En el ámbito educativo, como en todas las instituciones sociales, se observan en las relaciones interpersonales : disputas, diferencias, agresividad, incomunicación, hostilidad. Esto genera malestar y desencuentros entre las personas. No debemos alarmarnos, el conflicto es inherente al acontecer humano y se responde mejor abordándolo que evitándolo.
El conflicto es una oportunidad de crecimiento que posibilita el aprendizaje.
En los contextos donde los involucrados en el conflicto mantienen un vínculo contínuo, como en la escuela, es necesario encontrar los sistemas más apropiados que preserven las relaciones a través del tiempo.
En el ámbito escolar muchos miembros funcionan espontáneamente como mediadores en situaciones conflictivas, ya que por aptitudes personales están predispuestos a ocupar este rol.
El mediador educativo cumple hoy una función necesaria en la escuela. La relación alumno-docente, padre-docente, alumno-alumno, no es siempre la ideal y en muchos casos pareciera que se ha perdido el respeto y el rumbo en la forma de emitir un juicio ó una queja justificada.
Por estos días, una parte de nuestra sociedad ha sobrepasado los límites civilizados de convivencia y lamentablemente esto repercute también en el entorno escolar.
Es de esperar que estos malos ejemplos no proliferen, por el bien de los jóvenes y de las instituciones.
Con esta idea es que el mediador educativo, ajeno muchas veces al ámbito de la escuela en conflicto, se encarga de acercar a las partes para dar una solución .
No hay comentarios:
Publicar un comentario