"No empujes el río, déjalo fluir a su ritmo"
profesionales como psicóloga y después de haber
cumplido con su servicio social en una institución
de readaptación social, se acercó a un Hospital con
el fin de realizar ahi otras prácticas profesionales.
Había escuchado hablar de ese lugar, donde la
Jefa del departamento de salud mental manejaba
un sistema psicoterapéutico novedoso y que
brindaba grandes resultados; su técnica se basaba
en el enfoque gestáltico combinando enseñanzas
de otras técnicas de corte humanista. Muchos pretendían aprender al estar cerca de ella pero
no todos lo conseguían porque su proceso de selección era muy estricto y tomaba en cuenta
no sólo la disposición y el conocimiento del estudiante, sino su personalidad. El día que llegó
a conocer el resultado del examen para integrarse al equipo de esta Psicoterapeuta le fue
dada la noticia de que el numero de colaboradores estaba completo, que lo sentía mucho
pero que no había sido seleccionada para esta actividad, que sin embargo podía intentarlo
nuevamente al año siguiente que hubiera otro proceso de selección. Ella desánimada pensó
en que haría durante un año, su carrera la había concluido, su familia le presionaba para
trabajar de inmediato, de no quedar en esta actividad y no tener otra ocupación de momento,
tendría que regresar a su Ciudad de origen. A esto sumarle que ella no se consideraba una
persona persistente como para regresar dentro de un año a solicitar nuevamente la oportunidad
de hacer el examen. Se fue desanimada, triste, frustrada y llena de impotencia, se dedicó a
trabajar en una ocupación de medio tiempo, que si bien no era lo que anhelaba, le permitía
justificar así su estancia fuera de su Ciudad de origen. Al año siguiente regresó al Hospital del
que se había sentido rechazada y pidió una nueva oportunidad....Aún cuando no era una chica
persistente y en otras circunstancias no habría insistido, reconocía también que el lugar le
atraía, mas allá del trabajo de la Psicoterapeuta y lo que podría aprender, se sentía obcesio
nada por el lugar, como si una energía inexplicable la llamara de forma silenciosa y le dijera
que ahi debía de estar, que la vida le tenía preparado algo maravilloso.
Su sorpresa y alegría fueron mayores cuando le informaron que había sido aceptada para
integrarse al equipo de trabajo. Ese mismo año un chico que venía cursando un año después
que ella llegó a solicitar de igual manera pertenecer a ese equipo de trabajo. Fue aceptado de
inmediato. Al paso del tiempo ellos hicieron un gran equipo junto con sus compañeros,
recibieron mucho de ese lugar tanto como aportaron, pero lo mas sorprendente fue que un día
se descubrieron enamorados y después de unos años decidieron formar una familia. Ella se
convenció que había encontrado al amor de su vida, y fue sorprendente la forma tan exacta de
entenderse mutuamente...como si el uno y la otra estuvieran destinados a encontrarse. El
había encontrado en ella también el apoyo, el equilibrio y la fortaleza para darle sentido a su
vida, y lo mas importante: se sentía plenamente amado en la misma medida que él la amaba,
como para constuir una relación verdaderamente nutricia en la que ambos crecieran, y así
sucedió. Una relación de tanta afinidad como pocas en la actualidad.
Hoy, esos dos personajes son mis amigos, se aman y estan convencidos que el destino se
Hoy, esos dos personajes son mis amigos, se aman y estan convencidos que el destino se
empeñó en unirlos cuando tenía que suceder, no antes, no después... Se convencieron y
entendieron con exactitud la frase que su maestra les decía tantas veces: "Las cosas pasan
como tienen que pasar", "No empujes el río porque fluye sólo".¿se imaginan ustedes que
habría sucedido de no haber ella "perdido" un año, simplemente no habrían coincidido y sus
vidas se habrían perdido en otro destino que quizás no habría sido tan afortunado como el que
hoy gozan a lado de sus hijos.
REFLEXIÓN: A veces maldecimos el porque las cosas no nos salen como lo queremos;
REFLEXIÓN: A veces maldecimos el porque las cosas no nos salen como lo queremos;
pretendemos controlar todo y exigir que las cosas sucedan, como si la vida o Dios estuvieran
para complacer nuestros caprichos,les reprochamos nuestra suerte al no lograr lo que
queremos, confundimos nuestras necesidades con deseos, sentimos que la vida es injusta y
tenemos miedo de perder el tiempo cuando una oportunidad se nos escapa. Nos cuesta trabajo
entender que la vida no es como queremos que sea, simplemente la vida es. Dejemos fluir el
río, reaccionemos a los infortunios con optimismo pensando que algo bueno seguramente hay
detrás de eso, sólo es cosa de ser perceptivos y estar alertas a las oportunidades, no podemos
controlar la vida ni las oportunidades plenamente, pero es nuestra responsabilidad saberlas
aprovechar. Una oportunidad que pensamos se escapó y nos trae sentimientos de frustración
guarda en sus entrañas preciosas posibilidades. Ya lo dicen las doctrinas orientales al referirse
a la crisis: esta encierra "peligro y oportunidad".
No hay comentarios:
Publicar un comentario