JESÚS DE NAZARET es hasta
ahora uno de los personajes más famosos de la historia. Su imagen y recuerdo ha
estado muy presente en la historia de la humanidad. Jesús cambio muchos de los
conceptos que se había hecho el hombre y que hoy por hoy, siguen siendo
aceptados.
Jesús ha dejado huella en la historia, por ejemplo:
El tiempo se divide en antes de Cristo (A. C) y después de Cristo (D. C).
Sus
seguidores, los cristianos, son alrededor de 2180 millones en el mundo según
estudios de 2011.
El Islam lo reconoce como uno de los mayores y más amados
profetas de Dios.
Muchas de las palabras de Jesús pasaron a la historia como
refranes y expresiones que diariamente usamos: "No solo de pan vive el hombre"
(Mateo 4, 4), "No mires la paja en el ojo ajeno" (Mateo 7, 3), "Con la vara que
midas seras medido" (Mateo 7, 2), "Al César lo que es del César" (Mateo 22, 21),
"Nadie es profeta en su tierra" (Lucas 4, 24), "El que a hierro mata, a hierro
muere" (Mateo 26, 52).
Pero, ¿Quién es realmente? Alrededor del mundo hay muchas opiniones y creencias muy distintas entre sí. Que si era un maestro ascendido, un simple profeta, un semi-dios creado.
Aunque algunos creen que solo fue un gran maestro, una gran persona, o hasta un
arcángel, lo cierto es que solo Dios podía realizar los milagros que él
realizaba, predicar con tanta sabiduría, y ser tan perfecto que ningún hombre lo
ha podido ser. Todos los pactos que Dios realizó con los hombres del Antiguo
Testamento fallaron, se necesitaba a alguien tan perfecto como Dios mismo para
realizar otro pacto.
Jesús vino y enseñó a sus discípulos a orar a su Padre. Les
enseñó que la oración es poderosa, y más cuando se hace en grupo: "También les
aseguró: si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que
está en el cielo se lo concederá. Porque donde hay dos o tres reunidos en mi
Nombre, yo estoy presente en medio de ellos»." (Mateo 18, 19-20)
Y no
solo les dijo esto, también les aconsejó como debían orar: "[...] no hagan como
los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas
de las calles, para ser vistos" (Mateo 6, 5). El primer consejo que da es el de
no orar de manera hipócrita, es decir, orar para que vean que oramos, orar a la
vista de todos, orar para que crean que somos muy religiosos.
"Cuando
oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar
serán escuchados" (Mateo 6, 7). Este segundo consejo nos dice que al orar no
repitamos de manera mecánica frases u oraciones, sino que salgan del corazón,
que no oremos sin sentido, como cuando al querer acabar rápido rezamos oraciones
en segundos muchas veces por solo terminar rápido.
Pero, ¿Y qué
decir? Jesús enseñó una de las más bellas oraciones: El Padre Nuestro. Lo
encontramos en Mateo 6, 9-13 y en Lucas 11, 2-4. Esta oración contiene un saludo
a Dios y 7 peticiones principales y que abarcan muchas necesidades de nuestra
vida.
Algunos no entendieron quien era Jesús, y hoy
sucede lo mismo, "¿Cómo un pecador puede hacer semejantes signos?" (Juan 9, 16)
se preguntaban los judíos. El ciego que Jesús sanó respondió: "Si este hombre no
viniera de Dios, no podría hacer nada" (Juan 9, 33)
Quizá hoy nos falten discípulos, quizá hoy estemos enfermos de soberbia... Sin embargo, el hombre que sufre, el hombre que siente amor, el hombre que tiene esperanza, ese hombre CREE EN DIOS. Ese hombre siente su Presencia.
Seamos Discípulos de Dios, demos el ejemplo de Fe, transitando el camino del Amor, del Perdón, de la Paz. Convivamos en sociedad, como verdaderos discípulos de Dios.
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