Democracia es una forma de organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto de la sociedad. En sentido estricto, la democracia es una forma de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales.
La democracia se define también a partir de la clásica clasificación de las formas de gobierno realizada por Platón, primero, y Aristóteles, después, en tres tipos básicos: monarquía (gobierno de uno), aristocracia (gobierno «de los mejores» para Platón, «de los menos», para Aristóteles), democracia (gobierno «de la multitud» para Platón y «de los más», para Aristóteles).[1]
Hay democracia directa cuando la decisión es adoptada directamente por los miembros del pueblo. Hay democracia indirecta o representativa cuando la decisión es adoptada por personas reconocidas por el pueblo como sus representantes. Por último, hay democracia participativa cuando se aplica un modelo político que facilita a los ciudadanos su capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan ejercer una influencia directa en las decisiones públicas o cuando se facilita a la ciudadanía amplios mecanismos plebiscitarios. Estas tres formas no son excluyentes y suelen integrarse como mecanismos complementarios.
No debe confundirse República con Democracia, pues aluden a principios distintos, la república es el gobierno de la ley mientras que democracia significa el gobierno de la mayoría.
A partir de estas conclusiones, cada uno de los integrantes de nuestra sociedad, debería preguntarse : ¿qué tipo de país quiero para vivir y educar a mis hijos ?
De nada sirve ir a votar, cumpliendo con el deber cívico, sin antes pensar en qué país quiero vivir.
Nuestra sociedad no está preparada para opinar ni emitir su voto, aún no ha asumido su responsabilidad en algo tan importante como es el futuro de sus hijos. Hagamos una reflexión y pensemos por un instante : QUÉ PAÍS QUEREMOS TENER ? A partir de ese momento trabajemos para lograrlo. Nadie hará nada por nosotros. El pueblo debe decidir. El pueblo eres tú.
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