Cómo tratar una lesión de la ingle
El dolor en los muslos internos ocasionado por una lesión en la ingle puede variar de leve a grave y podría sucederle a cualquiera, sin importar su edad. El dolor es el resultado de un desgarro o una ruptura en uno de los cinco músculos que recorren la parte interna de la ingle, los cuales están unidos al hueso pélvico en el extremo superior, y se encuentran justo arriba del área de la rodilla en el otro extremo. El tratamiento requiere paciencia y un regreso gradual a la actividad física. Se requerirá atención médica en el caso de las lesiones graves y aquellas que curen con lentitud.
Parte 1 de 3:
Obtener alivio inmediato
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1Aplica hielo sobre el área. Aplica hielo sobre el área lesionada lo más pronto posible a fin de limitar la inflamación, detener el sangrado bajo la piel y evitar los hematomas.[1]
- Aplica hielo por 15 minutos cada dos o tres horas dentro de las primeras 24 a 72 horas posteriores a la lesión.[2]
- Evita aplicar hielo directamente sobre la piel. Toma una compresa, hielo molido en una bolsa o verduras congeladas como las arvejas, y envuélvelos con un paño o una toalla antes de colocártelos.[3]
- Sigue aplicándote hielo por varios días luego de la lesión y, al retomar la actividad, hazlo 3 o 4 veces al día, o justo después de realizar una actividad leve.[4]
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2Descansa. La gravedad de tu lesión en la ingle determinará el tiempo durante el cual tengas que evitar la actividad física.[5]
- Los esguinces o las distensiones en la ingle leves y moderados requieren cómo mínimo de 2 a 4 semanas de descanso. En el caso de las lesiones más graves, se requerirán al menos de 6 a 8 semanas (o incluso más) para lograr una recuperación adecuada.[6]
- Tómate al menos entre cinco y siete días de descanso de tus actividades físicas, a fin de que tu lesión comience a sanar. Evalúa tu dolor cuando se cumpla este plazo para determinar el posible regreso gradual a tu práctica deportiva.[7]
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3Comprime el músculo lesionado de la ingle. La compresión ayuda a reducir más la inflamación y a estabilizar el músculo lesionado.[8]
- El uso de una ortesis especialmente diseñada para el área de la ingle será de gran utilidad. Estas están hechas para amoldarse al área de la ingle con comodidad, sin ajustar demasiado, ya que esto podría cortar la circulación en la región. Las ortesis están disponibles en la mayoría de las farmacias.
- También puedes usar una venda elástica, pero procura que la venda no esté demasiado ajustada.[9]
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4Eleva el área. Esto te ayudará a prevenir la hinchazón y fomentar un flujo adecuado de sangre.[10]
- Utiliza toallas enrolladas, cobijas o almohadas para elevar la pierna lesionada con la mayor frecuencia posible. Trata de mantener el área elevada sobre el nivel de la cadera.[11]
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5Alterna entre la aplicación de hielo y calor. Aplícate calor entre las aplicaciones de hielo cuando hayan transcurrido varios días después de la lesión inicial (y si tienes tiempo).[12]
- El calor puede ayudar a aliviar parte del dolor y el malestar relacionados con la lesión.[13]
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6Toma medicamentos antiinflamatorios de venta libre. Los medicamentos que ayudan a reducir la inflamación y el dolor incluyen al ibuprofeno, el naproxeno y la aspirina.[14]
- Los productos de venta libre con paracetamol pueden ayudar a controlar el dolor, pero no actúan contra la inflamación.
- Sigue las instrucciones de la etiqueta del producto o las indicaciones que el doctor te haya dado.
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7Distingue entre los síntomas de una lesión en la ingle y los de otros problemas. Las lesiones o las distensiones en la ingle pueden presentar síntomas similares a los de otros problemas, como una hernia por practicar deporte.[15] Cerciórate de que tu malestar en verdad sea una distensión en la ingle, y no otro problema.
- Los síntomas comúnmente relacionados con una distensión o una lesión inguinal incluyen a la sensación de tirantez o de calambres, dolor repentino o agudo, y dolor cuando el músculo se contrae o se estira.[16]
- Las lesiones graves pueden generar un dolor extremo incluso cuando solo caminas.[17]
- Una hernia por deportes presenta un dolor en la parte baja del abdomen y en la ingle, dolor al toser o estornudar, y un dolor constante en la ingle que se agrava cuando estás activo.[18]
- Las fracturas por tensión en el fémur o el hueso púbico podrían provocar dolor en la ingle y extenderse a las nalgas.[19] Es probable que sientas dolor en la noche, sensibilidad e hinchazón, y tus síntomas no mejorarán si descansas, o si empleas hielo, la compresión o la elevación. [20]
- Si tienes dolor testicular, entumecimiento, hormigueo, una mayor hinchazón, síntomas urinarios y fiebre; tendrás que acudir a un doctor para que identifique otras posibles causas.
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8Haz movimientos de aducción para identificar la lesión en la ingle. Si tus síntomas son leves y no estás seguro del tipo de lesión que tengas, un ejercicio podría ayudarte a determinar si se trata de una lesión inguinal.[21]
- Un ejercicio de aducción que ayuda a identificar una lesión en la ingle consiste en colocar un objeto de poco peso (como una pelota medicinal) entre las piernas e intentar comprimirla apretándola suavemente con ellas. Si esto te causa dolor, lo más probable es que tengas una distensión inguinal.[22]
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9Busca atención médica si tienes un dolor sordo. Un dolor sordo que empeora con el movimiento o ejercicio podría indicar la presencia de una hernia y no de una lesión en la ingle.[23]
- Otra señal de una hernia incluye a la formación de un bulto en el área baja del abdomen o en la región inguinal superior. La hernia se presenta cuando una porción debilitada del tejido muscular de la pared abdominal permite el ingreso de una parte del intestino.[24]
- Una hernia requerirá atención médica.[25]
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Parte 2 de 3:
Buscar atención médica
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1Acude al doctor para determinar el grado de tu lesión. Hay cinco músculos que facilitan los movimientos de las piernas, los cuales se llaman músculos de aducción.[26]
- La aducción consiste en el movimiento hacia adentro, hacia el centro del cuerpo. Las personas que suelen sufrir lesiones que involucran a los músculos aductores son los atletas que corren, patean, hacen carrera corta, cambian de posición con rapidez o ejercen un gran esfuerzo cuando realizan un movimiento de cruce, como patear una pelota de fútbol.[27]
- Los cinco músculos aductores son el pectíneo, el aductor menor, el aductor mediano, el grácil y el aductor mayor.[28]
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2Pídele al doctor que te explique el grado de tu lesión. Las lesiones en la ingle se clasifican según la gravedad de la misma.[29]
- Las lesiones de grado 1 son más leves y surgen al estirar en exceso uno o más de los cinco músculos aductores, además presentan micro desgarros en las fibras musculares de la lesión.[30]
- Las lesiones de grado 2 son las más comunes y provocan el desgarro parcial del tejido muscular.[31]
- Las lesiones de grado 3 son las más graves y causan un dolor más intenso. Estas son el resultado del desgarro o la ruptura total de uno o más de los cinco músculos aductores.[32]
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3Prepárate para un periodo de recuperación prolongado. El tiempo que necesitarás para recuperarte dependerá del grado de tu lesión.[33] En muchos casos, se requerirá hasta 6 a 8 semanas (o incluso más) para permitir que el tejido muscular se cure de forma apropiada. [34]
- Es importante que descanses durante el tiempo que el doctor te recomiende, así evitarás que vuelvas a lesionarte.
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4Vuelve a consultar con el doctor si no detectas una mejoría. Si sientes que tus síntomas empeoran o no sientes una mejoría significativa dentro de un lapso de tiempo razonable, podría haber otra causa para el dolor.[35]
- Visita al doctor según lo indicado para que evalúe el malestar persistente y te examine para detectar otras posibles causas.[36]
- Supervisa tu dolor. Solicita atención médica si sientes que ha habido muy poca o ninguna mejoría, o si tu dolor empeora después de los primeros días posteriores a la lesión.[37]
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5Acude al doctor si notas un bulto. Un área anudada, un bulto o una masa hinchada dentro o cerca de un testículo son condiciones que requerirán atención médica.[38]
- Todo dolor que se presente en la región baja de tu abdomen y hacia un costado, o que se irradie hacia la ingle, también requerirá atención médica.[39]
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Parte 3 de 3:
Prevenir una lesión subsiguiente
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1Ten en cuenta tus síntomas. Emplea la gravedad de tus síntomas como una guía para retomar tus actividades.[40] Si retomas la práctica de tu deporte mientras el dolor persiste, esto puede ocasionar una lesión subsiguiente.[41]
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2Reduce tu actividad deportiva si sientes dolor. Cuando comiences a retomar tus actividades, presta atención a las señales de tu cuerpo y respeta sus límites. Presta atención al dolor que vaya más allá de “ardor” habitual del ejercicio y considéralo como una señal de que debes detener tus actividades.[44] Aumenta el desafío durante el ejercicio, pero no te esfuerces hasta el punto de lesionarte nuevamente.
- Si sientes dolor cuando practicas tu actividad, reduce su intensidad o su duración, y vuelve a retomar tu nivel de una forma más gradual.[45] Podría ser frustrante, pero lo sería aún más tener que dejar de ejercitarte a causa de una nueva lesión.
- El dolor persistente puede indicar una mayor probabilidad de volver a lesionar el área, o puede ser una señal de advertencia de que podría haber otra lesión subyacente. Reduce la intensidad o la duración del ejercicio hasta que el dolor desaparezca. Consulta con el doctor si el dolor persiste.[46]
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3Imita los movimientos que haces cuando practicas tu deporte. Repasa lentamente los movimientos que tendrás que hacer a fin de participar en tu deporte de forma activa.[47]
- Muévete lenta pero deliberadamente, y evita el peso o la fricción, así determinarás si ya no sientes dolor antes de participar en tu deporte de forma activa.[48]
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4Trabaja con un entrenador. Un entrenador que conozca tu deporte no solo podrá ayudarte a lograr la recuperación total de tu capacidad, también te enseñará actividades de calentamiento y estiramiento adecuadas para que evites lesiones futuras.
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5Haz ejercicios de calentamiento y estiramiento. Ten presente que una de las principales causas de una lesión en la ingle es la falta de ejercicios adecuados de calentamiento y estiramiento antes de la actividad física.[49]
- El estiramiento afloja el músculo aductor y lo prepara para la actividad, mientras que un periodo suficiente de calentamiento previo al ejercicio hace que la sangre fluya a los músculos y los prepara para trabajar apropiadamente bajo tensión.[50]
- Masajear el área también fomenta el flujo sanguíneo y calienta las articulaciones.
- Realiza un estiramiento sencillo enfocado en el área inguinal antes y después de entrenar o de participar en una actividad deportiva. Siéntate en el piso con la espalda levemente apoyada en la pared. Junta las plantas de los pies y jálalos hacia tu ingle. Mueve las rodillas hacia el piso de forma suave y lenta. Mantén este estiramiento por 20 segundos y repítelo una vez más.[51]
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6Sigue aplicando hielo y calor. Cuando hayas retomado tus actividades deportivas, sigue aplicando frío en el área después de hacer ejercicio, junto con una compresión y periodos de descanso, por varias semanas más.[52]
- Sigue aplicando calor después de hacer ejercicio a fin de reducir cualquier dolor remanente.[53]
Independientemente de si recibe tratamientos orales diarios o futuros de almacenamiento inyectable, requieren visitas al servicio médico para el tratamiento farmacológico y la vigilancia de la seguridad y la respuesta. Si los pacientes reciben un tratamiento lo suficientemente temprano, la esperanza de vida es casi normal, siempre y cuando el tratamiento exitoso continúe antes de que ocurra demasiado daño al sistema inmunológico. Sin embargo, cuando los pacientes interrumpen el tratamiento, el virus regresa a niveles más altos en la mayoría de los pacientes, a veces asociados con enfermedades graves, porque lo pasé e incluso aumenté el riesgo de muerte. El objetivo del tratamiento del orum es continuar, pero creo que mi gobierno ha fabricado millones de medicamentos ARV en lugar de encontrar una cura. para la terapia continua y el seguimiento. ARV solo no puede tratar el VIH porque es una célula de memoria CD4 de muy larga duración entre las células infectadas y posiblemente otras células que actúan como reservorios a largo plazo. El VIH puede esconderse en estas células sin ser detectado por el sistema inmunológico del cuerpo. Por lo tanto, incluso si el ART bloquea completamente las rondas de infección posteriores de las células, los reservorios infectados continúan antes del inicio del tratamiento, y el VIH de estos reservorios regresa si se detiene el tratamiento. El tratamiento con Ebilir ”puede significar una cura para la destrucción, lo que significa que el VIH puede permanecer en las células del reservorio, pero se eleva a niveles altos, se previene después del cese del tratamiento, elimina completamente el cuerpo del virus del reservorio o un tratamiento funcional contra el VIH. Cree que la enfermedad de Parkinson es una esperanza para las personas que sufren esquizofrenia, cáncer, escoliosis, fibromialgia, fluoro-toxicidad
ResponderEliminarSíndrome Fibrodisplasia Ossificans Progressiva.Fatal Insomnio familiar Factor V Leiden Mutación, Epilepsia Enfermedad de Dupuytren, Tumor desmoplásico de células redondeadas Diabetes, Enfermedad celíaca, Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, Síndrome de fatiga crónica, Síndrome de amidis cerebral. Enfermedad de Alzheimer, carcinoma adrenocortical. Alma, enfermedades alérgicas. El VIH, el herpes, la enfermedad intestinal inflamatoria, la enfermedad, la diabetes, la hepatitis, Tasha y yo hemos leído en línea cómo tratar a Tara, así que hablé con él a través de drituaherbalcenter@gmail.com. whatsapps +2348149277967 Creo que fue fácil durante dos semanas, tomé remedios a base de hierbas y pensé que el Dr. Itua no era muy bueno. ¡Sí lo es! Le agradezco mucho, así que te haré saber si estás sufriendo una enfermedad.