Crisis de la mediana edad: estrategias para la segunda mitad de la vida
Miradas y estrategias
Ante esta crisis, no todas las personas reaccionan de la misma manera. En algunas, prevalece el sentimiento de pérdida: la belleza, la sexualidad y aún los hijos se fueron con la juventud. La baja de la autoestima, la sensación de vacío, el aislamiento y hasta la depresión son los síntomas que predominan en esa situación.
En otros casos, se tratará de negar el paso del tiempo con excesivas cirugías, largas sesiones en el gimnasio y adoptando modelos de la cultura adolescente. Y hay quienes podrán encontrar en ese momento de crisis un sentido de oportunidad, una mirada positiva, despojada de mandatos sociales y que permita planificar una nueva etapa de la vida.
Si hace décadas el destino seguro al rondar los cincuenta era esperar que trajeran a los nietos, la prolongación de la vida extendió más el tiempo entre la madurez y la vejez y los avances médicos permiten transitar ese tiempo en un mejor estado físico y psíquico.
Algunas estrategias pueden ayudar a sobrellevar esta etapa y generar una mirada más de cambio y renovación que de crisis e inmovilidad:
Revalorizar las condiciones de ese momento de la vida: más tiempo libre, menos preocupaciones en cuanto a la sexualidad reproductiva y más posibilidades de concretar nuevos proyectos o retomar los postergados.
En otros casos, se tratará de negar el paso del tiempo con excesivas cirugías, largas sesiones en el gimnasio y adoptando modelos de la cultura adolescente. Y hay quienes podrán encontrar en ese momento de crisis un sentido de oportunidad, una mirada positiva, despojada de mandatos sociales y que permita planificar una nueva etapa de la vida.
Si hace décadas el destino seguro al rondar los cincuenta era esperar que trajeran a los nietos, la prolongación de la vida extendió más el tiempo entre la madurez y la vejez y los avances médicos permiten transitar ese tiempo en un mejor estado físico y psíquico.
Algunas estrategias pueden ayudar a sobrellevar esta etapa y generar una mirada más de cambio y renovación que de crisis e inmovilidad:
Revalorizar las condiciones de ese momento de la vida: más tiempo libre, menos preocupaciones en cuanto a la sexualidad reproductiva y más posibilidades de concretar nuevos proyectos o retomar los postergados.
- Ponerse en contacto con los propios deseos, pensar un plan de vida y disfrutar del nuevo tiempo.
- Intercambiar las expectativas que se tienen para la nueva etapa con la pareja, familia y amigos.
- Transitar ese tiempo como una oportunidad para cambiar, crecer o modificar lo que no nos satisface.
- Concentrarse en lo que se está ganando y no en lo que se está perdiendo.
- Reconocer y aceptar las transformaciones de la propia imagen y no atarse a los estereotipos de belleza asociados a la juventud.
- No quedar atrapado en modelos de envejecimiento del pasado.
- Aceptar desafíos que le den un nuevo sentido a la vida.
- Buscar nuevos intereses que amplíen el propio mundo.
- Mantenerse en actividad, tanto físicamente como socialmente. Cuidar el cuerpo y propiciar los vínculos sociales.
- Repensarse, reactualizar ideales y proyectos, sentir que algo comienza y no que termina puede ser la clave para transitar plenamente la segunda mitad de la vida.
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