El cantar del gallo. El cantar del loco. El cantar del mar. El cantar de la alabanza. El cantar de la risa de un bebé. Hay muchas formas de música en nuestras vidas cotidianas, bastará con poner el oído a funcionar y encontrar en pequeños detalles esos sonidos que le ponen sabor y melodía a las emociones. La música está por todos lados y su eficacia esperanzadora, poética y hasta sanadora, se ha demostrado desde hace siglos.
Cada noviembre, más precisamente el 22 de noviembre, se celebra el Día de la Música. La fecha tiene que ver con que en 1594, Santa Cecilia fue nombrada como patrona de la música por el entonces Papa Gregorio XIII, ya que ella había logrado mostrar una atracción enorme para con los acordes melodiosos de los instrumentos y se convirtió en un emblema para la época en cuanto al arte y la sensibilidad musical.
Sin duda, la música avanzó a pasos agigantados tanto como la tecnología que permiten reproducirla. De la radio capilla a los discos de pasta, del fonógrafo al Winco y el tocadiscos hasta arribar a la cinta del cassette, que más de uno habrá enroscado con una lapicera para rebobinarlo. Con él, coexistió la invención de la música en movimiento, siguiéndonos los pasos al Walkman, un reproductor de audio estéreo portátil lanzado al mercado por la Sony en 1979 cuya vida tuvo el summum en los ´80 hasta caer en desuso en 2010.
Claro, para entonces, era el turno del CD, el famoso compact disc, ese delgado elemento, circular con 12 cm de diámetro y más de 80 minutos de capacidad de almacenamiento digital óptico de música. Se dice que 2007 fue un año record de venta de CD´s en el mundo. La música había encontrado gran fidelidad en el sonido a través de ellos y los CD invadieron el mercado.
Hoy hay una forma nueva de comprar, reproducir, consumir y disfrutar la música en archivos invisibles, digitales, tan compactos que sólo ocuparán carpetas dentro de nuestros reproductores MP3, MP4, IPods, tablets, computadoras... Lo importante del caso es que la música siempre está viva, contenida en formatos diversos que narran su historia, pero palpitando siempre hasta en el repicar de una gota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario