Un relato del Dr. Dean Ornish, director del centro de investigación "Preventive Medicine Research Institute" de la ciudad de San Francisco (EEUU) , es realmente un verdadero ejemplo de cómo influye el afecto y el amor en la salud y en la vida de los seres.
Con el fin de ponerlo en conocimiento de los lectores, voy a resumirlo de la siguiente manera:
En el Instituto de investigación, nombrado anteriormente, existe un bioterio con cobayos colocados en dos niveles. En el inferior, hay jaulas a un 1,50 m del piso y en el superior, a una altura de 2 m. Como es de estilo en todo inicio de una investigación , se examinaron a todos los animales. El estudio en los ocupantes del nivel inferior, tenía muy buenos parámetros...,pero grande fue la sorpresa al testear a los residentes del piso superior. Padecían hipertensión, colesterol elevado y otros signos de enfermedad cardiovascular.
Como los resultados no eran lógicos, se comenzó por revisar cuidadosamente la dieta, la cual era común a todos, por lo tanto se descartó esa posibilidad. Se realizaron otros estudios buscando las causas de las diferencias en la salud de unos y la enfermedad de otros. Al no encontrar razones científicas, decidieron invertir la ubicación de los animales, pasando a las jaulas de abajo a los que estaban arriba y viceversa.
Poco tiempo después los investigadores quedarían asombrados, al verificar que los cobayos que ahora estaban abajo, se recuperaron y los que se encontraban arriba habían enfermado.
Esta situación hizo que el director del programa de investigación, permaneciera hasta muy tarde revisando por enésima vez toda la información del extraño caso. Cumplía con su tarea, cuando vio al encargado de la limpieza ingresar al bioterio y lo siguió para verificar que no les diera comida o algún trato incorrecto a los animalitos.
Esto permitió hallar la clave a esta situación inexplicable. Todas las noches, el empleado jugaba con los habitantes de las jaulas de abajo, en tanto nada hacía con los de arriba, sencillamente por ser una persona de baja estatura y no alcanzar las jaulas ubicadas a 2 metros. Los encerrados en estas, no sólo no recibían afecto, sino que percibían el gozo de sus pares del piso de abajo.
Conclusión : las caricias determinaban la salud de los animales. La ausencia de ellas, enfermedad.
Nosotros podemos agregar :
"No lo dude amigo lector, en la vida de aquellos animalitos pasa lo mismo que en la nuestra ...No privemos de afecto a los seres que lo necesitan..."
"No lo dude amigo lector, en la vida de aquellos animalitos pasa lo mismo que en la nuestra ...No privemos de afecto a los seres que lo necesitan..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario