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"Líneas y Entre Líneas"...

... los invita a disfrutar , con otra mirada y con sus opiniones personales, de los encuentros y desencuentros en los distintos roles que hoy nos tocan vivir en la sociedad.

En este espacio, "La Educación" será el centro en torno al cual giren los distintos temas. A veces delirantes, otras veces reales, mutando de una expresión dura a una actitud tierna.

Así serán las interesantes propuestas y sugerencias hacia un mismo objetivo : "Convivir en Sociedad"


lunes, 13 de agosto de 2018

Padre Pedro Opeka

NOTA DE PORTADA DE VALORES RELIGIOSOS

La fórmula que aplica el padre Opeka para salir de la pobreza

En Madagascar, este misionero argentino, de la congregación de San Vicente de Paul, fundó cinco pueblos con viviendas dignas para más de 20.000 personas, y consiguió que los chicos vayan a la escuela y los mayores accedan a un trabajo. Cómo lo logró.
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Por Jesús M. Silveyra
Escritor*



Madagascar es una isla (la cuarta en tamaño del mundo), que se encuentra en el Océano Índico, a unos cuatrocientos kilómetros frente a Mozambique. Esta ex colonia francesa, que alcanzó su independencia en 1960,  tiene una población de 25 millones de habitantes. Ubicado entre los diez países más pobres del mundo, con el 71% de la población debajo de la línea de pobreza y tres cuartas partes que vive con menos de 500 dólares al año, tiene el cincuenta por ciento de los niños mal nutridos y el cincuenta y uno por ciento tiene problemas de acceso al agua potable. Cifras del Banco Mundial que hablan por sí solas del nivel de marginalidad y pobreza.

El misionero de la Congregación de San Vicente de Paul, Pedro Pablo Opeka, en 1970, con tan sólo veintidós años de edad, llegó por primera vez a la isla. Este sacerdote argentino, hijo de eslovenos (que emigraron a nuestro país luego de la segunda guerra mundial), comenzó así una historia de vida consagrada a los pobres que se extendería por más de cuarenta años de estancia en Madagascar. Luego de dos años de misión en el sur de la isla, viajó a Europa para completar sus estudios teológicos y en 1975 fue ordenado sacerdote en la Basílica de Luján, para retornar definitivamente y hacerse cargo de una parroquia en el sur de la isla.

Desde muy chico aprendió el oficio de albañil de su padre y durante los quince años que pasó en aquél perdido lugar no sólo se ocupó de la formación de cientos de grupos de jóvenes (tanto en la espiritualidad como en el deporte, ya que Pedro era un eximio jugador de fútbol), sino que construyó escuelas, dispensarios e iglesias. En 1989, con su salud quebrantada por el paludismo (malaria), fue elegido para hacerse cargo del seminario en Antananarivo, la capital del país.

El primer impacto que le produjo la ciudad fue la miseria circundante: gente viviendo en las calles y en los basurales de los suburbios en condiciones infrahumanas, donde los niños peleaban con los cerdos por un trozo de comida. Fue en ese momento que Pedro se dijo: “tengo que hacer algo, esta gente no puede vivir así, Dios no lo quiere, son los hombres los que lo permiten”.

Así, según me diría: “cuando más débil me sentía, actuó más fuerte la Providencia”. Una mañana, a mediados de 1989, Pedro fue a las colinas de Ambohimahitsy, donde la gente vivía en casas de cartón próximos al basurero municipal, en un estado que describiría como de un verdadero “infierno”. La violencia, prostitución, el consumo de drogas y el alcoholismo, eran moneda corriente para aquella gente que repartía su vida entre los vicios, la mendicidad y el cirujeo en los basurales. “Un hombre me hizo pasar a su casucha de cartón de un metro veinte de altura”. Allí dentro, frente a un pequeño grupo, Pedro les dijo: “Si están dispuestos a trabajar, yo los voy a ayudar”. Y la gente aceptó la propuesta, dando comienzo “una historia de amor o aventura divina para salir de la pobreza”, como la definiría el padre Opeka.

Con la colaboración de un grupo de jóvenes universitarios, nació la Asociación Humanitaria Akamasoa (que en lengua malgache significa: “Los buenos amigos”). Pedro consiguió tierras fiscales y ayuda económica para comprar materiales, alimentos, herramientas y semillas. Un grupo de las familias fue trasladado al campo para iniciar una nueva vida, naciendo así el primer pueblo de la Asociación, al que llamaron: “Don del creador”. Con las restantes familias que permanecían en los suburbios de  la capital, iniciaron la construcción del segundo pueblo, llamado Manantenasoa (“Lugar de Esperanza”), comenzando a explotar una cantera y a levantar viviendas dignas para la gente.

Hoy, luego de veintisiete años de intenso esfuerzo, los números reflejan los resultados obtenidos. Más de veinte mil personas viven en los cinco pueblos de la Asociación. Miles de chicos asisten a las escuelas y otros miles de personas trabajan en las distintas actividades de Akamasoa que van desde la explotación de canteras, fabricación de muebles y artesanías, hasta la prestación de  los servicios comunitarios: educación, salud, y mantenimiento. Cada pueblo cuenta con su dispensario y tienen un hospital. Asimismo, desde su fundación más de quinientas mil personas han pasado por su Centro de Acogida, donde reciben ayuda temporal y son encaminados a reorientar sus vidas.

A mediados de 2004, viajé al lugar para escribir un libro sobre la vida del padre Opeka. Su personalidad me impactó desde el primer momento, lo mismo que le ha ocurrido a quienes lo han propuesto varias veces para el “Premio Nobel de la Paz”. Pedro es un líder nato que combina valentía con dulzura, porque como dice él “ambas van de la mano”. A su condición de sacerdote misionero, agrega las de deportista, constructor y filósofo de la promoción social. “El asistencialismo, cuando se vuelve permanente (excepto en los casos de ancianidad, niñez o incapacidad) termina convirtiendo en dependiente al sujeto de la asistencia y Dios vino al mundo para hacernos libres, no esclavos”. Según Pedro, no existe una receta única para salir de la pobreza. “Se sale con el corazón y la voluntad, con el trabajo duro y el esfuerzo”.

Para él, la única forma de que los pobres y excluidos recuperen su dignidad es “a través del trabajo y la educación”. De allí que en Akamasoa todo esté centrado en ello. El gran secreto de esta obra humanitaria, ha sido saber canalizar los recursos recibidos en obras concretas y perdurables en el tiempo, generando, a la vez, fuentes de empleo para los habitantes de los pueblos, pero sin cerrar la comunidad. De allí que muchos de los miembros de Akamasoa trabajen fuera de la Asociación y que miles de niños y enfermos venidos de afuera sean atendidos y educados por ellos.

“Lo que ocurre en muchos países en vías de desarrollo es que los recursos disponibles para la acción social son mal utilizados por el Estado”, afirma Pedro. En cambio, en Akamasoa, cada donación que ingresa tiene un destino prefijado y controlable por parte de sus benefactores. El objetivo es ser autosustentables y es lo que impulsa a toda la comunidad a vivir en la esperanza basada en los resultados obtenidos, donde cada piedra, puerta, habitación, sala o techo, ha sido cimentada por el propio esfuerzo de los habitantes del proyecto. “Hay que combatir el asistencialismo hasta en la propia familia. Porque si no, no dejamos crecer a los hijos y los acostumbramos a recibir todo de los padres. Asistir a alguien sin ninguna exigencia es matarle su espíritu de iniciativa". Pedro apuesta fundamentalmente a las nuevas generaciones nacidas y educadas en Akamasoa. Ellos son la mejor prueba de que salir de la pobreza es posible si al ser humano se le dan oportunidades y herramientas para lograrlo. “Prefiero que un día me echen de aquí por haberlos hecho trabajar, a que me levanten un monumento diciendo que el padre era muy bueno y nos daba todo sin exigirnos nada a cambio”.


(*) El autor es escritor del libro “Un viaje a la Esperanza”, sobre la obra de Pedro Opeka (editado por Lumen).

"La lengua de las mariposas"

El cuento de “La lengua de las mariposas” de Manuel Rivas trata sobre la relación de un niño y su maestro durante los meses previos a la sublevación militar contra la Segunda República que dieron comienzo a la guerra civil española. Se abre con la presentación del niño protagonista del cuento, Moncho (Manuel Lozano), quien tiene miedo de ir a la escuela, ya que lo habían asustado al decirle que los maestros pegaban a los estudiantes. Moncho no quiere ir a la clase porque teme que el maestro le pegue, como era costumbre en la educación represiva de la época. Pero su maestro no es así. Don Gregorio utiliza el método de observación como enseñanza. Durante estos sucesos, está ocurriendo la guerra en Madrid, y en el cuento, relatan sobre las bases políticas del pueblo.
Don Gregorio le enseña muchas cosas a Moncho, principalmente sobre la libertad. Cuando los nacionales sublevados en julio de 1936 se hacen con el gobierno civil y militar provincial, se llevan a varios republicanos en un camión, entre los que se encuentra en particular don Gregorio. Los padres de Moncho, especialmente su madre, le exhortaba a su hijo que gritara a los republicanos, mostrando su “postura” política. Comenzaron gritando "¡Rojos!, ¡Asesinos!, ¡Anarquista!", pero al final, Moncho se fue corriendo detrás del camión, tirando piedras y gritándole a don Gregorio: “¡Tilonorrinco! ¡Espiritrompa!”, dos cosas que Moncho aprendió con su maestro.

Marco político de fondo en el que suceden los hechos relatadosEditar

Los hechos relatados en el cuento “La lengua de las mariposas” reflejan una realidad vivida en Galicia durante las semanas posteriores a la sublevación militar del 18 de julio de 1936, en la cual los militares nacionalistas consiguieron hacerse con el gobierno civil y militar de las capitales de provincia gallegas. A partir de ese momento y durante muchas semanas, grupos de falangistas y guardias civiles recorrieron todo el territorio gallego apresando miles de personas que cumpliesen una o varias de las siguientes características: ser militantes de partidos o sindicatos de izquierda, ser defensores de la lengua gallega o políticos galleguistas, ser maestros/as y haber ejercido la profesión con un enfoque didáctico moderno y/o laico, de acuerdo con las ideas de la Institución Libre de Enseñanza y el Museo Pedagógico Nacional. La mayor parte de los cuerpos de esas personas asesinadas, enterrados en cunetas y fosas comunes, está todavía sin exhumar.[1]
Lo acontecido más tarde, cuando la sublevación degeneró en una guerra abierta entre el ejército republicano y el nacional, se sucedieron innumerables actos de barbarie cometidos por los dos bandos, ocultando para la historia el horror de esas matanzas sucedidas en Galicia inmediatamente después de la sublevación, pero antes de la guerra generalizada.
Otro factor que ha servido para ocultar o justificar esos horrores cometidos en Galicia fue el uso de los mismos argumentos que los vencedores de la guerra civil han esgrimido para justificar otras barbaries similares: que se trataba de la reacción a una situación previa de desorden social en la cual grupos incontrolados de izquierdistas asesinaban a religiosos y a personas de derechas.[cita requerida]
Los hechos que Manuel Rivas relata de forma personalizada en la relación de un maestro y su alumno, llevados al cine por José Luís Cuerda, son los siguientes: sin una situación previa de desorden social ni haber aún una situación de guerra civil declarada (la guerra entre ejércitos no comenzó inmediatamente después de la sublevación), determinados grupos de falangistas y guardias civiles sublevados cometieron en Galicia miles de asesinatos de personas por el mero hecho de tener ideología de izquierdas, galleguista, o por ser maestros renovadores y laicos.[cita requerida]

Argumento de la películaEditar

Narra la cotidianidad en la Galicia rural de 1936. Moncho se incorpora a la escuela (Rosalía de Castro) con cierto temor, pero don Gregorio no es un maestro severo, sino preocupado por que sus alumnos adquieran conocimientos y valores. Simpatizante de la Segunda República Española, el alzamiento militar del 18 de julio altera la vida en el pueblo, que transcurrirá marcada por el inicio de la Guerra Civil.

Aprender un idioma...

Cómo aprender un idioma estudiando solo 20 minutos al día

¿Cuánto tiempo deberías invertir al día para aprender un nuevo idioma? Nos reunimos con una de nuestras expertas en lingüística para descubrir por qué Babbel te ayuda a hablar un nuevo idioma con solo 20 minutos de estudio al día.
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ESCRITO POR CLAIRE LARKIN
Cómo aprender un idioma estudiando solo 20 minutos al día
Como es de esperar en una empresa de aprendizaje de idiomas, casi todos los que trabajan en Babbel son multilingües. Digo casi porque (todavía) yo no soy una de ellas. Al igual que muchos hablantes nativos de inglés, mis intentos por aprender un segundo idioma en la escuela fueron en vano. Ahora que vivo en Berlín, por fin he alcanzado un nivel intermedio de conversación en alemán, pero no se puede comparar al de mis compañeros. Todos los días escucho a gente en la oficina hablando un montón de idiomas diferentes, cambiando de código en conversaciones como si nada y traduciendo sus divertidos modismos al inglés. Sin embargo, incluso entre los aprendices más ávidos en Babbel, nunca verás a alguien leyendo 101 libros de texto en francés o estudiando desesperadamente para alcanzar la elocuencia de Jean Paul Sartre.
Esto se debe a que el enfoque educativo de Babbel aconseja invertir unos 20 minutos al día para aprender un nuevo idioma, un tiempo sorprendentemente corto en comparación con el tiempo que se espera que los universitarios dediquen a estudiar otra lengua en su tiempo libre (alrededor de unos 90 minutos). Ahora bien, ¿cómo es que los compañeros de Babbel logran aprender nuevos idiomas a pesar de dedicar menos tiempo del que yo invertí aprendiendo a conjugar verbos en español en el instituto? Para averiguarlo, me senté a conversar con Karoline Schnur, lingüista de Babbel, quien me explicó por qué solo necesitas 20 minutos de aprendizaje al día para dominar un nuevo idioma.

El enfoque de Babbel

Karoline comenzó aclarando los principios básicos del enfoque de aprendizaje de Babbel: “Cuando un estudiante lee mucha información, es casi imposible que logre absorberla toda. Esto es lo que se conoce como sobrecarga de información o sobrecarga cognitiva”. También me explicó que el cerebro sabe diferenciar perfectamente entre las informaciones realmente importantes para nuestra vida diaria y el “ruido de fondo”. Así, las informaciones menos relevantes son descartadas y, por lo tanto, nunca llegan a guardarse en nuestra memoria a largo plazo. Esta estrategia es ideal en nuestra vida cotidiana, pero no tanto para el aprendizaje de idiomas.
Karoline también quería disipar los mitos sobre los “atracones de aprendizaje” a los que se suelen someter algunos estudiantes: “Esto se da cuando tienes un examen muy importante y tratas de aprender y memorizar todo lo que puedes. Ahora bien, ¿cuánto recordarás realmente después de una semana? Probablemente no mucho”. Así, en lugar de preocuparnos por memorizar muchas cosas a la vez, resulta más eficaz repetir cantidades más pequeñas de información con mayor frecuencia. “Para almacenar algo en la memoria a largo plazo, debes hacer conexiones y repetirlo. La repetición es una parte fundamental del aprendizaje de un idioma nuevo”, continuó Karoline.
Afortunadamente, la aplicación de Babbel fue diseñada teniendo en cuenta las limitaciones de la memoria humana. 20 minutos al día se corresponden con el principio de “fragmentación” en psicología: nuestros cerebros funcionan mejor cuando absorben alrededor de siete cosas nuevas a la vez. Como explicó Karoline: “Si consideras la capacidad de tu cerebro para digerir alrededor de siete nuevos fragmentos de información, el tiempo es una clara limitación. Para Babbel una buena manera de aprovechar el tiempo sería repetir 10 elementos durante unos 5 minutos, para luego hacer una nueva lección, que dura unos 15 minutos. ¡Y listo! Así de simple habrás completado tus 20 minutos diarios”. 
Suena bastante fácil, ¿verdad?

Un enfoque científico que funciona

Habiendo comprendido algo de la ciencia detrás del enfoque de Babbel, era hora de ver cómo la aplicación refuerza este enfoque. Según Karoline, “El repaso ha sido incorporado en las lecciones por medio de diferentes ejercicios y contextos, para que el estudiante logre hacer estas conexiones”. Es posible que en los cursos para principiantes te encuentres con cierto vocabulario y que, posteriormente, lo tengas que repetir en diálogos más elaborados y no solo en los contextos obvios. Por ejemplo, un curso sobre el habla de los niños pequeños no solo contará con el vocabulario estándar de la educación infantil, sino que también incluirá palabras relacionadas con las personas mayores, la construcción y el ruido. Esto se debe principalmente a que nuestro mundo es dinámico y es importante recordar estas palabras en cualquier momento, ¡no solo en el jardín de niños!
Debido a la gran importancia de repetir lo aprendido, la aplicación de Babbel tiene un sistema de repaso diseñado únicamente para repetir la información y afianzarla en tu memoria a largo plazo. Al hablar de la lógica detrás de este enfoque, Karoline explicó: “Este punto de vista también proviene de la psicología y está basado en intervalos de tiempo. Cada vez que repasas algo y lo corriges, avanzarás un paso”. Al usar la aplicación, notarás que algunos temas aparecerán de nuevo no solo después de que completes una lección, sino también durante los días y las semanas siguientes. “Sin embargo, el intervalo de tiempo en el que estos se repetirán irá aumentando si aciertas en tus respuestas. Cuando vemos que has completado todos esos pasos, comprendemos que ya se han afianzado en tu memoria a largo plazo'”, continuó. De esta manera, Babbel no solo se asegura de que memorices el vocabulario, sino de que realmente aprendas el idioma.
Aprender un idioma estudiando 20 minutos al día

Nuestros trucos y consejos para aprender idiomas

  1. Aprende sobre la marcha
    Con solo 20 minutos de estudio diario, estaba ansiosa por pedirle a Karoline cualquier consejo que pudiera darme para aprovechar mejor mi tiempo. “Si determinas los momentos del día en los que tienes más y menos tiempo, podrás elegir más fácilmente la lección apropiada. En Babbel, hemos diseñado nuestras lecciones para que se ajusten perfectamente a los momentos en los que estás esperando en una fila o de camino al trabajo “. Muchos usuarios (incluidos muchos empleados de Babbel) usan la aplicación mientras se desplazan en algún medio de transporte público, especialmente de camino al trabajo. Es la manera perfecta de ocupar intervalos de tiempo que normalmente son aburridos.
  2. Encuentra el método de aprendizaje que mejor se adapta a tus necesidadesKaroline señaló que los estudiantes pueden adaptar sus métodos de estudio a su tipo de personalidad. “Hay dos tipos de estudiantes: los que tienen y disfrutan de las rutinas y los que no. A los que les gustan las rutinas les recomiendo que hagan su propio horario y lo mantengan, por ejemplo, repasando dos lecciones previas y completando una nueva. Y, por otro lado, tenemos a quienes no les gustan las rutinas, es decir, quienes prefieren no hacer lo mismo todos los días”. Para ellos, Karoline sugiere dedicar algunos días solo a repasar (¡ojo! no quiere decir que sea un día perdido, ¡porque no olvidarás nada!) y otros días solo a tomar nuevas lecciones, en el orden y la medida que prefieran.
  3. Crea confianza a través de la práctica
    Karoline también recomienda concentrarse un día por semana en aplicar el idioma a la vida real: “Si hay un restaurante italiano en tu ciudad, ¿por qué no saludar con un Buonasera o intentar pedir en italiano? Si esto es imposible en tu lugar de residencia, internet ofrece innumerables fuentes para leer o escuchar un nuevo idioma, o para encontrar una comunidad en línea donde comunicarte. Usar el idioma en un contexto real es la mejor manera de afianzar la información adquirida en la memoria a largo plazo”. Si tu plan es usar el lenguaje en la vida real (¿qué otra cosa podría ser, no?), entonces deberías ponerlo en práctica.
  4. Crea hábitos de aprendizaje diario
    El último consejo de Karoline: “Lo más importante es hacer algo todos los días. Incluso si solo son 10 minutos, en lugar de 20, un poco es mejor que nada, ya que se reforzaron las conexiones”. Aunque dedicar 20 minutos al día es el objetivo ideal del aprendizaje de idiomas, la clave para el dominio de una nueva lengua es la práctica diaria. Si eres constante estarás hablando un nuevo idioma en muy poco tiempo.

Comienza a aprender un idioma ahora. ¡Solo toma 20 minutos por día!

No será ley "La despenalización del aborto"


Tras el "no" del Senado

Campaña Nacional por el Aborto: 

"Logramos la despenalización" 

social y alcanzaremos la ley"

Adelanto de un comunicado que difundirá esta tarde la Campaña 

Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito.

La votación del Senado que rechazó por siete votos (38 a 31) la legalización del aborto impulsó una modificación en el hashtag#quesealey, creado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito. Ahora proponen #seráley, aludiendo a que el debate ya está instalado en la sociedad y a que alcanzar el objetivo "es cuestión de tiempo".
Las referentes de la Campaña estuvieron reunidas este viernes a la mañana redactando una declaración y los ejes de acción para mantener la demanda por el aborto en la agenda política.
Clarín accedió a los puntos más importantes de un texto que harán público esta tarde y que anticipa cómo seguirá "la lucha del pañuelo verde":
La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito agradece el acompañamiento social y político sin fronteras ante el cierre del tratamiento del Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Logramos tocar las puertas del Congreso, entrar, que se escuchen nuestras voces y argumentos y contagiar a nuestrxs representantes de una lucha que pertenece al movimiento de mujeres, lesbianas, travestis y trans y feminista; y eso es inédito e histórico. Porque disputamos, dialogando, la forma en que queremos que se hable sobre nosotrxs en las normas y las instituciones. Hemos marcado una época y cambiado con nuestro paso, la política nacional. Logramos la despenalización social y más temprano que tarde alcanzaremos la Ley.
No hay ganadores cuando las mujeres y personas gestantes de nuestro territorio siguen abortando en clandestinidad. La reflexión es profunda: ante la oportunidad de cambiar se ha elegido conservar el statu quo penal de 1921 y sostener una norma que discrimina porque condena a solo una parte de la población. Sin embargo, las mujeres y personas gestantes seguiremos abortando por más que lxs fundamentalistas del feto no quieran.
Desde ahora, cada muerta y cada presa por abortar será responsabilidad del Poder Ejecutivo Nacional y de lxs 38 senadoras y senadores, integrantes del Poder Legislativo, que se abstuvieron o votaron en contra de nuestro derecho a la vida, a la salud y al reconocimiento de nuestra dignidad. Rechazaron la demanda popular de aborto legal, seguro y gratuito en un proceso democrático de construcción legislativa en el que además ninguna propuesta alternativa a la problemática ha resultado.
Desde ahora contamos en cada acción con el apoyo de lxs millones de personas que se movilizaron el 13 y 14 de junio y el 8 de agosto de 2018 y que hicimos que en las calles el aborto ya sea Ley.

​En octubre, en Chubut

Laura Solomé, quien participó en la redacción de la nueva declaración de la Campaña, detalló a Clarín los próximos pasos de la lucha: ​"Llamamos a seguir abrazadas en amorosos pañuelazos, en Argentina, en nuestra América y en el mundo. Llamamos a no votar candidatos/as que nos hayan negado o que se hayan posicionado contra nuestro derecho a decidir, a la vez que instamos a cada partido político a que incluya en su plataforma electoral, rumbo a las elecciones de 2019, la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo".
Además, Solomé confirmó que el próximo encuentro masivo entre referentes verdes será en octubre, en el Encuentro Nacional de Mujeres en Chubut. "Para debatir y crear más estrategias", aseguró.
Por 38 votos en contra y 31 a favor los senadores rechazaron el proyecto de aborto legal que los diputados habían aprobado el 14 de junio. El presidente Mauricio Macri había anunciado su disposición a promulgar la ley en caso de que fuera aprobada, pese a los pedidos de la Iglesia católica y de algunos grupos de médicos para que la vetara.
Acciones de las militantes aparte, el aborto seguirá en la agenda política desde el proyecto de reforma del Código Penal, que contemplará la despenalización para las mujeres que aborten. Según el código vigente, pueden recibir hasta cuatro años de prisión.
El Ejecutivo lo enviará el 21 de agosto a la Cámara Alta como una vía intermedia entre las posturas verde y celeste