Vamos a comprobar a continuación cómo el origen de la inflamación de la zona abdominal es multifactorial y cada persona ha de examinar su molestia concreta para poner remedio a la misma. Estas son las causas de distensión abdominal o abdomen hinchado más frecuentes:
Problemas digestivos:
Intolerancias alimentarias
Cuando el intestino es incapaz de digerir con normalidad algún componente habitual de nuestra dieta (lactosa, gluten, etcétera) se padece una
intolerancia a ese ingrediente. Al no poder ser digerido, el elemento, en lugar de pasar hacia el torrente sanguíneo, continúa su camino hacia las partes terminales del intestino arrastrando a su paso agua y produciendo cierto dolor en forma de rayadas, diarreas y
gases. Por este motivo, uno de los síntomas más habituales de intolerancia es la inflamación abdominal.
SOLUCIÓN: ante una intolerancia, la medida inmediata es eliminar temporalmente el componente rechazado e ir introduciéndolo paulatinamente hasta llegar al umbral de tolerancia. Asimismo, es recomendable la visita al dietista-nutricionista para hacer una revisión del plan de alimentación, ya que, si restringimos muchos alimentos en nuestra dieta, ésta puede tener deficiencias.
Dispepsia
Digestión lenta y retraso en el vaciado gástrico. De este modo, el proceso digestivo se enlentece y se producen mayor número de fermentaciones dando lugar a gases intestinales producidos por la microflora del colon, millones de bacterias beneficiosas que habitan en nuestro intestino.
SOLUCIÓN: no tomar comidas muy copiosas que provoquen digestiones lentas. Resulta más fisiológico hacer ingestas moderadas con cierta frecuencia. Además, de todos los nutrientes, los más difíciles de digerir y que más retrasan el vaciado del estómago son las
grasas, así que si reducimos grasas en nuestra dieta, la digestión será más rápida y se ocasionarán menos aires. Algunas infusiones como la de
hinojo,
manzanilla o
menta están especialmente indicadas.
Enfermedades intestinales
Enfermedad de Crohn, síndrome de intestino irritable
Enfermedades del tubo digestivo, como la
enfermedad de Crohn, que, en sus brotes más agudos, cursan con alteración de ritmo intestinal produciendo tanto oclusiones (paradas) de las heces como digestiones incompletas con fermentaciones posteriores en el colon, por parte de la flora intestinal que provoca gases.
SOLUCIÓN: el diagnóstico precoz, junto con el seguimiento de las pautas dietéticas propuestas por el experto de nutrición para cada fase del proceso, hará que los brotes agudos se sobrelleven con la menor sintomatología posible.
Problemas musculares
Ruptura o laxitud de los músculos rectos abdominales
En este caso, los músculos son incapaces de cumplir con su función de contención de la masa abdominal que sale hace la parte exterior produciendo un aumento de la tripa.
SOLUCIÓN: la práctica regular de actividad física en la vida cotidiana, adaptada a las necesidades y capacidades, hará que los músculos estén más en forma, especialmente tras un embarazo, un adelgazamiento rápido o la tendencia a la flaccidez. Cuando la ruptura muscular es total, la cirugía será la mejor opción.
Otras enfermedades
Ascitis o retención de líquidos
Si, por múltiples circunstancias, tenemos tendencia a los edemas y los líquidos se quedan acumulados en nuestro organismo, hay determinadas zonas donde lo hacen de forma más intensa: extremidades inferiores y zona abdominal.
SOLUCIÓN: cuidar la enfermedad de base que está ocasionando la retención de líquidos es la mejor manera de poner freno a este proceso. Asimismo, existen remedios para paliar la ascitis: reducir la sal en las comidas, aumentar la ingesta de agua, tomar alimentos diuréticos, que fuerzan la diuresis, cantidad de orina diaria, y seguir las indicaciones médicas pertinentes.
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