Hackear la vida cotidiana
De qué se trata la investigación, el aprendizaje y el trabajo en la búsqueda de una vida más organizada, plena y feliz. El desarrollo individual en tiempos de lifehacking.
Por Martina Rua
La productividad personal ya no es lo que era. Al menos, no es sólo lo que era. Por generaciones no existió, o al menos no fue explícita, esta búsqueda vital de equilibrio entre el tiempo y la energía que le dedicamos al trabajo, la familia, el ocio y el bienestar espiritual/corporal, entre otras dimensiones. Pero nosotros, los que -con suerte- agitamos los años 80 y los primeros 90, queremos ser productivos y además ser felices en el intento. ¿Qué tal?
Para pensar este espacio conversé con más de una decena de profesionales exitosos. Y por exitosos me refiero a personas que se sienten conformes o que están en una profunda búsqueda de una vida más productiva, en equilibrio y por consecuencia más feliz. Aunque con particularidades, surgió una voz coral. "La productividad pasa para mí por consumir menos energía en cosas operativas como arreglar horarios de vuelos, conseguir taxis, averiguar restaurantes, etcétera. Lo asocio a cosas tácticas, pero también me abruma la cantidad de apps y chiches que existen y al final no uso nada. Me encantaría que existiera un coach de productividad", dice Diego Kerner, director local de una empresa de marketing global y padre de dos hijos.
Pablo Manzotti, crítico de cine, prioriza el desarrollo de actividades con metas bien concretas. "Veo a la productividad como el crecimiento constante. Siempre privilegié el deseo y busco un equilibrio en hacer lo que me apasiona y poder vivir de ello sin descuidar mi entorno personal. Tal vez, la negociación venga con alguna actividad paralela, algo que quizá no me encante, pero que permita redondear un ingreso para lo que uno considere vivir dignamente. Eso también es productividad. La posibilidad de alternar acciones profesionales", asegura. Y agrega: "Tengo muchos amigos que están siempre con la zanahoria por delante, creo que la dilación en el intento es el principal enemigo de la productividad".
Milagros Hidalgo se desempeña como abogada del departamento de legales de una aerolínea y su preocupación pasa por cómo disfrutar más lo que se le presenta como obligación, pero también en cómo hacer para disfrutar más las cosas diarias teniendo distintas preocupaciones dando vueltas en la cabeza. Carla Michieli es directora local de finanzas de una multinacional. "Me preocupa en qué se va inútilmente el tiempo, por ejemplo, en el excesivo uso del celular, o sentir que no descanso lo suficiente. Íntimamente, me preocupa encontrar el equilibrio, encontrarme a mí", confiesa. Para Natalia Martínez, vicepresidenta de una compañía de relaciones públicas, las prioridades fueron cambiando. "En algún momento, pensar en mi productividad y desarrollo personal me llevaba directo a la carrera profesional, la escalera automática a la que nos subimos desde chicos. Hoy me remite más a quién soy como ser humano."
Hay buenas noticias para todos. Existen atajos, herramientas basadas en la tecnología, trucos, habilidades por desarrollar, ejercicios, personas que dedican su vida y estudio a esto. En inglés se habla de lifehacking, algo así como hackear la vida. Y eso es lo que intentaremos desde aquí. Una confesión: colecciono fracasos en la busca de este equilibrio. Por eso la adrenalina al tipear. Comienza una etapa de exploración y estudio. De investigación, aprendizaje y trabajo comprometido en la búsqueda de una vida más productiva, organizada, plena y, por ende, más feliz. Bienvenidos.
Podremos lograr el equilibrio...???
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