Posiblemente abrumada por el creciente descontento de los argentinos que cada día protestan más en contra de su gestión, Cristina Fernández de Kirchner se ha felicitado por la aprobación en el Congreso argentino de la ley que rebaja a los 16 años la edad mínima para poder votar en unas elecciones.
Como es evidente, la presidenta no ha mencionado el rédito electoral que esto podría traerle y más bien lo ha "disfrazado" apuntado a los mayores derechos que tienen los argentinos a partir de ahora: "Hoy es un día muy especial. Nos levantamos y hay argentinos que tienen más derechos que en el día de ayer".
Pero Cristina Fernández no habló sobre esta ley un día cualquiera sino que lo hizo al entregar en la sede presidencial el DNI número 20.000.000 y 20.000.001 a dos mellizos que precisamente han cumplido 16 años de edad y que por lo tanto podrán ejercer su derecho de sufragio en las próximas elecciones legislativas del próximo año. Según recuerda el diario Clarín, esto sumará a la cifra de votantes a cerca de un millón y medio de jóvenes.
Esta ley fue aprobada en la Cámara de Diputados gracias al respaldo del oficialismo y de sus aliados –131 votos a favor, dos en contra y una abstención– y sin la presencia de los legisladores de la oposición, que abandonaron el debate poco antes de someterse a votación la propuesta en protesta por las palabras del diputado kirchnerista Andrés Larroque quien acusó a las demás formaciones de "compincharse" con la prensa para tumbar el proyecto de ley.
Como era de esperar, la ley ha sido duramente criticada por la oposición. Para Pino Solanas, del movimiento Proyecto Sur, se trata de un "fraude preelectoral" y añadió que "el oficialismo quiere ir contra la Constitución, por la re-re". Por su parte, en declaraciones publicadas por Clarín, Elisa Carrió, de la Coalición Cívica, señaló que era un "disparate introducir a los niños en la adultez", mientras que Laura Alonso, del partido de Mauricio Macri, dijo que "esta reforma va en contra de todos los derechos y garantías de nuestros niños, niñas y adolescentes. Es una ley engañosa e hipócrita".
Como reflexión, podemos decir que todos los que somos educadores, padres o abuelos de adolescentes, sabemos que a los 16 años, un niño no está preparado para apreciar y/o elegir a quienes nos gobiernan. Es una actitud que intenta perjudicar a los niños, haciéndoles asumir una responsabilidad no acorde a su preparación, como es decidir los destinos de un país, cuando este tiene una deuda muy grande con ellos. Esa deuda es mejorar la calidad educativa, para que los alumnos puedan formarse correctamente y concurran a clase con la satisfacción que da el esfuerzo , la superación y el estudio.
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