La educación es una de las principales herramientas del progreso de las naciones y los pueblos, pero sucede que América latina está lejos de la excelencia educativa e incluso de los estándares medios en la materia.
Hay que tener un poco de prudencia cuando hablamos de "potencias emergentes" cuando una inmensa región se encuentra acosada por las desigualdades sociales, la pobreza, la violencia urbana, el narcotráfico y el enorme déficit educativo.
Es por eso que "los sistemas educativos en lugar de cumplir con el rol de articulación social, están contribuyendo a la fractura social". Y hoy nos vamos a referir a la educación sexual en la escuela.
La educación sexual se inicia desde que nacemos a partir de los valores y pautas culturales y de conducta que nos transmiten en nuestra familia y en todos los ámbitos de socialización primaria. Luego esta educación sexual se amplía a la que recibimos en la escuela (educación sexual formal) y a la que incorporamos a través de los medios de comunicación, la web, la publicidad y otros medios de .
Es necesario señalar que si no existe educación sexual formal en la escuela, los chicos y chicas igual están expuestos a las otras formas informales de educación sexual. En estos casos la información es muy variable, en general transmite nociones contradictorias que confunden a chicas y chicos. Cuando se objeta la educación sexual formal porque se cree que introducirá nociones que pueden promover las relaciones sexuales precoces, no se percibe que esto se recibe a través de la educación informal. La reflexión y análisis de la adecuada información les permite a chicos y chicas tener elementos para no incorporar lo que desde los medios y otros ámbitos "les venden" y que no los ayuda.
Otro argumento muy escuchado en contra de la educación sexual formal es que pretende reemplazar a los padres. Esto es falaz, ya que la escuela en este como en los otros temas, no reemplaza a los padres pero si los complementa. De lo contrario, los padres educarían a sus hijos en su casa enseñándoles a escribir, a leer, a sumar y demás. Sin embargo la escuela no solo imparte esos aprendizajes sino que además constituye un ámbito de socialización importante porque los chicos aprenden a relacionarse con otros chicos y chicas, a respetar horarios, a disciplinarse, a hablar, a escuchar a los otros, a disentir, a concordar. Esto en la educación sexual en la escuela, muestra como chicas y chicos aprenden a escuchar las opiniones de unos y otros, a diferenciar lo que les gusta a cada uno, lo que les gusta a los otros, a respetarse y respetar a los otros, a fortalecerse en sus opiniones y a tener que expresar sus ideas y fundamentos. Esto no reemplaza a los padres, sino que lo complementa. Por otra parte la familia y los padres son los únicos y casi exclusivos responsables de la educación sexual de los chicos en los primeros años. Luego con la escolarización se suma la escuela, no para reemplazar sino para ampliar, complementar y ensayar lo aprendido en el seno familiar.
No olvidemos que la formación del hogar no debe ser nunca reemplazada por la que se recibe en la escuela y las explicaciones no pueden darse sin conectarlas directamente con aspectos morales y espirituales. Por lo tanto, los padres serán los que velarán por la salud moral de sus hijos.
No olvidemos que la formación del hogar no debe ser nunca reemplazada por la que se recibe en la escuela y las explicaciones no pueden darse sin conectarlas directamente con aspectos morales y espirituales. Por lo tanto, los padres serán los que velarán por la salud moral de sus hijos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario