Sudoración excesiva: causas y 2 técnicas para evitarla
Cuando entendemos las causas que nos están generando la sudoración excesiva en axilas, manos, pies, rostro u otras partes de nuestro cuerpo, es cuando podemos sanarnos.
Esto porque si un factor “X” nos está haciendo sudar, podemos aprender a controlarlo para de esta forma no sudar de forma excesiva.
De esta forma nuestra manera de curarnos de la sudoración excesiva o
hiperhidrosis primaria sería atacando LA RAÍZ del problema, lo que la origina.
Los otros métodos, que lo que hacen es atacar el sudor directamente (como protectores para las axilas, desodorantes especiales, y otros) son sólo soluciones “parche”, que si bien algunas SÍ dan buenos resultados, te recomiendo que las consideres sólo para situaciones de emergencia, como una entrevista de trabajo, una cita con alguien del sexo opuesto, una presentación oral en tu lugar de estudios, etc.
Siempre será mejor que aprendas a atacar la raíz del problema, porque de esta forma no sólo disminuirás o eliminarás por completo tu sudor en las situaciones en las que no deberías sudar, sino porque también te ayudará a sentirte con más confianza y te podrás desenvolver de mejor forma en tu día a día.
Sudoración excesiva: principales causas que la originan:
1) Altas temperaturas: Si vives en un país en donde en épocas de verano las temperaturas son muy altas, probablemente habrás visto cómo sudas muchísimo más en días de mucho calor y mucho sol.
El sudor se incrementa si te encuentras en algún bus de transporte público, en el que el calor del sol está pegando fuertemente, esto sí que es la peor sensación para alguien que sufre de hiperhidrosis.
2) Hacer ejercicio: Lógicamente cuando nos ejercitamos aumentamos mucho nuestra temperatura corporal, y para que ésta se regule, nuestro organismo produce sudor. Ésta es la forma más natural de sudor y la más “aceptada” socialmente.
Es decir, alguien que suda haciendo ejercicio no tiene problemas de que lo vean sudando, ya que la actividad que está haciendo genera sí o sí sudor.
3) Sexo: El hombre suda más que la mujer, esto es un hecho. Sin embargo las mujeres que sufren de hiperhidrosis prácticamente no se diferencian de los hombres que también la padecen.
4) Peso: Si bien el estado físico (persona que hace ejercicio v/s persona sedentaria) de la persona no determina si suda más o menos que otra, la obesidad y otros trastornos relacionados al peso sí pueden provocar sudor.
Por eso es que en casos de hiperhidrosis se recomienda siempre regular la dieta y tener un peso acorde a la edad y estatura.
5) Alimentación: Algunos alimentos aumentan la cantidad de sudor que produce el organismo, casi de forma inmediata. Las comidas picantes, el ají, y condimentos de este tipo son el claro ejemplo.
Si sufres de sudoración excesiva lo mejor es que, por ahora, te mantengas alejado de comidas picantes.
La cafeína por su parte, el tabaco y el alcohol, también son responsables de un aumento en la producción de sudor si se consumen en exceso. Desde hoy deberías disminuir tu ingesta de estos 3 “alimentos”, que son muy perjudiciales, no sólo para tu sudoración sino que para tu salud en general.
6) Estrés, Ansiedad (Fobia) Social, timidez excesiva, falta de autoestima: Estos son sin duda los principales detonantes de la sudoración excesiva.
Las personas que sufren de hiperhidrosis generalmente ven cómo su sudor se detiene “mágicamente” cuando están tranquilos en su hogar, sobre todo de noche.
Esto ocurre porque en esos momentos la persona ha bajado sus niveles de ansiedad, los latidos de su corazón han disminuido su frecuencia, y no sufren de problemas de autoestima ni de confianza en sí mismos.
Estos casos son los más recurrentes (me pasó a mí), y varios dermatólogos me dijeron lo mismo: el sudor excesivo, en la mayoría de los casos, es producido por un desequilibrio emocional.
¿Se puede curar la sudoración excesiva entonces?
Claro que sí.
Si te sientes identificado(a) con el punto 6, es decir, piensas que sudas debido a tu constante estrés, presta atención porque los siguientes consejos te servirán.
Evitar la sudoración excesiva causada por estrés y ansiedad social:
Si te has percatado que ante el menor estímulo de estrés comienzas a sudar de las axilas, palma de manos, planta de pies, rostro u otras áreas, debes empezar, desde hoy, a realizar rutinas de relajación.
Esto es porque tu cuerpo se ha acostumbrado a estar estresado, tu cuerpo se ha acostumbrado a tener a su
Sistema Nervioso Simpático (el que detona la sudoración) activo.
Y lo que necesitas hacer es que tu cuerpo vuelva a su estado natural, ¿y cuál es el estado natural del cuerpo humano? la tranquilidad y la paz interior. Si no lo crees, detente un segundo y concéntrate en algún bebé que conozcas o que hayas visto recientemente.
Los bebés son la primera manifestación del ser humano en la tierra. En ese momento no existe el estrés, la falta de autoestima, la fobia social, ni nada que se le parezca.
Debes ayudar a tu organismo a volver a la tranquilidad natural que tenía cuando era un bebé…
¿Cómo se logra esto?
1) Primero, aprendiendo a respirar.
Todas las personas que sufren de hiperhidrosis no saben respirar, lo hacen de forma inconsciente. ¡Error!
El saber respirar es uno de los secretos más potentes, pero simples a la vez, para estar siempre relajados.
Haz el siguiente ejercicio:
– Encuentra un lugar con silencio en tu hogar y encárgate de que nadie te moleste.
– Acuéstate, ponte unos auriculares, cierra tus ojos, y comienza a escuchar alguna de
estas pistas.
– A medida de que vayas escuchando los sonidos y te vayas relajando, comenzarás a inhalar por 4 segundos por tu nariz, mantendrás el aire por 2 segundos y luego lo exhalarás por 6 segundos.
Es muy importante que tu estómago sea el que se mueva al momento de inhalar y exhalar, no tu pecho ni tus hombros.
Puedes poner una mano sobre tu estómago para asegurarte que es ésta parte de tu cuerpo la que se está moviendo.
Haz este ejercicio 2 veces al día, una en cualquier momento que puedas, y otra antes de acostarte.
Notarás cómo al día siguiente estás mucho más tranquilo(a).
También te recomiendo que cada vez que estés con ansiedad, con nervios, con estrés, o que sientas que vas a comenzar a sudar, respires profundamente por tu nariz, botes por tu boca, siempre preocupándote que sea tu estómago el que se mueva.
Esto te cambiará la vida, a mí me la cambió y noté cómo empecé a transpirar mucho menos.
2) Segundo… olvidándote de que las demás personas te están observando:
Afrontémoslo, nadie te está observando. Las personas están demasiado ocupadas como para fijarse en ti, en tu sudor, en tu enrojecimiento de rostro, o en lo que te esté pasando.
Y las que se den cuenta, probablemente no le den más de 1 o 2 segundos de importancia a tu problema y volverán a sus propios problemas.
Uno de los inconvenientes que tienen las personas con hiperhidrosis es que permanentemente se sienten el Centro de Atención de los demás, y esto NO ES ASÍ.
Para superar tus ansiedades o fobias sociales es importante que sepas eso. No necesitas de la aprobación de los demás para ser feliz, simplemente no la necesitas.
Además, ten en cuenta que todo síntoma desagradable que sientas (por ejemplo, sudoración), se siente MUCHO PEOR de lo que se ve.
Muchas personas ni siquiera lo notan.
Espero que estos consejos te sirvan para comenzar a cambiar tus hábitos diarios y tu estilo de vida. Simplemente manejando estas 2 técnicas: respiración y olvidarte de los demás, el sudor no aparecerá en las cantidades en las que aparece en tu vida hoy.