Descubre 5 formas para favorecer el flujo sanguíneo cerebral
El flujo sanguíneo cerebral es el suministro de sangre que llega a nuestro cerebro en cada momento. Puede que te sorprenda saber que nuestro cerebro necesita casi el 20% del suministro de sangre que aporta cada latido del corazón. En esta cantidad se incluye la glucosa, esencial para poder obtener energía.
Ahora bien, ¿sabes lo que ocurre si, en un momento dado, no llega ese adecuado flujo sanguíneo al cerebro? Que se puede producir una isquemia: una pequeña parte de nuestro tejido cerebral va muriendo,hay menos conexiones, falla nuestra memoria, hay más riesgos de infartos cerebrales…
Es importante saber también que el simple hecho de mejorar el flujo sanguíneo a nuestro cerebro nos va a permitir evitar enfermedades muy serias y, además, disfrutaremos de una salud cerebral y cognitiva más elevada: mejoraremos nuestra memoria, nuestra concentración…
¿Quieres saber cómo conseguirlo? Hoy en nuestro espacio te invitamos a conocer 5 formas de mejorar nuestro flujo sanguíneo cerebral.
1. Los ejercicios aeróbicos
Los llamados ejercicios aérobicos tienen la capacidad de elevar nuestra función cardiovascular y, con ello, también el suministro de sangre al cerebro. Además, son muy adecuados para la oxigenación del organismo, la cual mejora la salud de nuestras células cerebrales y la conectividad entre tejidos.
¿Quieres saber cuáles son los mejores ejercicios aeróbicos que podemos practicar para favorecer el flujo sanguíneo cerebral? Puedes elegir cualquiera de estas sencillas actividades.
- Caminar todos los días durante media hora.
- Salir a correr durante 15 minutos cada día.
- Apuntarte a clases de baile.
- Pasear en bici 15 minutos.
- Hacer ejercicios de aerobic en casa.
2. Los mejores alimentos para favorecer el flujo sanguíneo cerebral
Existen una serie de alimentos que van a ayudarnos a mejorar la salud de nuestro cerebro. Tal y como te hemos comentado antes, este órgano se abastece del 20% de nuestra sangre en cada latido, lo cual supone un alto nivel de energía que debe cubrirse además mediante glucosa, hidratos de carbono, y, por supuesto, unas adecuadas proteínas.
Toma nota de cuáles son los mejores alimentos que no deben faltar en tu dieta.
Granos enteros como quinoa, arroz integral, avena, cebada, centeno…
- Ácidos grasos esenciales, como los procedentes del salmón, la sardina, el aguacate, el aceite de oliva, las nueces o las semillas de calabaza.
- Los arándanos, las fresas y los cítricos.
- Los tomates, la col rizada, el brócoli, las espinacas, los espárragos…
- Los huevos.
- La infusión de salvia.
3. No al tabaco, el sobrepeso y el estrés
Es vital que tengas en cuenta esta afirmación: el tabaco y el sobrepeso y el estrés son los tres grandes enemigos de tu salud cerebral. Debes saber que el tabaco, por ejemplo, al entrar en nuestro torrente sanguíneo en forma de nicotina, lo que hace es estimular las glándulas suprarrenales para que liberen la hormona adrenalina.
La adrenalina también aparece en nuestro organismo en situaciones de estrés, y es ella la que estimula el sistema nervioso central, la que hace que tengamos taquicardia, hipertensión… Todo ello hará, además, que se reduzca la producción de insulina del páncreas, aumentando así el nivel de glucosa en sangre, sobreexcitando nuestro cerebro. Es, como ves, una bomba de relojería.
¿Y qué hay de la obesidad? ¿Cómo afecta a nuestro flujo sanguíneo cerebral?El sobrepeso aumenta el riesgo de infartos cerebrales. La acumulación de grasa endurece las venas y las arterias y, por tanto, el flujo sanguíneo es más lento. Todo ello aumenta el riesgo de problemas graves de salud que podríamos evitar cuidando de nuestra alimentación y adquiriendo mejores hábitos de vida. ¡Vale la pena!
4. Ejercita cada día tu cerebro
¿Qué tal están tus “músculos cerebrales”? Para mejorar el flujo sanguíneo a nuestro cerebro, es muy adecuado también ejercitar sus funciones cognitivas. La memoria, la curiosidad, el interés diario, la motivación…Todo ello establece nuevas conexiones entre nuestras neuronas y, poco a poco, creamos más tejido, más estructuras resistentes ante el paso del tiempo y las posibles enfermedades que podamos sufrir.
Así pues, no dudes en aprender cosas nuevas cada día, en leer, en apuntarte a cursos, en llevar un diario y apuntar tus pensamientos, en descubrir lo que el mundo “online” de Internet te puede ofrecer para mejorar tumemoria y tu concentración. Es muy adecuado para tu salud cerebral.
5. El poder de las emociones positivas
El estrés diario, la ansiedad o el ver las cosas desde un punto negativo o fatalista, hacen que la neuroquímica de nuestro cerebro se altere, que aparezca el cortisol, que aumente la adrenalina en sangre… Todo ello ocasiona fluctuaciones en nuestra circulación cerebral que, de mantenerse en el tiempo, pueden ocasionar graves consecuencias.
Las emociones positivas son mucho mejor que una vitamina o que un analgésico. Ofrecen ese tipo de energía tan necesaria en el día a día donde la ilusión y el bienestar se reflejan en nuestra salud. Así pues, intenta siempre fomentar estas dimensiones:
- Mantén el sentido del humor. ¡Habla de tus alegrías!
- Practica la relajación, el yoga… Todo ello te ayudará a entrar en contacto contigo misma y con el “aquí y ahora”, valorando lo que es importante.
- Fomenta tus relaciones sociales, disfruta de tus amigos, de tu familia… ¡No te quedes en casa!
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