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"Líneas y Entre Líneas"...

... los invita a disfrutar , con otra mirada y con sus opiniones personales, de los encuentros y desencuentros en los distintos roles que hoy nos tocan vivir en la sociedad.

En este espacio, "La Educación" será el centro en torno al cual giren los distintos temas. A veces delirantes, otras veces reales, mutando de una expresión dura a una actitud tierna.

Así serán las interesantes propuestas y sugerencias hacia un mismo objetivo : "Convivir en Sociedad"


domingo, 27 de enero de 2013

La paradoja de la elección


Cuando es nuestra responsabilidad definir situaciones, elegir bienes, seleccionar actividades, películas, entretenimientos, personas, etc., muchas vces nos vemos en problemas. Lo cierto es que encontré como ejemplo perfecto el viejo proverbio holandés que reza: “El que tiene elección, tiene problemas”.

Pasé las primeras dos horas dándole la vuelta olímpica a la programación de TV, sin poder decidirme por un canal para ver, a punto tal que sentí nostalgia por aquellos 5 canales de los ‘80 que nos simplificaban enormemente la tarea; simplemente no había nada decente en la escueta grilla.
El psicólogo norteamericano Barry Schwartz tuvo una experiencia similar hace algunos años, sólo que en vez de despotricar en una columna dominical, optó por escribir un libro que hoy es best seller en la rama de la Economía del Comportamiento.
La tesis central de “The Paradox of Choice” (La Paradoja de la elección, en castellano) es que:
"El hecho de tener que analizar alternativas y decidir, demanda recursos cognitivos escasos, de suerte tal que si las opciones son muchas,el proceso de escoger una, lleva tiempo y nos agota, generando estrés y conduciendo a malas decisiones".
Por esa razón es que los chocolates y otras tentaciones suelen estar junto a las cajas del supermercado, porque los expertos en mercadotecnia han descubierto que a esa altura, ya estamos cansados por las múltiples elecciones que hemos debido hacer y se reduce drásticamente nuestra capacidad de autocontrol.
Por la misma razón:
- nunca debe tomarse una decisión a altas horas de la noche, luego de haber trabajado todo el día, puesto que nuestro cerebro está saturado y el área responsable de pensar las consecuencias de largo plazo de nuestras acciones (la corteza pre frontal dorso lateral) trabaja a media máquina.
 
Con la almohada :
Los estadounidenses acostumbran usar la expresión “I will sleep on it” que traducida a nuestras lenguas quiere decir algo así como, “me lo pensaré con la almohada”.
La Economía del Comportamiento confirma ahora el saber popular con evidencia científica que indica que:
- ganamos mucho si decidimos con la cabeza fresca y entre pocas opciones.
Es más, el Nobel de Economía Herbert Simon, pensaba que el mundo se dividía en dos clases de personas; los individuos que buscaban maximizar la utilidad con sus elecciones y los que se conformaban con elegir las opciones que los dejaran satisfechos, aun cuando no fuesen las mejores posibles.
Barry Schwartz cree que la abundancia de opciones no sólo nos conduce a tomar malas decisiones sino que nos deja angustiados y descontentos con la elección.
 
Quizás Zygmunt Bauman tenía algo parecido en mente cuando hablaba de las relaciones líquidas.
En tiempos de hiperconectividad y fácil acceso a citas con el otro sexo, se multiplican astronómicamente las opciones y no sólo experimentamos angustia de elegir sino que por temor a perdernos otra alternativa mejor no nos comprometemos con la relación.
Después de todo en la cama y en el supermercado, somos humanos.



 

miércoles, 23 de enero de 2013

Responsabilidad de los adultos

Adultos irresponsables
Este es un tema fundamental para nuestra sociedad, que  merece ser estudiado y sobre el cual es necesario reflexionar con compromiso.
El Licenciado Jorge Galli nos instruye sobre el tema, tomando como ejemplo una tragedia :

¿Cuál es el lugar de los padres en las tragedias de sus hijos?

"Instruye al niño en el camino correcto y aún en la vejez, no lo abandonará" Prov. 22:7

De niños solíamos entretenernos un rato con un juego que consistía en preguntar: "Al Gran Bonete se le ha perdido un firulete y dice que lo tiene.... ¡Juan!" "¿Yo señor?" - pregunta Juan - "¡Sí, señor!" responde el grupo. "¡No, señor!" negaba Juan. "¿Pues entonces quién lo tiene?", interrogaba el grupo. "¡Pedro!" Y así el juego seguía indefinidamente hasta que nos aburríamos y pasábamos a otro juego.

Parece que, ya de adultos, seguimos jugando al Gran Bonete, pasándonos las responsabilidades indefinidamente unos a otros, con la diferencia de que éste ya no es un juego y que lo que aquí está en riesgo, es la vida de nuestros hijos.

Han pasado ya ocho años, desde que 192 jóvenes se inmolaran en lo que se dio en llamar la "tragedia de Cromagnon", en el barrio de Once, Buenos Aires, la noche del 30 de diciembre de 2004, y en el mundo de los argentinos adultos seguimos pasándonos la misma pregunta y las mismas negaciones: ¿Yo, señor? ¡No, señor!

Esta tragedia ocurrió en el barrio de Once y fue provocada por la desidia de muchos adultos: padres, empresarios, funcionarios.

En el mundo de los adultos no hemos escuchado una sola autocrítica, un solo mea culpa, un solo gesto de arrepentimiento. Los funcionarios y los empresarios preguntan y niegan: "¿Yo, señor?" Los padres replican: "¿Yo, señor? ¡No, señor!". Y es sobre estos últimos donde queremos centrar esta reflexión, porque es desde los padres que debe surgir el primer atisbo de hacernos cargo de una buena parte del costo de esta tragedia y de la que a diario viven nuestros jóvenes.

La abdicación de los adultos
Por comodidad, por cobardía o por estar a la moda, los padres de las últimas dos generaciones hemos dejado de formar personas responsables, y los resultados están a la vista: el promedio de edad de los muertos en la tragedia es de 22 años, la menor de las víctimas tenía 10 meses, hubo veinte víctimas de entre 10 y 15 años. ¿Quiénes son los primeros responsables de esas víctimas? Una generación de padres irresponsables, que a su vez fueron formados por otra generación irresponsable.

Fue por la década del 60, ¿recuerdan?, cuando la teoría del Dr. Spock, especialista en psicología infantil, desembarcó en nuestros atribulados hogares de padres autoritarios. "Déjelo expresarse y hacer lo que quiera" "No sea una madre castradora". La psicología barata del permisivismo se instaló en los consultorios, en los medios, en las escuelas. Canilla libre para el deseo y berrinche de los pequeños. Y así crecieron, con padres que del autoritarismo total, pendularon hacia la indulgencia total. ¡Los niños al poder! pareció ser la consigna setentista en materia de educación de padres a hijos. En nuestro país, la versión vernácula de aquella teoría la aportó el mediático Dr. Arnaldo Rascovsky quien, entre otras cosas, enseñaba que los buenos padres son los que dicen "Lo que hay en casa es de todos, hacé lo que te guste".

El modelo educativo de libre desarrollo, o del laizzes faire, por el que los padres permiten a los hijos todo tipo de conductas pensando en que deben educarse en una especie de neutralismo en el que nadie debe influir, ha hecho estragos en dos generaciones de padres e hijos.

Hoy estamos de vuelta. El mismo Dr. Spock admite su error. Los resultados están a la vista: en la Argentina todos los días once jóvenes de entre 15 y 24 años pierden la vida en accidentes. ¿Qué puerta no le hemos cerrado los padres a nuestros hijos, antes que encontraran cerradas las de aquel trágico boliche?

La extinción de los jóvenes en manos de los adultos no se agota en las víctimas de una noche fatídica. En el mundo de los argentinos adultos, también nos ingeniamos para promover que el 54% de los jóvenes argentinos viva por debajo de la línea de pobreza, que el 45% no tenga cobertura social, que el 13% abandone el colegio, que el 35% no trabaje ni estudie, que el 12% sea portador de VIH, que el 76,2% consuma alcohol, que el 10% se drogue y que el 25% de los embarazos sean de madres adolescentes. Funcionarios, políticos, profesores, pastores, comerciantes, empresarios, padres... todos los que formamos parte de aquella generación, hoy ya adultos, tenemos que replantearnos que hay algo que no hicimos bien con nuestros jóvenes. Que nuestros abuelos no hicieron bien las cosas, puede ser... pero nosotros no somos Gardel.

En vez de educarlos para la madurez, los infantilizamos, no les exigimos demasiadas responsabilidades para no provocarles más cansancio, o más ataques de ira, o un trauma. El nivel del proyecto de vida ha bajado tanto, que la gran mayoría de nuestros jóvenes carece de certezas y utopías. Es cierto que en la Argentina no existe sólo una manera de ser joven. Están los que tienen a Charly García como dios y hacen un culto de la transgresión, como están los que se queman las sesos para aprobar un examen de ingreso a la Facultad; están los que salen a cartonear, como están los que se postulan para una beca en París. Son seis millones de jóvenes argentinos a los que no podemos poner en una misma bolsa, pero sí afirmar que, a la gran mayoría, los atraviesa el ser hijos de padres complacientes y desorientados.

Sumado al mal de una educación para el libertinaje, los padres argentinos agregamos otros males no menos graves:

a) El aumento de los divorcios. Una investigación seria como la de MacLanaham y Sanderfur, (1994), citada por Tear Fund, ha indicado que tanto el divorcio como la condición de padres/madres solteros sí tienen consecuencias negativas para los hijos a la par de la maternidad soltera y de la violencia doméstica

b) El creciente abandono de los hijos por un padre cada vez más ausente. Los padres que abandonan a la familia también se niegan a contribuir con los gastos financieros de sus hijos. Un estudio llevado a cabo en Chile reveló que el 42 % de los padres ausentes no hacía contribuciones después del sexto cumpleaños del hijo (Sach , 1994).

c) Y lo que es peor: La mítica "viveza criolla" de no hacernos cargo de nuestra cuota de responsabilidad. En la Argentina las desgracias siempre ocurren por culpa de los de afuera: oscuras conspiraciones internacionales, ingenuos compradores de bonos, tontos futbolistas brasileros que toman somníferos pensando que es agua....

Los padres reclaman al Estado por el futuro de sus hijos, pero diluir la responsabilidad parental en las instituciones es acusar al vacío. Hace años que el Estado nos soltó la mano y que las instituciones estallaron. Estado ausente, escuela ausente, iglesia ausente, club de barrio ausente, y sobre todo, familia ausente, forman el cóctel perfecto para justificar la perícopa de esta nota; adultos ausentes, tragedia asegurada.

Lo que pasó en Cromagnon no extraña en una sociedad enferma que jamás ha reconocido ni uno solo de sus errores, hayan sido estos por acción u omisión. Quiero decir que una sociedad enajenada que no se hace cargo de su enfermedad, no puede generar padres sanos que críen hijos sanos.

Mientras tanto, nuestros hijos, los hijos de un sistema que los dejó huérfanos de reglas, o donde la única regla es la de "si te gusta hacelo", siguen cayendo mansos y acríticos ante la seducción estupidizante del tamm-tamm de los boliches o de otros productos anestesiantes del momento.

No todos....
Por supuesto que estamos haciendo una generalización que no hace justicia a muchos adultos. Afortunadamente hay científicos, artistas, comunicadores sociales, religiosos, maestras, voluntarios, y padres que todavía conforman una columna que trabaja a favor de la responsabilidad. Y como decíamos arriba, también hay muchos jóvenes que no transaron con la pavada consumista.

La generación de los derechos
Desde el mundo de los adultos hemos avanzado en el campo de los derechos del niño y del adolescente. Así lo atestiguan las Convenciones alcanzadas a nivel internacional. Celebramos ese avance, en buena hora. Pero hemos dejado de recordarles sus obligaciones. Por temor a ser tildados de represores o fundamentalistas, los padres dejamos de poner reglas a nuestros hijos. Los dueños del mercado aprovecharon el repliegue de los padres y ahora las reglas las ponen ellos.

Obvio, la solución no pasa por volver al autoritarismo patriarcal; creerse amo y señor de los hijos tampoco asegura hijos responsables. Pero permitir que el individualismo se adueñe de sus mentes y de sus cuerpos es cuanto menos, un acto de irresponsabilidad parental. Si hay una labor que debemos recuperar los padres es educarlos para una libertad responsable. Porque de eso se trata, ayudar a nuestros hijos a valorar la libertad como una hermosa responsabilidad.

No educamos hijos para tenerlos indefinidamente bajo el control paterno porque la tarea paterna no es vitalicia, pero tampoco es sano el proceso de pérdida de protagonismo paterno.

No se trata de negar a nuestros hijos el derecho a la diversión, al uso del tiempo libre, a la recreación... pero antes hagamos la pregunta ¿Qué buscan los pibes, diversión o evasión?

Protestas y propuestas
La solución va más allá de encontrar a los responsables de esta tragedia.. El problema está mas allá del funcionario corrupto, del que cerró la puerta de emergencia o del que tiró la bengala. El problema es que nos hemos acostumbrado a una cultura de la irresponsabilidad. Mientras los responsables sólo sean los demás, menos nosotros, padre o madre, seguirá siendo válido pedir justicia, pero no dudemos de que la realidad también seguirá asestando sus dolorosos cachetazos. No es que la protesta carezca de sentido, pero no es suficiente si no va acompañada de una sincera autocrítica. La indignación de los padres es válida, pero no es suficiente si no se sigue de una conciencia que comparta las responsabilidades.

Si este holocausto no nos hace sumar propuestas a la protesta, ¿cuántos otros holocaustos serán necesarios? ¿Cuántos Cromagnon más hacen falta para parar este descontrol?

¿Qué responsabilidades debemos recuperar los padres?

No hay respuestas fáciles ni finales, pero vale la pena ensayar algunas:

- Recuperar el NO. Los padres debemos saber que el NO es un gesto necesario para la constitución del psiquismo humano; su ausencia significa un serio déficit.

- Recuperar la responsabilidad como valor. Ante un estado de modorra moral donde todo da igual, equipemos a nuestros hijos con un sentido de responsabilidad que los ayude a autoprotegerse, a autocuidarse, a autopreservarse frente a la cultura de la autodestrucción.

- Recuperar la racionalidad. Junto a tanta "inteligencia emocional", no dejemos de usar el pensamiento crítico para que nuestros hijos dejen de comprar cualquier buzón.

- Recuperemos la contrición. Los adultos todos, deberíamos bajar la cabeza en un gesto de contrición comunitaria, arrepentimiento público, penitencia común. ¿No debería todo esto aplastar nuestras conciencias y hacernos confesar junto al profeta "El llanto me consume los ojos, siento una profunda agonía, estoy con el ánimo por el suelo porque mi pueblo ha sido destruido: niños e infantes desfallecen por las calles de la ciudad" (Lamentaciones 2:11).

- Y por último: cuando hayamos recuperado nuestra responsabilidad de padres, deberemos recuperar las instituciones, presionando al Estado, a las escuelas y a las iglesias para que, como garantes del bien común, ofrezcan servicios más confiables para nuestros jóvenes.

¿Servirá la inmolación de 192 vidas para que realmente se produzca un antes y un después? ¿O seguiremos alimentando la cultura de la transgresión y de la irresponsabilidad, para volver a rasgarnos las vestiduras después de la próxima tragedia?

En el libro de Deuteronomio, capítulo 12, encontramos una imágen que habla de la responsabilidad de los padres hacia los hijos. Esta aparece en el vs.12: "(los padres) ...se regocijarán en la presencia del Señor junto con sus hijos e hijas...". Se cumplirán años de aquélla horrorosa noche de Once. Todos los padres hemos tenido el tiempo suficiente para pensar en qué nos ha modificado. ¿Seguiremos entregando a nuestros hijos al fuego y a la tragedia? ¿O recuperaremos el derecho y la responsabilidad de guiarlos hacia la celebración de la vida?

¿Qué se puede hacer para dar apoyo a los padres?
El énfasis fundamental está en alentar a los padres a la toma de responsabilidades frente a sus hijos, en fortalecer las relaciones entre padres e hijos y en el desarrollo de una comunidad de fe, humanitaria y bondadosa, que sirva de apoyo a las responsabilidades de los padres.

Organizar una escuela para padres del barrio o la ciudad.
Participar en las instituciones educativas, recreativas y culturales del barrio.
Reeducar a una nueva generación de padres sobre el principio de "ser padres requiere hacer sacrificios".
Enseñar a los padres a poner límites para formar la voluntad, la responsabilidad y el compromiso.
Generar alternativas de recreación junto y para los jóvenes. Hoy por hoy, nos limitamos a lamentarnos sobre los boliches, a escandalizarnos por el alcohol y la droga, pero ¿qué otras opciones generamos los adultos?
Educar a los padres en no delegar en terceros, las responsabilidades que los padres deben ejercer primero. No basta con que vigile la policía; los padres deben estar informados acerca de qué hacen sus hijos en el "tiempo libre".
Aconsejar a padres e hijos en hacer un presupuesto juntos. Frente a una cultura de consumo, muchos padres e hijos gastan lo que no tienen.
Capacitar a los padres para tomar decisiones en base a información confiable buscada por los propios padres. Los padres que están mejor informados tendrán mayor confianza en tratar con sus hijos.
Organizar clubes de vacaciones y campamentos para padres e hijos, donde interactúen dos y tres generaciones.
Organizar eventos de apoyo al matrimonio para reforzar los vínculos, prevenir divorcios y crear un mejor ambiente para los hijos.
Que la educación sexual empiece por la familia, o un conjunto de familias que se agrupen para ese fin.
Capacitar a los padres para ser creativos en la puesta de límites, como crear distintas alternativas ante un límite o una prohibición. Por ejemplo: "no podés hacer aquello, pero te proponemos esto otro".
Clases para padres primerizos para aprender a cuidar hijos.
Respaldar y apoyar a los padres para que no se alejen de sus hogares y de su rol de padres.
Animar y promover en su iglesia la difusión de libros, videos y otros materiales de probada calidad, cuyo tema es la familia.

Un enfoque desde los valores cristianos en temas como:
- El divorcio y su efecto sobre los hijos.
- Violencia doméstica.
- Parejas a prueba.

Todas estas acciones y proyectos preventivos, han de variar de acuerdo al contexto donde se implementen.






lunes, 21 de enero de 2013

El poder del dinero...

Para algunos el dinero es la raí­z de todo mal, otros en cambio sueñan con que algún dí­a crezca en los árboles. Todo el mundo habla de dinero, la mayorí­a sueña con tenerlo y sólo algunos pueden malgastarlo. ¿Cuándo el dinero empezó a dominar el mundo? ¿Por qué es indispensable en nuestras vidas? ¿Cómo ha ido cambiando a lo largo de la historia? ¿Está sobrevalorado su poder? Multitud de aspectos están relacionados con el dinero, las finanzas y las implicaciones sociales que el “vil metal” ha tenido a la largo de la historia.
A continuación leemos un pensamiento de Abraham Lincoln, que nos invita a reflexionar.
 
Abraham Lincoln expresó:
 
"El poder del dinero rapiña a la Nación en tiempo de paz y conspira contra ella en tiempos de adversidad. Es más despótico que la monarquía, más insolente que la autocracia, más egoísta que la burocracia".
"Las corporaciones han sido entronizadas, y sobrevendrá una era de corrupción en altos niveles. El poder del dinero del país, se esforzará en prolongar su reino trabajando en perjuicio del pueblo hasta que la riqueza sea concentrada en las manos de unos pocos y la república destruida".
 
Podríamos asegurar sin temor a equivocarnos que este ser privilegiado, pudo percibir un futuro económico caótico.
 
Conclusión:
Podemos aseverar, que el poder del dinero ha sido el ingrediente principal para ejercer una gran influencia en los ámbitos públicos y privados, por aquellos que buscan obtener privilegios y prebendas y usarlos a su favor, sean estos, países o individuos que pretenden tener el poder hegemónico sobre los otros.
Es el caso de quienes quieren participar en el reparto del enorme caudal de dinero público y del poder que éste proporciona; así como presionar a la vez al poder legislativo y al ejecutivo para lograr la aprobación de aspectos que favorezcan los grandes intereses privados; manipulando una corrupción encubierta a través del gobierno, la banca, las multinacionales, las inmobiliarias, las aseguradoras, todas subidas a una telaraña tan complejamente tejida, que es casi imposible desenredar.
Esta es la situación que caracteriza al cuadro mundial y que permite a los Estados Unidos asumir el comando de las principales palancas del poder capitalista. Al imponer al mundo la soberanía del dólar (y de un dólar desvinculado del oro), la economía americana pasó a una situación en que no está más sujeta a las restricciones de la balanza de pagos. Puede con esto importar libremente y, de ésta forma, reestructurar su zona industrial, a través de la práctica de déficits comerciales gigantescos; el problema es del resto del mundo. La democracia también se debilita cuando la clase política no sabe deshacerse de la corrupción y cuando la administración pública no es transparente ni eficaz.
El capitalismo impone sus marcas y formas de producir mercancías, miseria y alienación en todos los lugares del planeta, en una dimensión nunca antes vista o al menos imaginada. En una palabra, el nuevo estado de cosas impone la necesidad de ser innovadores, de romper esquemas y procesos caducos, de luchar por la desaparición del poder del dinero a favor de los pueblos, clases y naciones oprimidas de todo el mundo.
La Unión Mundial será el mecanismo que efectúe esa transformación centrándose para ello en crear dentro de las sociedades mundiales, las relaciones necesarias para lograr la paz y el desarrollo de los pueblos. E igualmente servirá de inspiración y enseñanza a los pueblos para finalmente ¡poder vivir sin el dinero y sin el poder del dinero! Si bien este cambio llevara algunos años, será a través de la niñez de todo el mundo el camino seguro para asegurar el éxito en lograr un cambio tan ansiado.

domingo, 20 de enero de 2013

Cómo vivir en sociedad...

Vivimos en comunidad
Para conseguir una convivencia pacífica en comunidad es necesario conocer y valorar nuestros derechos y los derechos de los demás, y también cumplir con nuestros deberes.

Algunos de estos derechos y deberes están  en la Constitución.
Nuestros derechos
La Constitución establece que todos  tenemos determinados derechos:

  • Derecho a la educación.
  • Derecho a no ser discriminados por nuestra raza, sexo, religión ni por ninguna otra circunstancia personal.
  • Derecho a elegir a nuestros representantes a partir de los dieciocho años.
  • Derecho a expresar libremente nuestra opinión.
  • Derecho a un trabajo que asegure una vida digna.
  • Derecho a asociarnos con otras personas para defender nuestras ideas.
                                             

No todos disfrutamos plenamente de estos derechos. Así, hay muchas personas que no tienen trabajo o que sufren algún tipo de discriminación.
Nuestros deberes
  La Constitución también destaca algunos deberes:

  • Deber de cumplir las leyes.
  • Deber de pagar impuestos para contribuir a financiar los asuntos comunes, como la educación o la salud.
  • Deber de trabajar para ayudar al progreso de la colectividad. El trabajo, además de un derecho, es un deber.


La convivencia: una tarea de todos
Para poner en práctica estos derechos y deberes, podemos empezar con tareas sencillas, como estas:

Participar en las decisiones de nuestro grupo de amigos, respetando la opinión de los demás.

Ser comprensivos con los problemas de los demás.
Cumplir con responsabilidad nuestros deberes en casa, en clase, en la escuela.....
Respetar los derechos de los demás y rechazar las discriminaciones.


Todos tenemos derecho a la convivencia pacífica y a no sufrir agresiones de ningún tipo. Pero la violencia está presente en nuestra sociedad de muchas formas.

 
 
Xenofobia   Es el rechazo, hostilidad o antipatía hacia grupos de personas de diferente raza, religión o cultura.

La violencia hace mucho daño a la sociedad. Cuanto más unida esté la sociedad, menos poder tendrán los violentos. Por eso, muchos ciudadnos se asocian para buscar soluciones pacíficas al problema de la violencia, y para ayudar a quienes lo sufren.

Injusticias
 
  Son las constantes injusticias que  comete el gobierno dentro de la sociedad, y que provocan la desunión de los argentinos de los distintos sectores que la conforman.
Todos y cada uno de nosotros tenemos derechos y deberes que cumplir en nuestra sociedad, y nadie puede decidir por nosotros.
 

sábado, 19 de enero de 2013

Crisis de "autoridad"

UN LLAMADO A RECUPERAR LOS VALORES
El valor de la autoridad

"Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas."
(Mateo 7:28-29)

La autoridad es un valor devaluado. Se habla de “crisis de autoridad”. Es probable que lo mismo estuviera ocurriendo en los días de Jesús. La autoridad formal y desgastada de los fariseos había creado un vacío de autoridad y si quedaba algún rastro de obediencia en la gente, sólo era por miedo al castigo.
La autoridad es un valor que debemos recuperar. Uno de los orígenes de la palabra es "augure" de donde viene "auge", que significa desarrollo, aumento, crecimiento. En este sentido los que tienen alguna autoridad la ponen al servicio del crecimiento y desarrollo de los demás. Otro de los sentidos originales de la palabra es "autor", como dueño o propietario de algo. En este sentido los que estamos bajo autoridad debemos respetar el “derecho de autor” que puede tener un padre, o un profesional, o un jefe.
Pero ¿de dónde deviene la autoridad? En el caso de Jesús, de la total coherencia entre lo que hacía y lo que decía, entre su práctica y su teoría. En el caso de un artista, de su originalidad. En el caso del esposo, de su fidelidad. En el caso de una madre, de su incondicionalidad. En el caso de un discípulo, de la obediencia a su maestro.

La autoridad genuina nunca se impone, es reconocida. La autoridad no sólo es poder, sino servicio. Un servicio a la libertad en desarrollo de otros seres humanos, que van siendo cada vez más autónomos y más responsables, en su propio proyecto de llegar a ser lo mejor de sí mismos, superando las limitaciones personales y de las circunstancias.

Caminemos por la vida,  reconociendo a los que están en autoridad y sirviendo a los que nos reconocen como su autoridad.


Oración:
"Señor, ayúdanos para que cualquiera sea la esfera donde tengamos que ejercer  el principio de la autoridad, no nos olvidemos de  tí, el Autor de la vida". "Que Tú Señor, nos des la oportunidad de conocer, aceptar y respetar a quienes con lealtad ejerzan autoridad sobre nosotros".
 
Estas adecuadas palabras sobre "autoridad", nos invitan a reflexionar en estos difíciles tiempos que vivimos.
Cuánto  hemos perdido en "educación" por falta de autoridad !  Cuánto se ha perdido en "seguridad" por falta de autoridad ! Cuánto hemos perdido en "justicia" por falta de autoridad ! Cuántas "vidas" se  pierden a diario, por falta de autoridad ! Cuánto hemos perdido como "país" y como "argentinos" por mal uso de la autoridad !
Quizá alguna vez volvamos a sentir orgullo de nuestras "autoridades" y podamos ejercer con "autoridad" el cargo para el que seamos propuestos, por el bien de nuestro pueblo y de nuestra sociedad .
 
    

viernes, 18 de enero de 2013

Reflexionemos sobre la "Libertad"


No hay palabra que haya recibido significados más diferentes y que haya impresionado más a los espíritus de tantas maneras, como la de  "libertad". Los unos la han tomado por la libertad de deponer a aquel al que habían dado un poder tiránico; los otros, por la facultad de elegir a aquél a quien debían obedecer; otros, por el derecho a poder ejercer la violencia; algunos, por el privilegio de no ser gobernados más que por un hombre de su nación o por sus propias leyes.  Otros han unido ese nombre a una forma de gobierno y lo han excluido de los otros.  En fin, cada uno ha llamado libertad al gobierno que era más conforme con sus costumbres y sus inclinaciones; y como, en una república, no siempre se tiene ante los ojos y de una manera tan presente los instrumentos de los males que se deploran, y también las leyes parecen hablar más y los ejecutores de la ley hablar menos, se les pone ordinariamente en las repúblicas y se la excluye de las monarquías. En fin, como en las democracias el pueblo parece hacer poco más o menos lo que quiere, se ha puesto la libertad en ese tipo de gobierno y se ha confundido el poder del pueblo con la libertad del pueblo.
Es cierto que en las democracias el pueblo parece hacer lo que quiere; pero la libertad política no consiste en hacer lo que se quiera. En un Estado, es decir, en una sociedad en la que hay leyes, la libertad no puede consistir más, que en poder hacer lo que se debe querer y no verse obligado a hacer aquello que no se debe querer.
Hay que entender claramente lo que es la independencia y lo que es la libertad. La libertad es el derecho de hacer lo que las leyes permiten; y si un ciudadano pudiera hacer lo que le prohiben, ya no habría libertad, porque los otros tendrían ese mismo poder.
La democracia y la aristocracia no son estados libres de por sí. La libertad política no se halla más que en los gobiernos moderados, es decir "cuando no se abusa de su poder" ; pero es una experiencia eterna y está comprobado, que todo hombre que tiene poder se ve inclinado a abusar de él; y así lo hace hasta que encuentra algún límite. ¿Quién lo diría?  Hasta la virtud necesita límites.
Para que no se pueda abusar del poder, es preciso que, por la disposición de las cosas, el poder detenga al poder. Pero ¿cómo lograrlo?
 
Estoy convencida que el mismo pueblo, es el que debe controlar y limitar el poder de los gobiernos, cuando con su actuar abuse de él. No olvidemos que si un gobierno procede "injustamente",  está abusando de su poder. La "justicia" debe ser independiente y para todos. No sólo para los amigos del poder.

                        "Una injusticia hecha a uno sólo, es una amenaza dirigida a todos".
                                                    (pensamiento de Montesquieu)

El "Sentido común"

Si en nuestra sociedad, emplearamos el "sentido comun" para solucionar muchos de los problemas que se presentan, la convivencia sería más pacífica y armoniosa. Pero ... Qué es el "sentido comun ?

El sentido común es lo que la gente piensa a nivel general sobre un tema en particular. Es un acuerdo natural de las personas sobre algo. Se entiende como una creencia que la gente considera prudente sobre un tema o situación, sin necesidad de que esa información esté comprobada científicamente o que sea parte de un conocimiento esotérico; lo único que importa en este caso es que la mayoría de las personas lo creen o lo tienen en “común”.

Un factor importante relacionado con el sentido común es la experiencia que cada persona ha tenido en el transcurso de su vida. Muchas de esas experiencias resultan en algo positivo en la mayoría de las personas, por lo que, según el conocimiento que se adquiriere en base a esas experiencias, se establecen creencias que a nivel popular son de buen juicio. De hecho, muchas de las cosas que se creen como correctas, vienen desde generaciones pasadas, en tiempos anteriores, en los cuales, por la experiencia de otros, se establecieron cosas como buenas o prudentes y han perdurado con el tiempo.

Los filósofos han estado activamente tratando de encontrar un significado al sentido común. Aristóteles afirmó que el sentido común proporciona un lugar en donde todos los sentidos se juntan y en el cual se procesan las informaciones entregadas por dichos sentidos; el resultado estaría disponible mediante la conciencia. Según lo anterior, el sentido común sería parte del organismo de cada ser humano y por lo tanto diferente en cada uno, debido a que las personas viven distintas experiencias y clasifican o interpretan las sensaciones de maneras particulares. John Locke propone algo similar al decir que el sentido común es el algo que hace que varias sensaciones se procesen y resulten como una sola impresión.

Según algunas religiones, el sentido común vendría a ser la llamada conciencia. Esta última explicada como la Luz de Cristo o Espíritu, que sería entregado a cada ser humano como un medio para sentir qué está bien y qué esta mal. Cada persona la tendría y según sus sentimientos al hacer una acción sabría si está haciendo algo correcto.

A pesar de todas las definiciones que se le han tratado de dar, el sentido común es un tema difícil de definir de una sola manera y se podría evitar el concepto a nivel de filósofos u otros estudiosos; sin embargo, a pesar de eso, el tema es muy utilizado y muchos se refieren a él. Algunos temas que se han relacionado con el sentido común son las intuiciones, el buen sentido, el lenguaje común y los axiomas, entre otros. Por otro lado es interesante la frase popular, que grafica el hecho de las diferencias entre personas y sociedades, más allá de lo que se sospecha: "El sentido común, no es tan común".

 


 

jueves, 10 de enero de 2013

Chile, un gran país para vivir...


Como argentinos, deberíamos inspirarnos en países que progresan. Tanto en educación, salud, seguridad, economía, etc...  Chile da el ejemplo. 

Con una geografía privilegiada en variedad de paisajes, Chile recibe a los extranjeros con una mezcla perfecta de belleza natural, seguridad social, estabilidad política y moderna infraestructura. Estas características, en su conjunto, hacen que el país sea uno de los mejores destinos de América Latina para vivir.La revista International Living deja bien posicionado al país en calidad de vida dentro de la región. En su Índice de Calidad de Vida 2011, Chile ocupa el lugar 60 entre 192 países y la tercera posición en América del Sur, promediando un total de 63 puntos.La revista norteamericana Newsweek, en tanto, le asigna un puntaje de 74,12 (de un máximo de 100) a Chile en su reporte “Los 100 mejores países para vivir” (2010), ubicándolo en la posición 30 del globo. En este lugar, Chile es el mejor país de América Latina, el segundo entre las naciones de PIB mediano y el 19º en el conjunto de naciones con menos de 20 millones de habitantes.
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La ciudad de Santiago de Chile es además la segunda urbe más habitable de América Latina después de Buenos Aires, siendo la número 63 a nivel global entre 140 ciudades, según el ranking “Las Ciudades Más Habitables 2011” publicado por Economist Intelligence Unit (EIU). Esta posición representa un ascenso de 20 puestos en 5 años.Chile exhibe una de las menores tasas de pobreza y desigualdad de ingresos de la región. Así lo plantea el Índice de Desarrollo Humano (IDH) 2011 para América Latina y El Caribe, publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).En materia de seguridad, Chile está bien evaluado por estudios como el Índice Global de Paz, que mide la presencia de conflictos nacionales e internacionales, la seguridad social y la militarización en 153 naciones y que en su versión 2011 lo ubicó en el puesto 38 del ranking.
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martes, 8 de enero de 2013

Elegir empleo : qué tener en cuenta ...

El sueldo no es todo al elegir empleo.
A la hora de elegir un nuevo empleo, además del salario es necesario que las personas consideren la probabilidad de desarrollo que tendrán en éste, tanto en cuestión económica como en su crecimiento profesional.

La directora de Trabajando.com México, Margarita Chico, dijo que si bien “el sueldo mensual siempre es un incentivo importante a la hora de elegir un trabajo; es fundamental considerar otro tipo de factores a la hora de hacer carrera o lograr proyectarse dentro de una organización”.

Destacó que una buena remuneración económica no siempre asegura la felicidad en términos profesionales, porque no asegura el desarrollo, ni crecimiento personal, además de que las posibilidades de ascender dentro de la empresa podrían ser nulas.

Por el contrario, señaló que hay aspectos que otorgan mayor seguridad o satisfacción en el mundo laboral, como la oportunidad de crecimiento dentro de la compañía, un buen equipo de trabajo, además de opciones de capacitación.

El clima organizacional y la cultura de la empresa, señaló, pueden dar una pista para saber cómo será la modalidad de trabajo, la relación entre subordinados y jefes o entre colegas, además de la manera de hacer las cosas que tiene la organización, dando una pauta sobre el desempeño en ella.

Asimismo, factores como su trayectoria, asociaciones, proyecciones, clientes, entre otros, también son aspectos interesantes a considerar, pues es bueno mantenerse informado de este tipo de factores al elegir el próximo lugar para trabajar.

“Es importante que sepas que la elección, si bien es compleja, tiene que basarse principalmente en lo que sientes que te entregará mayor agrado a lo largo de tu vida laboral, para algunos puede ser el sueldo y para otros la posibilidad de crecimiento. Lo principal es alcanzar la satisfacción personal y profesional”, agregó.

Es fundamental aprender a querer y gozar de nuestro trabajo. 

Recordemos que  “el hombre hace a la funcion y no la funcion al hombre“.

La Fragata : del papelón a la Libertad...


Nuestro buque escuela regresará con los honores que merece, pero deberán evitarse actitudes exitistas de funcionarios que tan mal han manejado la situación

19.12.2012 | Publicado en edición impresa

Más de dos meses y medio pasaron desde el día en que nuestro buque escuela Fragata Libertad fue retenido en el puerto de Tema, en Ghana, como consecuencia de una orden judicial a partir de un pedido de embargo realizado por un grupo de acreedores extranjeros a los que el Estado argentino debe efectivamente abonar los bonos impagos.

Fue un derrotero largo y políticamente grotesco de parte de nuestras autoridades, en el que no escasearon enormes cuotas de impericia y arrogancia, y hasta bravuconadas para con acreedores y jueces de otras naciones.

El fallo del Tribunal del Mar que acaba de ordenar que Ghana libere a la Fragata por considerar que un buque de guerra es una expresión de la soberanía de un país y, por tanto, inembargable, representa, sin dudas, un triunfo para el reclamo argentino ante ese estrado y un motivo para celebrar, pero los acreedores de ese festejo, claramente, no son los gobernantes locales, sino los numerosos marinos que vieron convertido el 43° viaje de instrucción de la Fragata por el mundo en una pesadilla.

La Argentina actuó mal desde un principio. Nadie fue capaz en el Gobierno de advertir que pudiera ocurrir un acto judicial de la naturaleza del acaecido con la retención del buque y, lo que es aún peor, siguen en sus puestos los ministros cuya autorización habilitó que se tuviera que pasar por este trance tan deplorable.

La propia presidenta de la Nación pareció minimizar la inexplicable y, por otro lado, costosa estada de nuestra nave escuela en África cuando dijo que los denominados fondos buitre se podrían quedar con la Fragata, pero nunca con la libertad, la soberanía y con la dignidad del país.

Cristina Kirchner dice ahora que el Gobierno ha cumplido al lograr que se liberara el buque. Más allá de esa contradicción en cuanto al fin propuesto, pareciera que la dignidad, vista a los ojos presidenciales, es un objetivo abstracto, y no la defensa del decoro y el honor de los tripulantes del navío, detenidos insólitamente por sucesivos errores de sus propios gobernantes.

En estos dos meses y medio, resultó penoso el manejo político que el país hizo de la situación. El canciller Héctor Timerman corrió presto al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a pedir su intervención sin haber generado hechos que pudieran demostrar cuáles eran los riesgos para que ese organismo actuara.

El ministro de Defensa, Arturo Puricelli, no le fue en zaga. Tras una primera y larga indefinición sobre qué cartera era responsable de haber enviado a la Fragata a tocar puertos africanos con un interés más comercial que educativo, terminó asumiendo públicamente la autoría de lo sucedido.

Nuestro buque escuela -hay que destacarlo- fue abandonado a su suerte. Sólo la intervención de la verdadera diplomacia, encabezada por la ex canciller Susana Ruiz Cerutti, actual encargada de Asuntos Legales de Palacio San Martín, pudo subsanar, mediante la correcta presentación legal, las torpezas políticas del principio.

Ruiz Cerutti, quien ya había demostrado sus conocimientos y capacidades profesionales en las negociaciones ante el Vaticano por el Canal de Beagle, contó en esta oportunidad con la colaboración del abogado Marcelo Kohen, que vive en Suiza.

Es decir, el tema halló un futuro previsible cuando fue puesto en las manos idóneas. No obstante ello, el poder político se está volviendo a comportar de una forma infantil y perversa. En vez de reconocer los enormes errores que llevaron a esta situación, se ufana ahora del fallo del Tribunal del Mar, desplazando el grave problema no resuelto con los bonistas.

Ese problema, como ya hemos dicho desde estas columnas, se dilata y agrava merced a la férrea decisión del gobierno argentino de no negociar con los acreedores que permanecen impagos. Y, por cierto, no es el único caso en el que las autoridades del país hacen culto de su falta de tacto para resolver conflictos.

El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, es una muestra acabada de esa sinrazón no exenta de pedantería. Apenas conocido el fallo, escribió en su cuenta de Twitter: "Buitres, no pasarán", y agregó sus felicitaciones al "Equipo Antibuitre de la Cancillería", calificando a los bonistas en conflicto como "piratas financieros".

Está previsto que el 9 del mes próximo, la Fragata toque tierra argentina. Sería realmente lamentable que el Gobierno hiciera una de sus consabidas fiestas para alzarse con un triunfo que no le corresponde.

La maravillosa recepción que habrá que dar a nuestra Fragata cuando regrese no merece que ningún funcionario se suba a ningún carro triunfal. Éste sólo debe ser ocupado por nuestros marinos y sus familiares, y por la ciudadanía argentina que vivió como propio semejante padecimiento y los efectos del papelón político mundial al que nos ha sometido el Gobierno.

viernes, 4 de enero de 2013

La violencia social y sus causas


 VIOLENCIA SOCIAL

En relación al inmenso dolor que aflige a los familiares de las víctimas inocentes de la masacre en la escuela de la localidad norteamericana de Newtown,  Benedicto XVI , ha puesto el dedo en la llaga sobre la violencia social.

Señala como objetivo urgente cultivar la pasión por la cultura de la paz en el seno de la familia, cuya vocación natural es promover y defender la vida dentro de su proyecto de educación para el amor.

Y añade, que esa necesaria pedagogía de la paz, que de la familia debe extenderse a la escuela, exige claros y válidos referentes morales en la convicción de que el mal se vence con el bien. De ahí que el Papa señale como enemiga de la paz la dictadura del relativismo.

Ahí está el meollo de buena parte de los problemas que afligen a las sociedades avanzadas, que muchas veces prefieren las explicaciones superfluas al esfuerzo por recuperar los valores perdidos.

Es por eso que frente a tantos casos de “violencia social“, tenemos que ser muy cautos y reflexionar sobre los valores perdidos en el seno de las familias.

Cultivar valores, es educar para el bien. Nuestros hijos así lo merecen.

Cómo emprender el Nuevo Año


PIENSA QUE PUEDES Y PODRAS


Comenzamos un nuevo año y nos proponemos cambiar actitudes, fortalecer la voluntad, trabajar con objetivos claros. Todo es muy incierto, sin embargo un simple consejo, puede ayudarnos a lograrlo.
Es por eso que a continuación  transcribo un texto del Dr. Christian Barnard, que nos abre la mente y nos hace reflexionar.

Si piensas que estás vencido, vencido estás.
Si piensas que no te atreves, no lo harás.
Si piensas que te gustaría ganar pero no podrías, no lo lograrás.
Porque en el mundo encontrarás que el éxito comienza con la voluntad del hombre.
Piensa en grande y tus hechos crecerán.
Piensa en pequeño y quedarán atrás.
Piensa que puedes y podrás.
La batalla de la vida no siempre la gana el más fuerte o el más ligero.
Tarde o temprano la persona que gana es aquella que cree poder hacerlo.
Piensa que puedes y podrás...