- No se ha encontrado evidencia de que el estrés psicológico por sí solo cause cáncer, sin embargo, el estrés psicológico que dura mucho tiempo puede afectar el estado general de salud de una persona y su capacidad para sobrellevar el cáncer.
- Las personas que pueden afrontar mejor el estrés tienen una mejor calidad de vida mientras están siendo tratadas por cáncer, pero no necesariamente viven durante más tiempo.
1 ¿Qué es el estrés psicológico?
El estrés
psicológico describe lo que la persona siente cuando está bajo presión mental,
física o emocional. Aunque es normal presentar cierto estrés psicológico de vez
en cuando, las personas que presentan niveles altos de estrés psicológico o que
lo experimentan en forma repetida durante un largo periodo de tiempo pueden
tener problemas de salud (mentales o físicos).
El estrés puede ser causado tanto por las responsabilidades cotidianas y las
actividades de rutina, como por situaciones más inusuales, tales como un trauma
o una enfermedad propia o la de un familiar cercano. Cuando las personas sienten
que no pueden manejar o controlar los cambios causados por el cáncer o las
actividades de la vida normal, sienten angustia o sufrimiento
emocional. La angustia o el sufrimiento emocional se han reconocido cada vez más
como un factor que puede reducir la calidad de vida de los pacientes con cáncer.
Existe incluso cierta evidencia que indica que la angustia extrema está asociada
con peores resultados clínicos. Hay guías clínicas disponibles para ayudar a los
médicos y a los enfermeros a evaluar los niveles de angustia y ayudar a los
pacientes a manejarlos.
Esta hoja informativa proporciona una introducción general al estrés que las
personas pueden presentar cuando afrontan situaciones provocadas por el cáncer.
Se puede encontrar información más detallada sobre situaciones psicológicas
específicas relacionadas con el estrés en las secciones de Recursos relacionados
y Bibliografía selecta al final de esta hoja informativa.
2 ¿Cómo reacciona el cuerpo al estrés?
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El cuerpo reacciona a la presión física, mental o emocional liberando hormonas de estrés (como epinefrina y norepinefrina) que aumentan la presión arterial, aceleran el ritmo cardíaco y suben los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre. Estos cambios ayudan a una persona a actuar con mayor fuerza y rapidez para escapar de una amenaza percibida.Las investigaciones han demostrado que las personas que experimentan estrés intenso y prolongado (es decir, crónico) pueden tener problemas digestivos, problemas de fertilidad, problemas urinarios y un sistema inmunitario debilitado. Las personas que presentan estrés crónico también son más propensas a contraer infecciones virales tales como gripe (flu) o resfriado común y a tener dolores de cabeza, problemas para dormir, depresión y ansiedad.
3 ¿Puede el estrés psicológico causar cáncer?
Si bien el estrés puede causar una serie de problemas de salud física, la
evidencia de que pueda causar cáncer es débil. Algunos estudios han indicado una
relación entre varios factores psicológicos y un aumento en el riesgo de
presentar cáncer; sin embargo, otros estudios no lo han hecho.
Las relaciones aparentes entre el estrés psicológico y el cáncer podrían
manifestarse de diversas maneras. Por ejemplo, las personas con estrés pueden
adoptar ciertos comportamientos, como fumar, comer en exceso o tomar alcohol,
que aumentan el riesgo que tiene una persona de padecer cáncer. O bien alguien
con un familiar con cáncer puede tener una posibilidad más alta de padecer esta
enfermedad debido a un factor de riesgo hereditario
compartido, no por el estrés resultante del diagnóstico del familiar.
4 ¿Cómo afecta el estrés psicológico a las personas que tienen cáncer?
Los efectos físicos, emocionales y sociales de la enfermedad pueden resultar
estresantes para las personas con cáncer. Quienes tratan de controlar el estrés
adoptando comportamientos de riesgo, como fumar o tomar alcohol, o quienes se
vuelven más sedentarios pueden tener una peor calidad de vida después del
tratamiento del cáncer. Por el contrario, se ha demostrado que las personas que
usan estrategias de afrontamiento eficaces para sobrellevar el estrés, tales
como técnicas de relajación y manejo del estrés, tienen niveles más bajos de
depresión, ansiedad y síntomas relacionados con el cáncer y su tratamiento. Sin
embargo, no existen evidencias de que un control exitoso del estrés psicológico
mejore la supervivencia del cáncer.
Las evidencias de estudios experimentales sí indican que el estrés
psicológico puede afectar la capacidad que tiene un tumor para crecer y
diseminarse. Por ejemplo, algunos estudios han demostrado que cuando los ratones
portadores de tumores humanos fueron confinados o aislados de otros
ratones—condiciones que aumentan el estrés—sus tumores fueron más propensos a
crecer y a diseminarse (hacer metástasis). En un conjunto de experimentos, los
tumores trasplantados a tejidos (o panículos) adiposos mamarios
de ratones tuvieron índices mucho más altos de diseminación a los pulmones y a
los ganglios linfáticos si los ratones estaban estresados crónicamente que si no
lo estaban. Estudios en células cancerosas de ratones y de seres humanos
cultivadas en el laboratorio han encontrado que la hormona de estrés norepinefrina,
la cual es parte del sistema de reacción de lucha o huida del cuerpo, puede
promover la angiogénesis
y la metástasis.
En otro estudio, a las mujeres con cáncer
de seno (mama) triple negativo que habían sido tratadas con quimioterapia neoadyuvante
se les preguntó sobre su uso de betabloqueantes, los cuales son medicamentos que
interfieren con determinadas hormonas de estrés, antes y durante la
quimioterapia. Las mujeres que dijeron usar betabloqueantes tuvieron una mejor
probabilidad de sobrevivir a su tratamiento de cáncer sin una recidiva (regreso
del cáncer) que las mujeres que no reportaron el uso de betabloqueantes. Sin
embargo, no hubo diferencia entre los grupos en lo que respecta a la supervivencia
general.
Aunque todavía no existen evidencias sólidas de que el estrés afecta
directamente los resultados del tratamiento del cáncer, algunos datos parecen
indicar que los pacientes pueden presentar una sensación de impotencia o de
desesperanza cuando el estrés se vuelve abrumador. Esta respuesta se asocia con
índices más altos de mortalidad, aunque el mecanismo para que esto ocurra no
está claro. Puede ser que las personas que se sienten indefensas o
desesperanzadas no busquen recibir tratamiento cuando se enferman, se den por
vencidas antes de tiempo o no sigan una terapia potencialmente útil, adopten
comportamientos de riesgo tales como el consumo de drogas o no mantengan un
estilo de vida saludable, lo cual resulta en una muerte prematura.
5 ¿Cómo pueden las personas que tienen cáncer aprender a sobrellevar el estrés psicológico?
El apoyo
social y emocional puede ayudar a los pacientes a aprender a sobrellevar el
estrés psicológico. Dicho apoyo puede reducir los niveles de depresión, de
ansiedad y los síntomas relacionados con la enfermedad y el tratamiento en los
pacientes. Algunos métodos pueden incluir los siguientes:
- Entrenamiento en relajación, meditación, o manejo del estrés
- Orientación (consejería) o terapia de conversación
- Sesiones de educación sobre el cáncer
- Apoyo social en un entorno de grupo
- Medicamentos para la depresión y la ansiedad
- Ejercicio o actividad física
Se puede encontrar más información sobre cómo los pacientes con cáncer pueden
superar el estrés en los resúmenes de PDQ® que se enumeran en la sección de
Recursos relacionados al final de esta hoja informativa.
Algunas organizaciones de expertos recomiendan que todos los pacientes con
cáncer se hagan exámenes de detección para ver si padecen angustia o sufrimiento
emocional al comienzo del tratamiento. Otros también recomiendan volver a hacer
exámenes de detección en puntos críticos durante el transcurso de la atención
médica. Los proveedores de atención médica pueden usar una serie de herramientas
de detección, tales como una escala o cuestionario de angustia, para determinar
si los pacientes con cáncer necesitan ayuda para manejar sus asuntos emocionales
u otras preocupaciones prácticas. Los pacientes que muestran angustia (o
sufrimiento emocional) de moderada a grave son generalmente referidos a los
recursos apropiados tales como un psicólogo clínico, un trabajador social, un
capellán o un psiquiatra.
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