¿Eres mujer? ¿Cómo cuidas de tu colon? Puede que no lo sepas, pero en general somos nosotras quienes más solemos padecer enfermedades asociadas a esta parte tan básica de nuestro intestino. ¿Quieres saber cómo cuidar mejor de él?
¿Por qué razón la incidencia de enfermedades como el colon irritable incide en mayor grado en las mujeres que en los hombres? La verdad es que no se sabe cuál es en sí la causa que origina este tipo de problemas, pero en ocasiones los expertos nos dicen que factores como los problemas hormonales, el estrés, la ansiedad e incluso malos hábitos alimenticios provocan estos cuadros tan característicos que ya conoces:
- Problemas digestivos.
- Dolor y distensión abdominal, como si fuera un cólico. Algo que puede durar horas e incluso días.
- Alteraciones del ritmo intestinal.
- El dolor puede aliviarse cuando vamos al servicio, pero las deposiciones en ocasiones son resultado de diarreas o resultado de largos periodos de estreñimiento.
- Tenemos gases, y basta con comer solo un bocado para sentirnos llenas.
- Padecemos náuseas, ardor torácico, cansancio, opresión en el estómago…
Por lo general y como ya te hemos dicho, los problemas de colon y sobre todo el colon irritable, aparece casi siempre en mujeres. ¿Y en qué momento emergen los primeros problemas? Generalmente antes de los 35 años. Según nos dicen los médicos suele incidir ante todo en mujeres que padecen dismenorrea. Es decir, dolor fuerte antes de la menstruación, calambres en las piernas, dolor de riñones, migrañas, vómitos… y donde además, se suele sangrar bastante, necesitando abundantes analgésicos para aliviar el dolor. Otro dato interesante es que en ocasiones pesa bastante el factor genético. Pueden sufrirla madres e hijas.
¿Cómo cuidar de mi colon si soy mujer?
1. Cuida tu alimentación, ten cuidado con las dietas de adelgazamiento
Es un error en el caemos muchas mujeres. En ocasiones seguimos dietas muy estrictas en las cuales nos alimentamos de modo incorrecto. Falta de fibra, falta de proteína o falta de las vitaminas adecuadas, puede provocar que nuestra salud intestinal se altere y con ella, que nuestro colon deje de funcionar como debe, intoxicándose y acumulando demasiadas bacterias. Hemos de ir con cuidado. Si sigues dietas, cuida siempre de consumir abundante fibra, vegetales frescos y alimentos prebióticos.
2. Vitaminas adecuadas que cuidarán de tu colon
La vitamina C, la vitamina A, y el beta-caroteno, son maravillosos antioxidantes capaces de cuidar y restaurar las células de nuestro intestino. Lo fortalecen y lo sana. ¿Qué alimentos podemos tomar entonces para obtener estos nutrientes? Toma nota:
- Jugo de pomelo.
- Jugo de naranja.
- Alfalfa, brécol, zanahoria, apio…
- Manzana y papaya.
- Recuerda que siempre será mejor si los consumes frescos y crudos, puesto que disponen de enzimas que favorecen la digestión de los alimentos.
3. Los adecuados probióticos
Los lácteos, siempre que sean fermentados, serán de gran ayuda para cuidar de nuestra flora intestinal. Es pues importante que consumas yogures fermentados, kéfir, bebidas lácteas fermentadas…4. Los laxantes naturales
¿Qué tal si empezamos el día con un poco papaya o un jugo de naranja? Excelente, tampoco descuides la saludable avena, el plátano, la linaza la manzana, la pera, el pepino, el mango, el jugo de sábila o el aceite de oliva extravirgen. Te ayudará a equilibrar tu tránsito intestinal, a depurar y a evitar el extreñimiento.
5. No olvides beber entre 6 y 8 vasos de agua al día
Te lo decimos en numerosas ocasiones en nuestro espacio. Beber agua es sano, es necesario y cumple una misión esencial en nuestro cuerpo, la de hidratarte, depurar tu organismo, facilitar el trabajo de tus órganos, desintoxicar… intenta beber siempre de entre 6 a 8 vasos al día, de ese modo tu intestino funcionará con más agilidad y la salud de tu colon lo notará. Si se te hace algo pesado pon un poquito de jugo de limón en la botella de la que bebes y verás como te es más agradable.
6. Evita la comida alta en grasas
Sabemos que es más fácil llegar a casa y cocinarnos esa pizza. O ese plato congelado del supermercado. O que en ocasiones, nos apetece más picotear cualquier cosa, unas papas, un pastel, unas frituras… todo ello, a largo plazo va a hacer que nuestro cuerpo se llene de tóxicos, de grasas que no podemos procesar. Se retienen líquidos, nos sentimos hinchadas y poco a poco, nuestra salud se resiente.
7. Cuida tu vida emocional
Puede que te sorprenda este dato, pero nuestro intestino es casi como ese segundo cerebro que rige nuestro cuerpo. ¿Qué pasa cuando por ejemplo estamos muy nerviosas? Los nervios se acumulan ahí, tenemos dolores, el estómago revuelto y padecemos por ejemplo diarreas. Lo que sufre nuestra mente se resiente en el intestino, una correlación que nunca debemos pasar por alto. Busca tiempo para ti, establece prioridades, disfruta de tu tiempo con los tuyos y también de tus aficiones. Cultiva tu autoestima, cuida de la calidad de tu día a día recordando que el objetivo en esta vida es ser feliz, y en ocasiones, necesitamos menos de lo que pensamos para serlo.
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