciones no son unas elecciones más, sino la perspectiva de una opción trascendental.
En nuestra breve historia tuvimos varias opciones. La primera fue acabar con la larga y monótona etapa de la Colonia. Declarar la Independencia no fue fácil ni gratuito. Pero ella no condujo al Edén. El 20 de junio de 1820 falleció Manuel Belgrano pronunciando las palabras que hace unos años me inspiró el título de uno de mis libros más dolorosos: ¡Pobre patria mía!
Recién en el año 1853 se optó por terminar con la anarquía mediante la Constitución propuesta por Alberdi, fogoneada por Urquiza y consensuada por la mayoría de los dirigentes de entonces, ilustrados o no. El rumbo inaugurado entonces, sin embargo, tampoco fue seguido por un triunfo manifiesto: hubo crímenes, alzamientos, luchas contra los malones, confusión. Pero se mantuvo, extendió y afianzó la Constitución Nacional. Hasta que, luego de casi tres décadas de una inestabilidad cruzada por avances notables, llegó la Generación del 80, que produjo la revolucionaria ley de educación 1420, completó nuestra soberanía territorial y puso en marcha políticas de Estado que en poco tiempo convirtieron a la Argentina en una inesperada y asombrosa potencia.
Esa maravillosa etapa duró hasta el golpe de 1930. No fue una etapa sin manchas, desde luego. Pero en ella prevalecieron los pilares del trabajo, el ahorro, el esfuerzo y la decencia. Se consolidó una cultura que premiaba el mérito. No obstante, hasta nuestras tierras llegaron las pestes que brotaron en Europa luego de la Primera Guerra Mundial. En la década de 1920, la Argentina había disfrutado las administraciones de Yrigoyen y Alvear, pero ellas no crearon barreras contra esas pestes (estalinismo, fascismo, nazismo), que iban a llevar al golpe de 1930, el crecimiento de las formulaciones antidemocráticas y la descomposición moral, pintada en 1934 por Enrique Santos Discépolo en su tango "Cambalache".
Otro golpe de Estado, el 4 de junio de 1943 -que dio lugar a una marchita "patriótica" que me obligaron a cantar en la escuela-, abrió las compuertas de otra opción: el populismo. Por ella votó la sociedad argentina el 24 de febrero de 1946. Se nutría con las consignas de justicia, revolución, nacionalismo y disciplina que Perón aprendió de Mussolini durante su permanencia en Italia. Junto a ellas se impuso el culto a la personalidad, el nepotismo, la corrupción, la lealtad por sobre el mérito y el debilitamiento de los límites que exige una república auténtica. Esta opción no pudo ser cambiada por la Revolución Libertadora de 1955. El populismo había infiltrado tanto a la cultura popular como a la ilustrada. Hasta los gobiernos militares fanáticamente antiperonistas lo asimilaron. De ahí que las democracias genuinamente progresistas de Frondizi e Illia no fueran entendidas ni apreciadas. Perón, con elocuente astucia, aseguró que en la Argentina hay muchos partidos políticos, pero peronistas son todos, es decir, populistas. Era verdad, porque seguía y sigue vigente la opción votada en 1946.
El populismo es oportunista y puede cambiar la piel de su ideología cuantas veces le convenga. Sólo le interesa el poder. Y para gozar de ese poder vale todo: el dinero, la corrupción, la mentira, los aprietes, ideas de derecha o izquierda, el soborno y la manipulación de la ley. Debe seducir al electorado, porque lo único que le queda de democracia es que el poder se gana mediante elecciones. Después vale todo. O "vamos por todo". Hasta la justicia es "legítima" si se arrodilla ante el presidente de turno.
Las úlceras de esta opción están llegando a su total desenmascaramiento. El kirchnerismo es un populismo que excede los límites de la farsa o la caricatura. Su desesperación lo impulsa a extremar contradicciones, soberbia, ceguera, odio y fanatismo. Pero cada vez le quedan menos cartuchos. Si no fuera que le está haciendo tanto mal al país y llenando de piedras la gestión del próximo gobierno, deberíamos limitarnos a disfrutar de su desopilante grotesco. Pero no es así, porque la sociedad está despertando, crecen las endorfinas del coraje cívico y en el Congreso los partidos de la oposición están dejando atrás sus diferencias menores para firmar documentos que pavimenten la gobernabilidad que nuestro país necesitará a partir del 10 de diciembre.
La nueva opción debe significar el abandono del nefasto populismo. El populismo convirtió a la Argentina en un país fracasado, como se dice sin anestesia en muchos lugares del mundo. Ha cambiado los pilares del trabajo, el ahorro, el esfuerzo y la decencia por los de la limosna, el consumo, el facilismo y la corrupción. Convirtió al maestro en un trabajador de la educación y al médico en un prestador de servicios, para dar sólo algunos ejemplos. La paradoja consiste en que la mayoría de nuestra población no está conforme con semejante modelo, anhela otra cosa y no consigue ser vigorosamente representada aún.
Desde hace varios años, se ha impuesto una división en dos porciones más o menos estables: un 30% apoya al oficialismo y un 70% lo rechaza. Circunstancias pasajeras pueden modificar esas cifras, pero ellas vuelven a restablecerse. El poder del Gobierno, que controla y usufructúa al Estado, más el control absoluto del Congreso y la hasta ahora débil Justicia, a lo que se añade el lavado de cerebro de la cadena oficial y los medios de difusión sometidos, genera la impresión de que esa minoría del 30% representa a casi todo el país. No es cierto. La Marcha del Silencio que tuvo lugar el 18 de febrero lo ha desmentido de forma categórica. Esa marcha reflejó a la otra porción de la sociedad. No hubo insultos, ni silbatinas, ni escraches, ni robos, ni destrucciones. Tampoco choripanes ni vehículos que acarrean el ganado humano que dicen defender. Ahí quedó pintado el 70% más valioso del país, que quiere una república de verdad, con paz, solidaridad y dignidad. Ahí se demostró que la Argentina aún posee recursos humanos dignos, pese a los microbios inyectados por el populismo durante tantas décadas. Hubo gente de todas las edades, profesiones e ideologías, pero con una clara vocación patriótica.
El 30% del oficialismo se reducirá. De esto tienen que tomar nota los legisladores y gobernadores obsecuentes, que no se animan a sacar los pies del plato, como no lo hicieron con Perón, ni con Isabelita ni con Menem hasta el último segundo. El kirchnerismo duro quedará reducido a una banda de fanáticos que no puede renunciar a sus beneficios ni al relato inconsistente, y tampoco eludir su perspectiva de terminar en la cárcel. Ese grupo seguirá provocando y enlodando. Pero su locura incrementará el impulso de la nueva gran opción. Una opción que restablezca la continuidad con la Generación del 80, que nunca debió romperse. Y que podrá -con esfuerzo y constancia- reconstruir nuestro país. Hacia allí vamos. No debemos caer en las trampas de violencia física o verbal a las que invita el oficialismo, desde romper un diario por TV o descalificar la marcha de duelo y protesta por el asesinato del fiscal Nisman. La inmensa mayoría del país quiere otra cosa.

Colorear evita el estrés

Colorear es cosa de adultos y evita el estrés


Colorear, aparte de desarrollar la atención y coordinar la actividad motora de la mano, 
también tranquiliza y estimula la fantasía. Pero, sobre todo, lo más atractivo de esta 
actividad es su poder terapéutico para luchar contra el estrés.
 No es volver a la infancia, pero sí hacer alguna de las cosas de nuestros primeros años 
con las que tanto disfrutábamos. Una de ellas era colorear, tarea sencilla a la que nos 
entregábamos completamente. No importaba si los colores se salían del contorno, ni si las 
combinaciones eran acertadas, ya que siempre quedaba un trabajo en el que reflejábamos 
nuestros propios gustos por determinados colores, que, por supuesto, estaban influenciados 
por el entorno en el que vivíamos cada uno de nosotros.

Colorear, aparte de desarrollar la atención y coordinar la actividad motora de la mano,
también tranquiliza y estimula la fantasía. Pero, sobre todo, lo más atractivo de esta
actividad es su poder terapéutico para luchar contra el estrés, de hecho ya se está
aplicando en centros de rehabilitación y hospitales.

No es necesario dedicar mucho tiempo diario, con poco más de una hora al día sería
suficiente.

El secreto de este método es tan sencillo como decir: pintar relaja. El psicólogo español 
Miguel Ángel Ruiz dice que al pintar nos centramos de tal manera que la coordinación 
ojo – mano activa el hemisferio izquierdo, responsable de la razón, y esto conlleva a
inhibir el sistema límbico, encargado de las emociones, y por lo tanto en ese tramo de 
tiempo dedicado colorear nos olvidamos de aquello que nos preocupa.

Por supuesto que no es la tarea sencilla de la infancia, ya que necesitamos de una gran 
concentración para no salirnos del contorno de la figura que hayamos escogido y que
debe tener una cierta complejidad para que nuestra atención sea lo máxima posible.

Francia fue la cuna de esta tendencia y la influencia del éxito de colorear libros para
adultos se ha extendido por el resto de Europa, Estados Unidos y Canadá.
Al ser una actividad sencilla, barata y que funciona para combatir el estrés, seguro
que se irá implantando de manera definitiva en un futuro cercano.

Hay librerías especializadas en este tema y multitud de trabajos a nuestra disposición
en internet. Hagamos la prueba.

Concluyamos diciendo que una sola tarea ayuda a "ordenar" la mente y reduce
                                "la ansiedad".

sábado, 13 de junio de 2015

Maravillas naturales


LAS 7 MARAVILLAS NATURALES DEL MUNDO

Las Maravillas Naturales del Mundo son siete lugares donde el poder de la madre tierra nos deslumbra, esos lugares donde no es la mano del hombre la que ha creado maravillas, sino la naturaleza.


maravillas naturales
Hace unos años se seleccionaron las que hoy se conocen como las 7 Maravillas del Mundo, que fueron elegidas junto a las Pirámides de Egipto, Petra en Jordania, el Machu Picchu en Peru, el Cristo Redentor de Río de Janeiro, el Coliseo de Roma, el Taj Mahal en Agra, la Gran Muralla China y Chichén Itzá en México.
El anuncio final de las Siete Maravillas Naturales del Mundo se realizó el 11 de Noviembre de 2011 (11/11/11). Siete maravillas que se seleccionaron entre más de 200 lugares de increíble belleza natural distribuidos alrededor del mundo ¿los vemos?
Siete Maravillas Naturales del Mundo

MONTAÑA DE LA MESA

El continente africano hace acto de presencia entre las siete maravillas con la Montaña de la Mesa, enSudáfrica.
Ésta es una formación montañosa interesante que, como ya os imaginaréis por el nombre que ha recibido, la cima es una superficie plana. No es sólo esa peculiaridad la que la convierte en algo muy especial, también son las vistas que ofrece sobre la Ciudad del Cabo, lo que la ha convertido junto con el parque, en los lugares favoritos de los turistas que se acercan a la región.
montaña de la mesa

LA SELVA AMAZÓNICA

Esta es una de las más importantes nominaciones, ya que se espera que el galardón de Maravilla de la Naturaleza quizás pueda ayudar a revertir la situación de incontrolada destrucción que se lleva a cabo en los más de 5 países por los que la Selva Amazónica se extiende.
Es un lugar de incalculable belleza, su flora y su fauna son únicos. Cuando uno está completamente en silencio se ve abrumado por el ritmo de la selva, por el sonido de cada uno de los animales que en ese momento se están comunicando ¡es glorioso!
amazonas

BAHÍA DE HA LONG

Otra de las recientemente nombradas Maravillas de la Naturaleza es la Bahía de Ha Long, uno de los principales atractivo de Vietnam, especialmente por la belleza paradisíaca de sus islas y playas.

Las imponentes formaciones rocosas y las aguas turquesas y calmas suelen enamorar a los viajeros ¡de hecho es un destino fantástico para ir de Luna de Miel!
Bahía de Ha Long

ISLA JEJU

Esta isla, en Corea del Sur, es una de las más bonitas de la región y otro de los destinos asiático que se impusieron en la elección final de las Siete Maravillas Naturales del Mundo. La isla se destaca por las impotentes formaciones naturales, sus precipicios y cascadas.

Seongsan_Ilchulbong,_Jeju_Island

LAS CATARATAS DEL IGUAZÚ

Las cataratas del Iguazú, compartidas por Argentina y Brasil, son una de las adiciones que han hecho más orgullosos a los latinoamericanos.
Es que la belleza de estas cataratas queda fuera de discusión, la potencia del agua al caer, la increíble presencia de la mano perfecta de la naturaleza, son innegables. Sin dudas, las Cataratas del Iguazú merecen estar entre los siete elegidos.
Iguazú, en Argentina y Brasil

PARQUE NACIONAL DE KOMODO

Este parque indonesio ha sido seleccionado entre los siete ganadores por lo impresionante de la fauna que habita la zona, un lugar que ya fue declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1991.
En él, se encuentra el dragón de Komodo, uno de los animales en peligro de extinción más interesante del planeta.
komodo

RÍO SUBTERRÁNEO EN PUERTO PRINCESA

Otro destino en Asia, esta vez Filipinas, es una de las más fascinantes Maravillas Naturales del Mundo.
Ubicado en la isla Palawan es una de las atracciones turísticas favoritas de los viajeros y la razón principal del parque homónimo. En él podréis ver un paisaje muy variado y con una fauna muy variada, como el murciélago zorro

Longevidad

Las 12 claves esenciales de la longevidad, según la ciencia


Amigos, pareja, alimentación, lectura... calcula cuántos años vas a vivir, de acuerdo a tus costumbres:
DIARIO EL PAÍS | MAYO 29 DE 2015 




1. Reduzca su consumo de calorías. El impacto de la restricción calórica en el aumento de la longevidad es una de las propuestas que acumula más evidencia científica. Un equipo de investigadores españoles demostró que ese efecto se produce porque al bajar las calorías se activan las proteínas que tienen la capacidad de "silenciar" el envejecimiento. Sin embargo, otro trabajo descarta que la longevidad aumente por comer menos calorías (reducirlas entre un 10% y un 40%), aunque sí reconoce que una dieta baja en calorías mejora las cifras de colesterol y glucosa. No baje de la recomendación de la OMS: entre 1.500 y 2.500 Kcal por jornada.

La barrera del siglo ya ha sido ampliamente superada por medio millón de habitantes en todo el mundo, quienes se concentran en países como Japón o Italia.

¿Qué se debe hacer para vivir lo más posible y en buenas condiciones físicas, según 
la ciencia?

2. No olvide el brócoli, la fruta y el café. Frutas, hortalizas, café, vino y legumbres son alimentos ricos en polifenoles, unos compuestos que tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y anticancerosas. Eso se asocia a un descenso de la mortalidad del 30% en mayores de 65 años, concluye un estudio publicado en Journal of Nutrition. Si, además, la zanahoria, el brócoli y espinacas son otros de los productos imprescindibles en su dieta, está añadiendo un plus de salud, ya que sualto contenido en alfa-caroteno se relaciona con un menor riesgo de muerte durante un periodo de 14 años, según concluye un estudio publicado en JAMA.

3. Mantenga a raya los "rollitos". El cúmulo de grasa alrededor de la cintura puede ser un indicador de algo más peligroso: la existencia de grasa visceral, que es uno de los mayores factores de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares. Un trabajo de la Universidad de Leiden (Países Bajos) en mayores de 65 años encontró la respuesta a por qué los varones de familias muy longevas tienen un perfil cardiometabólico excepcionalmente saludable (sus cifras de glucosa, colesterol y tensión arterial se mantienen normales): porque tienen poca grasa abdominal y visceral. Lamentablemente, esta protección no se hereda en las mujeres. Si tiene problemas de obesidad en general, basta con perder cinco kilos para disminuir notablemente la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes. Esto, extendido a toda la población y durante varios años, reduciría un tercio las muertes por enfermedades coronarias.

4. Pasee media hora al día. Si, además, repite la rutina 6 días a la semana, reducirá un 40% el riesgo de morir por cualquier causa, según publicó British Journal of Sports Medicine. "La actividad física previene multitud de procesos fisiológicos y patologías asociados al envejecimiento, como la pérdida de masa muscular, la osteoporosis y las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas”, subraya Fabián Sanchís-Gomar, investigador que ha publicado numerosos estudios sobre este asunto. Su recomendación es “combinar ejercicio aeróbico de intensidad moderada como andar rápido, hacer bicicleta o correr, durante 30 minutos al día cinco días, con ejercicios de pesas dos o tres días a la semana no consecutivos”. Pero si quiere un plus añadido de longevidad, “incremente la intensidad y el tiempo del ejercicio hasta 45 minutos, ya que se relaciona con una mayor expectativa de vida”.

5. A partir de los 70, sea precavido con sus movimientos. Evitar las caídas es muy importante en edades avanzadas, porque una fractura de cadera tiene la misma –o más– mortalidad que un infarto de miocardio al año de producirse. Como la calidad del hueso se deteriora con el paso del tiempo, hay que evitar las caídas manteniendo la actividad física, porque permite conservar la fuerza y el equilibrio, pero eludiendo la actividad de riesgo.

6. Ante la disfunción eréctil, no se cruce de brazos. Mantener la actividad sexual tiene un efecto positivo en la salud global y en la longevidad, mientras que la frustración acorta la vida, concluye una investigación de la Universidad de Michigan (EE.UU.). Al menos eso se ha comprobado en moscas. Pero lo que sí se ha demostrado en varones mayores de 45 años es que la disfunción eréctil se relaciona con enfermedad cardiaca y puede indicar un mayor riesgo de morir prematuramente por cualquier causa. Según una investigación, publicada en Proceedings, “todo hombre que sufre algún grado de disfunción eréctil debe buscar consejo médico lo antes posible, además de controlar su salud cardiaca”. La recomendación de mantener la vida sexual es extensible a las mujeres.

7. ¿Dormir hasta 10 horas? Es de sobra conocido que el sueño es necesario para reparar el organismo y activar las hormonas que permanecen aletargadas durante la vigilia. Lo que no está tan claro es cuántas horas hay que dormir para vivir más. Científicos de la Universidad de Portland, en Estados Unidos, han puesto el límite en siete horas y media según la información recabada en una muestra con más de 15.500 chinos mayores de 65 años. Pero, entre los 2.800 centenarios de la muestra, muchos de ellos dormían hasta 10 horas.

8. Lea y juegue. Mantener la mente ágil contribuye a la integridad física. “Leer el periódico, escribir cartas, ir al teatro o jugar al ajedrez o a las damas contribuyen a conservar el cerebro sano”, indica Konstantinos Arfanakis, médico del Instituto de Tecnología de Illinois, Chicago, que basa su consejo en los hallazgos de exploraciones radiológicas de mayores de 81 años. Un ejemplo, el escritor español Francisco Ayala, fallecido a los 102 años, publicó solo tres años antes su último ensayo, Miradas sobre el presente: ensayos y sociología.

9. Viva en pareja. Aunque no siempre es de color de rosa, durante la convivencia se reparten tareas y actividades, y eso repercute en su bienestar (es lo que aseguran numerosas investigaciones). Según la Universidad de Louisville (EE.UU.), vivir solo incluso aumenta la tasa de mortalidad en los hombres. Su cónyuge también le ayudará durante las fases convalecientes.

10. Regalonee y conserve a sus amigos. Quien tiene un amigo tiene un tesoro, pero quien tiene muchos amigos tiene un seguro de vida, dice un estudio publicado en Journal of Epidemiology and Community Health, que asegura que las personas con muchos amigos reducen un 22% el riesgo de morir. Otros beneficios de la amistad se encuentran en pacientes de cáncer o en personas que han sufrido un ictus.

11. No infravalore el cuidado de sus dientes. La boca puede decir mucho de la salud de la persona, más allá de la estética dental. La cavidad oral también envejece, las encías se retraen, los dientes se hacen más pequeños y la articulación temporomandibular (la que conecta la mandíbula con el cráneo) se desgasta. Aparecen diversos problemas, algunos de los cuales incluso pueden favorecer el desarrollo de enfermedades en órganos, como el corazón. De ahí que la revisión del dentista deba formar parte de la rutina de cualquier persona, especialmente en edades avanzadas.

12. Vaya al médico cuando lo necesite. Japón tiene la esperanza de vida más alta del mundo (y en la isla de Okinawa vive un elevado número de personas centenarias). Pero además del estilo de vida o la calidad de sus genes, una parte importante de esas edades hay que atribuirla a su sistema de salud que, a partir de 1961, hizo posible la igualdad de oportunidades en esta materia para todos sus ciudadanos. Un estudio publicado en Lancet recoge que los japoneses van al médico una media de 13,4 veces al año, el doble que los británicos. Esta costumbre permite detectar enfermedades en fase muy temprana y poner la solución.

Dolor torácico

Dadas las múltiples causas del dolor torácico, el diagnóstico concreto requiere una historia clínica muy detallada por parte del médico y, en ocasiones, la realización de estudios exhaustivos para aclarar las causas.
Siempre que no haya una causa traumática clara, habrá que hacer una radiografía de tórax y un electrocardiograma con objeto de descartar las causas potencialmente más graves. En función de los resultados, estará indicada la realización de exploraciones complementarias como análisis, gammagrafía pulmonarTAC torácico, estudios digestivos, etc.
Conviene, por tanto, consultar ante cualquier dolor torácico crónico de causa no conocida. Si la aparición del dolor es aguda y más si se acompaña de fiebre, malestar general o sensación disneica, es prioritario acudir con prontitud a un servicio de Urgencias.



















El dolor torácico se produce por la transmisión al cerebro de los estímulos dolorosos originados por la lesión de cualquiera de los órganos localizados en la cavidad torácica. Sus causas, por tanto, son múltiples e incluyen: 

1. Causas músculo-esqueléticas o de origen en la pared torácica: contusiones o fracturas costales,. costocondritis, roturas o desgarros musculares.
2. Causas cardiológicas: infarto agudo de miocardio, angina de pecho, pericarditis.
3. Causas vasculares: embolismo pulmonar, disección de aorta.
4. Causas pulmonares y pleurales: neumonías, pleuritis, tumores pulmonares, neumotórax.
5. Causas digestivas: esofagitis, hernia de hiato, espasmos esofágicos, rotura esofágica.
6. Causas mediastínicas: inflamación del mediastino.
7. Causas neurológicas: herpes zoster intercostal.
8. Causas psicógenas: dolor subjetivo asociado a cuadros de ansiedad.

martes, 2 de junio de 2015

Literatura, peronismo y liberación nacional

Introducción de  Alberto Julián Pérez, a su libro: " Literatura,peronismo y liberación nacional "

El Peronismo fue en su origen un movimiento nacional populista y policlasista que alteró la relación que mantenían hasta ese momento las clases sociales en Argentina y trajo una visión nueva de la política, transformando profundamente la vida cultural. La clase media liberal, principal productora de alta cultura, y la oligarquía, tuvieron que compartir el espacio social con el pueblo bajo, con el trabajador. El proletariado no había recibido los beneficios de la educación liberal y no tenía acceso a sus sofisticados  productos culturales, que ambicionaban competir con los europeos. El trabajador, sin embargo, aportó su gusto propio, criticado y denostado por la clase media. El primer gobierno peronista, de 1946 a 1955, alienó a la clase media liberal, y a los sectores radicales que apoyaban una revolución social marxista. Liberales y marxistas no entendían a un gobierno nacional y popular que promovía una revolución “desde arriba”, desde el poder, y tomaba como interlocutora y protagonista a la clase obrera. La realidad que observaban les parecía despreciable.
Los “cabecitas negras”, los “descamisados” peronistas, no podían ser esos obreros iluminados y trascendentes de que hablaban los líderes marxistas. Un abismo separaba la sensibilidad de la clase media, educada en los ideales de la alta cultura europea y norteamericana, de la sensibilidad de la clase obrera y sus entretenimientos típicos de la cultura de masas. El pueblo pobre disfrutaba de la música popular: el tango, el folklore, los ritmos latinoamericanos  bailables; gozaba de los espectáculos deportivos: el fútbol, el boxeo y el automovilismo; amaba los radioteatros y los programas radiofónicos. La pequeña burguesía educada mostró sus prejuicios de clase y sus limitaciones para interpretar el fenómeno peronista: era una situación real que no entraba en el plano de sus deseos y expectativas. Esperaban una revolución social de los “inteligentes”, de los intelectuales, y no una rebelión de los “grasitas”, sin una ideología clara.
El Peronismo, sin embargo, tenía su “doctrina”, como la llamaba Perón. Sus tres principios eran: justicia social, igualdad económica y soberanía nacional. Tres ideas sencillas pero contundentes. El Peronismo no se formó como partido minoritario de oposición, ni fue un partido que ganó posiciones paulatinamente compitiendo con los otros partidos, sino que nació como una propuesta política auspiciada por Perón desde el estado. Perón fue ocupando espacios de poder e intercedió en las relaciones entre el gobierno y los trabajadores, organizándolos en una red sindical y creando una burocracia administrativa al servicio de las organizaciones obreras.
Esa organización administrativa fue el origen de lo que sería luego el partido. No pudo comprobar la legitimidad de que gozaba su propuesta y el grado de aceptación que su liderazgo tenía entre los trabajadores hasta que fue removido de su cargo por el Presidente y puesto en prisión. El 17 de octubre de 1945 Perón demostró que había logrado establecer una relación política con las masas, que lo reclamaban a él como su líder. La política de Perón, planteada desde el gobierno, tuvo un destinatario específico: la clase obrera. Los trabajadores organizados en los sindicatos se transformaron en su  base política más firme. Se encontró tempranamente con el apoyo de un sector masivo y estratégico. Quedaron fuera de la alianza sectores políticos movilizados por otros  partidos: la oligarquía, gran parte del empresariado que no creía en la posibilidad de un desarrollo nacional independiente, la clase media profesional. Perón ejerció un poder personal único e irrevocable. Era un líder carismático irremplazable. La revolución peronista que él planteó, o las reformas políticas, económicas y administrativas que implementó, las impuso desde el estado. El Peronismo
________________________________________________________________________________
1.       Perón organizó su propuesta política como miembro del gobierno instituido por el golpe militar de 1943. La sociedad civil (particularmente la clase media y la alta burguesía) resistió las innovaciones de Perón. Esos sectores sociales interpretaron que se trataba de un movimiento totalitario, si bien Perón fue legitimado en el poder en elecciones libres presidenciales. Su tipo de liderazgo personal y grandilocuente hizo que lo asociaran con los líderes totalitarios fascistas europeos de la época: Mussolini, Hitler y Franco. Su influencia sobre las masas obreras ratificó esta imagen simplificadora, de lo que luego resultó ser un movimiento original latinoamericano de índole diversa. El Peronismo fue un movimiento laborista, popular y nacional, que revalorizó la noción de pueblo y el sentido de lo nacional. Denunció el imperialismo y se opuso a la violencia. Su base política fueron las organizaciones sindicales. Perón eligió a los trabajadores más humildes como su base política. Uno de sus méritos históricos, y no el menor, fue el haber evitado en 1955, con su renuncia al gobierno, una guerra civil, que hubiera ensangrentado la patria. Triunfó en el tiempo con su verdad y demostró a los golpistas que lo expulsaron del poder que su causa era justa y necesaria.

siempre fue expresión de una política de estado fuerte, dado su amplio apoyo popular. Perón concibió su partido como un “movimiento”. A diferencia de los partidos tradicionales, que elegían representantes durante los períodos de elecciones y luego  perdían contacto con sus bases, el Peronismo movilizaba constantemente a sus seguidores, buscando a cada paso legitimar su política y lograr el apoyo de la población. Mantenía una situación permanente de plebiscito popular.
Perón consideraba ese estado de movilización un elemento indispensable de su  política. Las masas y el proletariado se transformaron en actores de la vida política, pero lo hicieron en un partido organizado por Perón desde el gobierno, y no como militantes de partidos independientes. Surgió un gran antagonismo entre el Peronismo y los partidos que planteaban una política de lucha de clases, como los distintos sectores del comunismo y el socialismo. El Peronismo se enfrentó también con grupos conservadores, que rechazaban la injerencia del estado en la economía, y los partidos de clase media, como el Radical y el Demócrata Progresista. Los sectores políticos herederos de las ideas liberales anti-estatistas rechazaron al Peronismo y lo consideraron un movimiento totalitario. Peronismo y razón de estado se confunden o son uno solo: es un movimiento  propuesto desde el estado, por uno de los miembros del gobierno, en momentos en que dirige el país un gobierno militar llegado al poder mediante un golpe. El surgimiento de Perón demostró que el sector militar albergaba tendencias distintas, y dentro de ese grupo el Peronismo resultó ser un sector ideológicamente progresista. Perón y los oficiales del GOU que lo apoyaban tenían una propuesta política renovadora, revolucionaria. Perón habló siempre del Justicialismo como de un movimiento revolucionario. Su situación política cambió radicalmente luego de su derrocamiento en 1955 por el Ejército: mediante un golpe, controlado finalmente por el ala liberal representada por Aramburu y Rojas, los militares se adueñaron del poder, respaldados por el empresariado, la iglesia y la clase media. Durante los años siguientes, el proletariado tomó la iniciativa y estando Perón en el exilio se organizó y luchó por recuperar el poder político que le había sido arrebatado en el golpe. Los sindicatos se transformaron en las organizaciones de base de la Resistencia, y la huelga y la toma de fábricas fue el arma favorita de los trabajadores, que lucharon durante años para hacer retornar a Perón al país y legalizar su movimiento, proscripto por los militares. El Peronismo, que comenzó como un movimiento organizado desde el estado, fue expulsado del estado y tuvo que resistir y luchar desde abajo, con las bases, para recuperar su espacio político y reconquistar el poder. En ese momento el Peronismo alcanzó un sentido revolucionario. Dado que el Peronismo surgió desde el estado y se confundió con él, el militante del Peronismo en un principio no tuvo la necesidad de conquistar el poder luchando contra un estado opresor. En 1945 Perón organizó el Partido Laborista, base del Partido Justicialista, para luchar por las elecciones presidenciales, que los peronistas ganaron fácilmente, contra un amplio espectro opositor, integrado por una coalición formada por conservadores, liberales e izquierdistas. Los Peronistas llegaron al poder siguiendo a Perón, encolumnándose con él. La lealtad definía a los primeros militantes peronistas. Si eran leales a Perón seguiría creciendo el Movimiento y su líder llevaría adelante sus promesas políticas y su plan de gobierno. La idea de libertad y liberación apareció en relación a la política argentina con el exterior. Perón denunció la existencia de una verdadera confabulación imperialista que limitaba la soberanía nacional. Había que liberar al país de las amenazas externas e internas, porque el imperialismo tenía aliados dentro del territorio nacional. Pero el trabajador ya era libre, lo había liberado Perón. Era una libertad condicionada, porque los  peronistas estaban rodeados de antiperonistas, de aquellos que no se habían plegado a la  política de Perón. Estos eran los enemigos que conspiraban contra el Movimiento. Luego de la caída de Perón y durante la Resistencia esto cambió: los enemigos internos triunfaron y dejaron al país sometido a los enemigos externos. La lucha por la libertad se transformó en un valor fundamental para el Movimiento: había que liberar al  país de la ocupación ilegítima de un poder antipopular, que lo traicionaba y lo entregaba a intereses extranjeros. Durante la Resistencia la lógica del Peronismo se adecuó a la lógica de la liberación de otros movimientos no peronistas: allí descubrieron muchos sectores  peronistas su afinidad con los movimientos cristianos tercermundistas, con los socialistas, con los comunistas, y con los diferentes movimientos anti-imperialistas. Nació así otra vertiente del Peronismo que, al estar fuera del poder y transformarse en oposición, evolucionó hacia una posición más revolucionaria. Para recuperar el poder había que luchar, valiéndose tanto de la resistencia sindical como del terror. El nacionalismo original se fue ampliando a un panamericanismo. La revolución cubana y el guevarismo inspiraron una nueva gesta de liberación contra el imperialismo. El Peronismo trajo a la vida social y cultural nuevos actores. La irrupción del trabajador en la vida social fue inmediata. El Peronismo desarrolló una política cultural para educar y satisfacer los intereses de este trabajador y mejorar sus condiciones de vida. Además de fundar escuelas y hospitales, implementó una política de protección yseguridad social, reflejada en la constitución de 1949 y en las actividades políticas de Evita. Evita dirigió la rama femenina del Partido Justicialista, y coordinó un movimiento social que culminó en la conquista del voto de la mujer, apoyado por Perón y dirigió la Fundación que dio ayuda a los pobres y necesitados, a los que quedaban excluidos de lared social planteada por el Peronismo desde los sindicatos y el Ministerio de Bienestar Social. El Peronismo promovió actividades y competencias deportivas, y creó numerosas instalaciones, apoyando el deporte en todo el territorio y a todos los niveles. La llegada al poder del Peronismo cambió la visión cultural dominante hasta ese momento: la de la pequeña y gran burguesía. Para la burguesía solo el arte elevado y culto valía; el arte popular estaba en un nivel inferior y era para un público de menor nivel y educación. Las expresiones festivas populares, los juegos y competencias deportivas eran distracciones colectivas escapistas que la pequeña burguesía despreciaba. El gran arte solo podía ser para una élite. Para los sensibles e hipercultos. Para los elegidos. El Peronismo dejó expuesto el carácter clasista de la cultura y la literatura. El pretendido universalismo de la literatura burguesa era una aspiración hegemónica de clase y no una verdad irrefutable.

 Se discutió cuál era el carácter de la cultura liberal,

La cultura literaria argentina, desde la etapa de las luchas por la Independencia, fue una cultura eurocéntrica, hegemonizada por los sectores libertarios liberales, que buscaban su propia identidad y razón de ser. Esta dialéctica entre su pertenencia a la tradición occidental europea, como ex-colonia española, y su búsqueda de un lugar propio dentro de esa cultura occidental, sopesando y considerando los modelos madre de esa cultura, alimentó la historia cultural argentina.Los ideales de la Ilustración, que ayudaron a impulsar las luchas revolucionarias de los padres de la patria, Moreno, Belgrano, San Martín, formaron la base de nuestra cultura nacional liberal independiente. Los intelectuales y escritores de la Generación del 37 tuvieron una visión dicotómica de la historia nacional: liberalismo contra tiranía, iluminismo contra populismo, república vs colonia. Sarmiento argumentó a favor del concepto universal de civilización y lo opuso al de barbarie, sinónimo para él de atraso y primitivismo. Podríamos ver la historia argentina como una contienda entre esas dos posiciones: Rosas enemigo de Rivadavia, Irigoyen enfrentado a la oligarquía porteña, y Perón opuesto a la oligarquía

¿era nacional o antinacional, contribuía al desarrollo de la cultura nacional o la distorsionaba y la falsificaba? Los historiadores revisionistas estudiaron el papel que

conservadora. Los argentinos meditaron mucho sobre esa visión de la historia, punto de partida de nuestro pensamiento. La práctica de la filosofía occidental, a diferencia de la literatura, no floreció en las colonias hispanas de manera autónoma. El arte, la imitación de la vida, es natural y se desarrolla en todas las culturas; la filosofía es una disciplina más especializada y académica. Madre de las ciencias, ha sido cultivada como disciplina general y particular. La Argentina no desarrolló un pensamiento filosófico general original, lo cual es comprensible, dado que lo que llamamos cultura argentina no se formó hasta el siglo diecinueve, cuando las ciencias particulares alcanzaron un desarrollo autónomo excepcional en Europa. Lo que llamamos en Argentina filosofía moderna es filosofía Europea. Es resultado de un movimiento cultural europeo, realizado mayoritariamente dentro del ámbito universitario, aunque algunos pensadores disidentes, formados en grandes universidades, como Marx, hayan trabajado en forma independiente, creando su propio campo de investigación. En el siglo diecinueve, cuando se formaba la primera cultura argentina, se desarrollaron en el mundo europeo y en el americano, que se había integrado a la modernidad luego de las grandes revoluciones burguesas, las ciencias sociales. La Argentina tuvo destacados historiadores y sociólogos,economistas y psicólogos, críticos literarios y politólogos. Sarmiento, Echeverría, Alberdi, Mitre, V. F.López, Gutiérrez, Ramos Mejía, Ingenieros, entre otros, descollaron en estas disciplinas y sus escritos fundaron nuestra alta cultura y le dieron su propia identidad. Las limitaciones de su obra se deben más a las dificultades institucionales para desarrollar esas disciplinas que a las limitaciones de su pensamiento, que fue profundo y original. Casi todos se ganaron la vida en el periodismo, en la docencia y en las profesiones liberales; sin acceso a buenas universidades y maestros, fueron en gran medida autodidactos. No contaron con bibliotecas adecuadas ni con la necesaria libertad académica y de pen-samiento para desarrollar una vida intelectual independiente. Los intelectuales del siglo XIX se volcaron a la política, porque entendieron que antes de poder crear una cultura en libertad había que fundar un estado moderno,con instituciones libres, que para ellos significaban instituciones liberales. La historia, la psicología, la política, el periodismo siguieron siendo disciplinas rectoras de la vida intelectual del siglo veinte argentino.Podemos pensar que son disciplinas arraigadas y naturalizadas que nos representan como cultura, junto con la literatura y las artes en general, incluido el cine. De todas las nuevas ciencias humanas y sociales es la psicología la que ha alcanzado un desarrollo mayor en el país. Argentina es uno de los más importantes centros internacionales de psicoanálisis. Nuestros presupuestos para promoción cultural y educación universitaria son modestos, comparados con el de los países desarrollados, pero hemos hecho progresos académicos y hemos tenido avances en las áreas de investigación en los últimos cien años.Si el desarrollo de nuestra cultura intelectual y académica es aún limitado, el de nuestra cultura artística ha sido brillante: el siglo XX fue un siglo destacado para nuestras artes, y las de Latinoamérica en general, que han logrado gran reconocimiento en todo el mundo, por su originalidad y su excelencia. En el mundo de las letras, aparecieron grandes escritores que, ya desde el Modernismo, a fines del siglo XIX, nos transformaron en líderes reconocidos en todo el mundo. Escritores como Martí, Darío, Lugones, Mistral,Borges, Vallejo, Neruda, Rulfo, Paz, Sábato, Cortázar, García Márquez proyectaron su influencia en muchas otras literaturas y lenguas. Esperemos que en el siglo XXI mejore nuestra vida intelectual en aquellas áreas que necesitamos desarrollar para madurar como sociedad, y se destaquen nuestros críticos, politólogos, sociólogos y psicólogos. Hay todo un campo abierto para nuestros investigadores y ensayistas del futuro.
Descripción: https://html1-f.scribdassets.com/6s54zc3eyo3qfsgr/images/7-713bc6829c.jpg


habían tenido los prohombres liberales, como Sarmiento y Mitre, y los condenados por los liberales, como Rosas y los otros caudillos, censurando a los historiadores liberales. Su sentido crítico se extendió a otras disciplinas. Los ensayistas y críticos literarios nucleados en la revista : 
"Contorno", enjuiciaron el papel de los escritores liberales, atacando particularmente a los que consideraban representantes del grupo de la revista :"Sur"
 La polémica fue violenta y agresiva, y mostró que la cultura liberal dominante representab sólo los intereses de un sector de la población y no a toda la sociedad. Se había impuesto por la fuerza y marginado otros intereses culturales. Los diferentes sectores sociales tenían intereses culturales y necesidades educativas distintas. El arte culto y la literatura eran el modo favorito de expresión de los sectores que habían tenido buena educación escolar, casi todos pertenecientes a la oligarquía y a la burguesía. Los sectores proletarios disfrutaban del arte popular y los deportes.

 Los deportes, despreciados por los intelectuales, eran un medio democrático fundamental de entretenimiento y socialización para las masas. El gobierno pasó a organizar los deportes, sacando del anonimato al proletario y a la gente del interior, que pudo viajar a Buenos Aires a participar en los campeonatos promovidos por la Secretaría de Deportes. En esta sociedad de arraigo popular, el entretenimiento de masas y las expresiones de su cultura alcanzaron mayor representatividad.

Elpueblotuvogranprotagonismo, participaba activamente en las manifestaciones políticas masivas y militaba en los sindicatos de trabajadores. La pequeña burguesía culta, orgullosa de su educación y sus méritos artísticos, se sintió profundamente desplazada e ignorada, y se llenó de odio y resentimiento ante este protagonismo de las masas. Así lo evidenció la actitud de sus artistas, como Borges y Martínez Estrada, que reaccionaron con gran odio y desprecio ante el pueblo peronista y su líder.

 Esto expuso el enfrentamiento entre arte burgués y arte popular, entre una cultura al servicio de las grandes expresiones artísticas, casi todas de origen europeo, y una cultura al servicio de las necesidades de expresión del pueblo bajo. Esta oposición se materializó en el enfrentamiento, por ejemplo, entre la música clásica y el tango, entre los ritmos europeos y los latinoamericanos, entre la literatura elevada y las expresiones de la cultura popular, como el teatro de revistas o los programas cómicos radiales, y entre el cine de imitación de Hollywood y las comedias cinematográficas populares melodramáticas con héroes de los sectores pobres, como Catita y Luis Sandrini.
Descripción: https://html2-f.scribdassets.com/6s54zc3eyo3qfsgr/images/8-d034beba2c.jpg
Si bien la cultura popular no puede reemplazar a la alta cultura letrada, dada su rica historia, sus logros y sus aportes, esta situación puso en evidencia el carácter clasista de esta cultura. Autores como Jauretche denunciaron desde el periodismo, uno de los géneros más militantes, a los sectores liberales, que falsificaban la historia, la literatura y la cultura. Las experiencias del Peronismo durante los años del gobierno de Perón y en los años de la Resistencia tuvieron un gran impacto en la cultura argentina. En el siglo XXI interpretamos al Peronismo con un sentido de referencia distinto. Para los individuos cultos contemporáneos al gobierno de Perón, como Borges y Martínez Estrada, el Peronismo era sinónimo de incultura, de barbarie. Las ideas sobre el Peronismo cambiaron durante la Resistencia, cuando se transformó en un movimiento perseguido y  proscripto. Lo persiguió la dictadura militar y los gobiernos sumisos que los militares  promovieron y alentaron, en alianza con partidos cómplices, como el Radical. Estos  partidos se beneficiaron de la proscripción del Peronismo y, haciendo concesiones a la oligarquía conservadora y al imperialismo internacional, lograron llegar al poder para implementar una política servil. Si bien fueron un movimiento de fuerza, las dictaduras militares no fueron fuertes, como lo expresó Perón en una entrevista, porque carecieron de apoyo popular y legitimidad política. Las masas populares siguieron siendo peronistas y jamás aceptaron la proscripción ilegítima de su partido. Su ambición fue reconquistar ese lugar de privilegio que habían tenido, cuando Perón gobernaba y ellas eran  protagonistas, y había una política de estado al servicio de sus intereses. Todos conocemos la historia posterior, en que el partido habría de recuperar el poder para transformarse en el movimiento político más representativo de la historia argentina y de mayor duración en el gobierno. El Peronismo ha dejado documentos importantes a nuestra cultura, en particular los escritos de Perón, que fue un escritor prolífico. Perón escribió antes, durante y después de su primera y su segunda presidencia. Escribió libros de historia militar cuando fue profesor universitario de la Escuela de Guerra, escribió discursos y columnas  periodísticas utilizando seudónimo (Descartes) durante la presidencia, y escribió extensos comunicados y numerosos libros de ensayo durante los años de la proscripción. Su obra completa abarca más de 35 volúmenes.


Además de haber dejado importantes testimonios escritos, el Peronismo enriqueció el mundo político introduciendo actores sociales polémicos e inesperados, que fueron aceptados por muchos y cuestionados por otros en la época: actores individuales, como la actriz de radioteatro Eva Duarte, esposa de Perón, que se transformó en Evita y lideró el movimiento femenino que concluyó dándole el voto a la mujer, y actores colectivos, los trabajadores movilizados en grandes contingentes, que ocupaban las calles con sus manifestaciones, reclamando mejoras laborales y respeto de sus derechos, y expresaban su apoyo o su crítica a la política del gobierno. Los escritores liberales, como Borges y Sábato, que rechazaron políticamente al Peronismo, no dejaron a su modo de testimoniarlo, en forma directa e indirecta, en su obra. No fueron escritores indiferentes a los cambios sociales. Borges introdujo tempranamente en los estudios literarios el análisis cultural de la literatura popular contemporánea urbana, en su libro de ensayos sobre la poesía de Evaristo Carriego, de 1930. En su juventud Borges fue populista e irigoyenista. En la década del cuarenta, influenciado por la personalidad de Victoria Ocampo y otros escritores conservadores y reaccionarios del grupo
Sur, se volvió contra el nacionalismo cultural. Sábato, que había sido en su juventud anarquista y luego destacado dirigente de la juventud comunista, rechazó después la militancia política para abrazar la duda sistemática del Existencialismo y hacerse un agudo observador del ser humano. Su novela : "Sobre héroes  y tumbas", es uno de los mejores documentos sobre la situación especial de la pequeña  burguesía culta y sus problemas materiales y espirituales durante la época del primer Peronismo. Durante la primera y segunda presidencia de Perón, muy pocos escritores apoyaron directamente al Peronismo. Se destacó entre ellos Leopoldo Marechal, que fue funcionario de cultura, y publicó en 1970 su novela sobre la Resistencia, "Megafón o la  guerra"
. Muchos artistas que cultivaban las artes populares y las artes audiovisuales simpatizaron con el Justicialismo, entre ellos los músicos y compositores de tango, como Enrique S. Discépolo, y actores y directores de cine como Hugo del Carril. También recibió apoyo de diversas personalidades del periodismo, el ambiente radial y el mundo del deporte.

 El Peronismo influyó directa o indirectamente en los proyectos personales e intelectuales de muchos jóvenes de la alta y mediana burguesía, como Ernesto Guevara y Fernando Solanas, que sintieron ansias de justicia social y buscaron la participación  política, transformándose en militantes de causas justas. La proscripción y la lucha clandestina durante la Resistencia cambiaron el sentido de la militancia peronista, que se hizo más sacrificada y combativa. Muchos jóvenes se sintieron atraídos a sus filas, como lo testimonia Solanas en el documental : "La hora de los hornos"
 Aparecieron nuevos  pensadores, como Rodolfo Kusch que, formado en la filosofía, se transformó en esos años en etnólogo y antropólogo cultural, haciendo trabajo de campo en el Noroeste argentino y en Bolivia, interpretando con justeza los conflictos raciales de nuestro continente. Se consagraron como escritores militantes políticos surgidos de otras tendencias que acompañaron la gestión peronista, particularmente Arturo Jauretche y Raúl Scalabrini Ortiz, miembros de FORJA, ala juvenil de izquierda del Partido Radical que se había escindido del mismo. Scalabrini fue uno de los principales referentes ideológicos de la política antiimperialista de Perón, y Jauretche se convirtió durante la Resistencia en uno de los polemistas políticos y ensayistas mejores que ha dado el país. Poetas como Leónidas Lamborghini y Juan Gelman crearon un nuevo lenguaje poético y desarrollaron una temática que reflejaba la experiencia peronista. Rodolfo Walsh logró una intensidad notable en sus relatos periodísticos, trayendo al lector el drama que vivía el pueblo peronista.
El gran director Fernando “Pino” Solanas
y el Grupo Cine Liberación produjeron en la clandestinidad la película documental :
 "La hora de los hornos",
 analizando el papel del Peronismo y la Resistencia en la historia  política argentina, desde la perspectiva de los jóvenes revolucionarios. Los dramaturgos que integraban el Grupo de Autores describieron en : "El avión negro", los temores de la oligarquía y la clase media ante un posible  retorno de Perón al país.
   
 La literatura hispanoamericana se formó con los escritos de autores no literarios. Los aventureros españoles que vinieron a colonizar América dejaron un corpus de cartas, memorias y documentos que se convirtieron en nuestra primera literatura hispanoamericana. Y los periodistas argentinos del siglo XIX, como Sarmiento y Mansilla, son nuestros prosistas más talentosos y fundaron nuestra literatura nacional. Cada cultura propone su propia literatura o lo que debe formar parte de ella. Los protagonistas de cada época histórica revisan el corpus de su literatura y lo refundan. El Peronismo transformó la vida espiritual de la nación: el  primer gobierno peronista, la Resistencia y la insurrección de los jóvenes revolucionarios del sesenta y del setenta, que son las etapas que abarco en este libro, cambiaron nuestra conciencia histórica. Lo que han dicho y escrito actores y autores como Perón, Evita, Jauretche, Walsh y Guevara es fundamental para entender la argentina del siglo XX. Borges, Marechal, Sábato, Puig y Piglia convivieron con ellos y reflejaron su  problemática, y sin la perspectiva que aporta su obra, entendida en su justo contexto, nuestra literatura de ficción parecería existir en un vacío estético fuera del tiempo. Estudio libros específicos de los autores escogidos. He evitado hacer un recuento general de ideas. Muchos de estos textos no han sido lo suficientemente bien leídos, o no se los ha leído como parte de un mismo contexto. La literatura siempre está buscando su lugar propio y la política también, para legitimar sus ideas y sus derechos. Es una lucha viva en la que se juega todo. La literatura puede ser tan peligrosa como la política, siempre se vive al borde y se sufre el destino de haber sido encargado de ser el escriba de la tribu y el mensajero de los dioses. Para aceptar muchos de estos textos como parte de nuestra literatura tenemos que ampliar entonces nuestro concepto de lo literario, desestetizarlo. Llamar literatura a ese corpus de textos que modelan la conciencia de una cultura y le dan un lugar en el mundo. Y dejar de lado aquellos textos literarios que no han logrado hacerlo, ya que el tiempo de los lectores es limitado y toda biblioteca selecciona un corpus posible. Para esto tenemos que aceptar la idea de la literatura como una expresión histórica de valor particular, en lugar de considerarla una expresión universal de valor general. La literatura se inserta en el mundo de los valores de su época y contribuye a cambiarlos. Es un elemento dinámico indispensable de la conciencia individual y social sin el cual sería imposible representarnos en el mundo y asumirnos colectivamente como sociedad. Este tipo de propuesta abierta y multicultural responde al espíritu de nuestro tiempo y espero sugiera nuevas direcciones de lectura de nuestros textos, que son nuestra herencia intelectual y artística que necesitamos valorar y discutir. Soy un crítico literario,  pero mi análisis va más allá de lo que normalmente discuten los críticos en los libros,  porque la literatura argentina es un compendio del criterio literario que heredamos de nuestra formación europea, de nuestras ideas originales sobre nosotros mismos y el mundo, de nuestras meditaciones sobre nuestra historia y nuestras reflexiones sobre nuestro mundo político. En ella planteamos nuestro destino y el sentido de nuestra libertad, y allí reside su más alto valor y originalidad. Un buen crítico argentino no puede limitarse a una perspectiva enteramente académica, sobre todo si el formato académico es importado y responde a las imposiciones hegemónicas culturales de los países europeos y de Estados Unidos. De la misma manera que nuestros escritores buscan hacer su propia literatura, nosotros necesitamos crear y hacer nuestra propia crítica, que responda a los desafíos y necesidades de esa literatura. Tenemos que ser lectores flexibles y adaptar lo que nos conviene, rechazar lo que no corresponde y proponer criterios nuevos de interpretación acorde con la originalidad de nuestros textos. El crítico tiene que estar a la altura de su literatura. Después de todo, el crítico no es más que el lector especializado, el profesor de literatura, el hiperlector, el lector compulsivo y obsesivo de nuestro tiempo que ha abrazado la lectura como forma de vida. Los cambios tecnológicos y el acceso a computadoras personales no han hecho más que ampliar nuestro campo de lectura, aumentar nuestro apetito como lectores, ampliar indefinidamente el corpus de textos disponibles, estimular la escritura y comunicación con otros lectores de la autopista electrónica, crear una revolución de la lectura y la escritura, renovar el mundo de los signos, hacernos menos reales y más virtuales, transformarnos en criaturas simbólicas mediadas aún más que antes por un universo de palabras. Esto sólo puede contribuir al 15 florecimiento de la literatura, a la ampliación de sus fronteras, a su multiplicación y enriquecimiento. Traigo una propuesta de literatura y de lectura que espero puedan continuar otros lectores e intérpretes de nuestros textos. Estudio en los actores de los procesos culturales su obra escrita, no siempre literaria, desde la perspectiva de la literatura. Y en los actores literarios analizo aspectos específicos de su obra desde una perspectiva tanto estética como ética y política. Procuro leer la literatura con un criterio amplio, que abarque tanto lo literario como lo extraliterario, porque así se ha formado el corpus literario del pasado nuestro, como síntesis de textos literarios y extraliterarios, a través de los cuales  propusimos nuestra propia idea de literatura. Lo hemos hecho en el siglo XIX, como he  podido comprobarlo al escribir mi libro : Los dilemas políticos de la cultura letrada
 En este otro libro continúo indagando dentro de ese espíritu amplio lo que es nuestra cultura, nuestra literatura y nuestra identidad en el siglo veinte, en el período que abarca desde el  primer Peronismo hasta 1980, fecha de la publicación de : "Respiración artificial", de Piglia, el texto más reciente del corpus que analizo. En estos estudios cada capítulo es independiente del otro y, si bien el libro tiene una perspectiva y propuesta de conjunto, el lector puede escoger el orden de su lectura o seleccionar sólo aquellos capítulos que le interesen. Cada capítulo es una unidad en sí. Este libro es producto de investigaciones, lecturas y reflexiones llevadas a cabo a lo largo de más de diez años y su propuesta es crítica pero también pedagógica. He procurado comunicar al lector ciertos hallazgos, que creo resultan útiles y necesarios para entender nuestra cultura de aquella época desde el siglo XXI. Mi perspectiva es dinámica, tiene en cuenta la movilidad del universo de lecturas, y responde a los cambios que el tiempo  presente introduce en nuestra comprensión del pasado literario. 

                         Alberto Julián Pérez,  Buenos Aires, 1º de julio del 2013