1. Ahorra un poco para ser siempre financieramente independiente. No necesitas mucho, no comprometas el placer que el dinero pueda darte probablemente ya tienes todo y más cosas sólo te darán trabajo.
2. Deja de preocuparte con la situación financiera de tus hijos y nietos; no te sientas culpable de gastar tu dinero en tí mismo. Probablemente, ya les ofreciste lo que fue posible en la infancia y juventud como una buena educación. Ahora por tanto, la responsabilidad es de ellos.
3. Ya no es época de sostener a nadie de tu familia; sé un poco egoísta, más no usurero. Ten una vida saludable, sin grandes esfuerzos físicos. Haz gimnasia moderada y aliméntate bien.
4. Ten tu propia independencia.
5. Nada de angustiarte por poca cosa. En la vida todo pasa, sean los buenos momentos que deben ser recordados, sean los malos que deben ser rápidamente olvidados.
6. Independiente de la edad, mantén vivo el amor, siempre.
7. Permanece en todo momento limpio, toma un baño diario; sé vanidoso, frecuenta al peluquero, arréglate las uñas, vé al dermatólogo, al dentista, usa perfumes y cremas con moderación. Ya que ahora tú ya no estas guapísimo, pero si permanece por lo menos bien cuidado y presentable.
8. Nada de ser muy moderno, intenta ser clásico. Es triste ver gente mayor con peinados y atuendos hechos para jovencitos.
9. Leé muchos libros y periódicos, escucha la radio, disfruta buenos programas en la TV, navega en el internet, envía y responde e-mails, llama y reúnete con tus amigos. Manténte siempre actualizado.
10. Respeta la opinión de los jóvenes a pesar de que a veces puedan estar equivocados.
11. Jamás uses la expresión “en mis tiempos”, pues tu tiempo es hoy.
12. Se dueño de tu casa por más sencilla que pueda ser, pues allí es donde mandas tú. No caigas en la tentación de vivir con los hijos o nietos aunque de vez en cuando vayas unos días como invitado. Si eres viudo o viuda consigue un ama de llaves que te acompañe y colabore con las tareas del hogar y sólo toma la decisión de vivir con los hijos o nietos cuando no haya otro remedio o el fin esté muy próximo.
13. También puede ser muy divertido convivir con gente de tu generación si te vas a vivir a una casa de jóvenes de espíritu de la tercera o cuarta edad y lo más importante, no darás trabajo y penurias a nadie.
14. Cultiva un “hobby” como caminar, cocinar, leer, danzar, criar un gato, un cachorro, cuidar de plantas, jugar cartas, golf, ingresar al Internet, pintar, ser voluntario de una asociación o coleccionar algo. Haz lo que te gusta y lo que tus recursos te permitan.
15. Acepta todas las invitaciones de bautizo, graduación, cumpleaños, casamiento, conferencias. Visita museos, disfruta del campo, el aire libre.... lo importante es salir de casa por un rato. Pero no te disgustes si no te invitan porque a veces no se puede. Seguramente cuando tú fuiste joven tampoco invitabas a tus padres a TODO.
16. Habla poco y escucha más, pues tu vida y tu pasado sólo te interesan a tú mismo. Todos tienen algo que decirte, dales la oportunidad. Si alguien te pregunta sobre esos asuntos, se breve y procura hablar de cosas buenas y agradables. Jamás te lamentes de algo.
Habla en tono bajo y con cortesía. No critique nada, acepta las situaciones tal como son. Todo es pasajero. No seas el abuelo o abuela “ogro gruñón”, recuerda que pronto volverás a tu casa y a tu rutina y si dejaste mala impresión, no te volverán a invitar o solo lo harán por compromiso.
17. Los dolores y las molestias estarán siempre presentes, no las vuelvas más problemáticas de lo que son, hablando sobre ellas. Trata de minimizarlas. Al final, ellas te afectan solamente a ti y son problemas tuyos y de tus médicos. No amargues la vida de los demás, tratando de dar compasión.
18. No permanezcas tan apegado a la religión ahora de viejo, rezando e implorando todo el tiempo como un fanático. Lo bueno es que en breve, podrás hacer tus pedidos personalmente.
19. Ríe, ríe mucho, ríe de todo, tú eres un suertudo, tú has tenido una vida plena, una larga vida, y la muerte será solamente una nueva etapa incierta, así como fue incierta toda tu vida.
20. Si alguien te dice que ahora tú no haces nada de importancia, no te preocupes. Lo más importante ya lo hiciste y tu historia, buena o mala, ¡ya sucedió!
Recuerda lo que dice Mario Benedetti:
“No te rindas, por favor, no cedas aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle el viento. Aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque cada día es un comienzo nuevo, porque ésta es la hora y el mejor momento"
2. Deja de preocuparte con la situación financiera de tus hijos y nietos; no te sientas culpable de gastar tu dinero en tí mismo. Probablemente, ya les ofreciste lo que fue posible en la infancia y juventud como una buena educación. Ahora por tanto, la responsabilidad es de ellos.
3. Ya no es época de sostener a nadie de tu familia; sé un poco egoísta, más no usurero. Ten una vida saludable, sin grandes esfuerzos físicos. Haz gimnasia moderada y aliméntate bien.
4. Ten tu propia independencia.
5. Nada de angustiarte por poca cosa. En la vida todo pasa, sean los buenos momentos que deben ser recordados, sean los malos que deben ser rápidamente olvidados.
6. Independiente de la edad, mantén vivo el amor, siempre.
7. Permanece en todo momento limpio, toma un baño diario; sé vanidoso, frecuenta al peluquero, arréglate las uñas, vé al dermatólogo, al dentista, usa perfumes y cremas con moderación. Ya que ahora tú ya no estas guapísimo, pero si permanece por lo menos bien cuidado y presentable.
8. Nada de ser muy moderno, intenta ser clásico. Es triste ver gente mayor con peinados y atuendos hechos para jovencitos.
9. Leé muchos libros y periódicos, escucha la radio, disfruta buenos programas en la TV, navega en el internet, envía y responde e-mails, llama y reúnete con tus amigos. Manténte siempre actualizado.
10. Respeta la opinión de los jóvenes a pesar de que a veces puedan estar equivocados.
11. Jamás uses la expresión “en mis tiempos”, pues tu tiempo es hoy.
12. Se dueño de tu casa por más sencilla que pueda ser, pues allí es donde mandas tú. No caigas en la tentación de vivir con los hijos o nietos aunque de vez en cuando vayas unos días como invitado. Si eres viudo o viuda consigue un ama de llaves que te acompañe y colabore con las tareas del hogar y sólo toma la decisión de vivir con los hijos o nietos cuando no haya otro remedio o el fin esté muy próximo.
13. También puede ser muy divertido convivir con gente de tu generación si te vas a vivir a una casa de jóvenes de espíritu de la tercera o cuarta edad y lo más importante, no darás trabajo y penurias a nadie.
14. Cultiva un “hobby” como caminar, cocinar, leer, danzar, criar un gato, un cachorro, cuidar de plantas, jugar cartas, golf, ingresar al Internet, pintar, ser voluntario de una asociación o coleccionar algo. Haz lo que te gusta y lo que tus recursos te permitan.
15. Acepta todas las invitaciones de bautizo, graduación, cumpleaños, casamiento, conferencias. Visita museos, disfruta del campo, el aire libre.... lo importante es salir de casa por un rato. Pero no te disgustes si no te invitan porque a veces no se puede. Seguramente cuando tú fuiste joven tampoco invitabas a tus padres a TODO.
16. Habla poco y escucha más, pues tu vida y tu pasado sólo te interesan a tú mismo. Todos tienen algo que decirte, dales la oportunidad. Si alguien te pregunta sobre esos asuntos, se breve y procura hablar de cosas buenas y agradables. Jamás te lamentes de algo.
Habla en tono bajo y con cortesía. No critique nada, acepta las situaciones tal como son. Todo es pasajero. No seas el abuelo o abuela “ogro gruñón”, recuerda que pronto volverás a tu casa y a tu rutina y si dejaste mala impresión, no te volverán a invitar o solo lo harán por compromiso.
17. Los dolores y las molestias estarán siempre presentes, no las vuelvas más problemáticas de lo que son, hablando sobre ellas. Trata de minimizarlas. Al final, ellas te afectan solamente a ti y son problemas tuyos y de tus médicos. No amargues la vida de los demás, tratando de dar compasión.
18. No permanezcas tan apegado a la religión ahora de viejo, rezando e implorando todo el tiempo como un fanático. Lo bueno es que en breve, podrás hacer tus pedidos personalmente.
19. Ríe, ríe mucho, ríe de todo, tú eres un suertudo, tú has tenido una vida plena, una larga vida, y la muerte será solamente una nueva etapa incierta, así como fue incierta toda tu vida.
20. Si alguien te dice que ahora tú no haces nada de importancia, no te preocupes. Lo más importante ya lo hiciste y tu historia, buena o mala, ¡ya sucedió!
Recuerda lo que dice Mario Benedetti:
“No te rindas, por favor, no cedas aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle el viento. Aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque cada día es un comienzo nuevo, porque ésta es la hora y el mejor momento"
Colaboración del editor.
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