Un ejemplo para emular - Editorial "LA NACION"
Cumple 30 años de valiosa actividad docente, social y deportiva la "Fundación Conociendo Nuestra Casa", de Puerto Deseado
Hace treinta años nacía un original proyecto social, educativo, ambiental y deportivo que lleva adelante la Fundación Conociendo Nuestra Casa, de Puerto Deseado, provincia de Santa Cruz. Liderado por Marcos Oliva Day y en homenaje a un heroico marino, el comandante Luis Piedra Buena, trabajan para generar valores que permitan a los chicos de la inmensidad patagónica consustanciarse con la naturaleza de la región a fin de quererla y cuidarla.
Con el apoyo de la Universidad de la Patagonia Austral y de la Universidad Nacional de La Plata, esta activa ONG se ocupa de que jóvenes voluntarios aprendan, fuera del horario escolar, historia, geografía, flora y fauna de ese vasto territorio asegurado a fines del siglo XIX para la Argentina por el genio del general Julio A. Roca.
Los conocimientos se transmiten luego, con el acompañamiento de docentes especializados, en las escuelas primarias de Puerto Deseado.
Así, los voluntarios adolescentes se constituyen, además, en modelos para ser emulados por los más pequeños. Los aspectos teóricos se complementan con el desarrollo de distintas y enriquecedoras actividades comunitarias tales como huertas orgánicas, caminatas, enseñanza del remo en kayak, navegación a vela y largas travesías, actividades que contribuyen a templar el espíritu juvenil.
Resulta imperioso trabajar en todos los ámbitos por la formación integral de los niños y adolescentes, comprometiendo a la comunidad en la preservación de su porvenir.
Se trata de instalar valores morales que afirmen una identidad, enraizada en la comunidad y en su contexto natural. Al conocer íntimamente el espacio en el que viven, sus aspectos físicos, históricos y espirituales, al estudiarlo, caminarlo, navegarlo, las nuevas generaciones aprenden con el intelecto, los sentidos y el corazón, a querer y a defender su tierra y su mar.
Deben celebrarse iniciativas como la referida que ya han demostrado su éxito al ser replicadas en otros puntos del país y del exterior.
Vale la pena enseñar a los jóvenes a recuperar la memoria genuina mediante la investigación sobre la contribución de corrientes aborígenes y pueblos originarios tanto como la de la gran inmigración europea que descendió desde hace siglos de los barcos y que enriqueció con sus aportes al país.
No es un hecho menor. Es integrarlos a sus espacios con mejores raíces, interiorizándolos sobre el aporte de los pioneros, de los antiguos vecinos, conectándolos con vivencias directas de la geografía o las poesías y las leyendas locales. Cuando una comunidad está auténticamente comprometida con el entorno, será capaz de defender e interpelar, por ejemplo, a quien corresponda frente a los atentados al medio ambiente.
Inmersos en tantos hechos cotidianos desoladores que afectan la conciencia colectiva de los argentinos, ejemplos como el expuesto tonifican la esperanza de ver días mejores. En pequeñas dosis, son estas iniciativas las que sirven de vacuna y antídoto frente a la apatía y la corrupción que parecen querer adueñarse de "nuestra casa"
No hay comentarios:
Publicar un comentario