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"Líneas y Entre Líneas"...

... los invita a disfrutar , con otra mirada y con sus opiniones personales, de los encuentros y desencuentros en los distintos roles que hoy nos tocan vivir en la sociedad.

En este espacio, "La Educación" será el centro en torno al cual giren los distintos temas. A veces delirantes, otras veces reales, mutando de una expresión dura a una actitud tierna.

Así serán las interesantes propuestas y sugerencias hacia un mismo objetivo : "Convivir en Sociedad"


sábado, 5 de mayo de 2012

Trabajo : esfuerzo, dignidad, concreción de esperanzas...

 La palabra "trabajo" según el diccionario, es "Ocupación retribuída". "Obra, resultado de la actividad humana". La segunda acepción, brinda una idea más abarcadora de lo que los trabajadores hacen cada día, a partir de que suena el despertador para comenzar la jornada y hasta que ésta llega a su fin.                                                                                                                   
 Quizá las tareas varíen día a día, quizá no tenga horarios marcados, quizá deba viajar para llegar al lugar de trabajo o quizá pueda desarrollar su labor desde su casa, traducido como oficina virtual.
 Lo cierto es que las variables son muchas pero siempre está de por medio un resultado : el trabajo, por pequeño que sea, redunda en una obra humana. Allí reside gran parte de su valor, además de la retribución digna que se pueda contabilizar por llevarla a cabo.
 Si no, pensemos en la mayoría de nuestros ancestros. Aquellos inmigrantes que llegaron a nuestra Argentina cuando sólo era un páramo fértil con todo por hacer, mezclando la esperanza con el desarraigo, la lengua materna con las ganas intactas de darle forma a una vida justa y feliz.
 Aquel sacrificio, aquella conquista de la tierra nueva, les implicó esfuerzo, jornadas interminables sin perspectiva futura, en síntesis, podría decirse que les tomó mucho "trabajo". Y aquí es donde la palabra recobra su fuerza : la obra a la que los inmigrantes dieron forma con sus manos, su sudor y su entrega fue pasando de generación en generación. En algunos casos, se heredó la sangre que valora el trabajo y lo mantiene en alto como un emblema de dignidad; en otros, hasta se traspasó el oficio, el comercio, la industria, la profesión o la parcela de tierra y su fertilidad para que los hijos y los nietos continuaran andando el camino trazado y pudieran ver en realidad concreta lo que el trabajo era capaz de lograr : concretar las esperanzas que traían los abuelos al bajar del barco.
 Aquellos que se animaron a buscar en una nueva tierra las oportunidades, dejan en claro que se puede empezar de cero, que es válido pugnar por crear un lugar mejor para vivir a partir del esfuerzo individual y social, y aún más si esta obra se muestra a las generaciones futuras como un ejemplo.
 Los que los siguieron, siguen arremangados, con las herramientas en la mano y la fe en alto, buscando en la labor cotidiana el arraigo a la propia tierra. Con el trabajo, en cada rincón del país, es vital apostar a las oportunidades. Esas que se pueden concretar con las propias manos, la conquista de las jornadas extensas y cansadoras, pero que llegan a la mesa convertidas en pan, enseñanza y valores para las nuevas generaciones.
        
         "Educar para lograr un trabajo digno será nuestro lema"

                                                         

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