Es frecuente que los niños presenten algún grado de dificultad para iniciar el sueño. Muchos niños usan un juguete, un muñeco o alguna luz para acompañarse y asociarlo inconscientemente al inicio del sueño.
Existen varias causas posibles para este fenómeno. Los niños pueden considerar que la hora de dormir es un momento en que son alejados del amor y la protección de sus padres. Es evidente, por tanto, que los conflictos conyugales potencian esta problemática.
Las experiencias que pueden provocar trastornos del sueño infantil son:
- dormir en la cama de sus padres
- accidentes o enfermedad del niño
- separación o ausencia de la madre (por trabajo, viajes,etc)
- depresión materna postparto prolongada
- actitud materna insegura o contradictoria en la crianza del niño
RECOMENDACIONES:
Recién nacido: no deje que su bebé duerma más de tres horas seguidas de mañana. No le dé de amamantar o la mamadera cada vez que llora, pues no siempre llora por hambre. No permita que el bebé duerma con usted. Cuando el bebé esté somnoliento y listo para dormir, colóquelo en el moisés.
Dos a cuatro meses: el bebé debe tener su propio dormitorio. Disminuya gradualmente la frecuencia de alimentación durante la noche. Nunca despierte al niño en la noche para alimentarlo, espere a que él pida.
Seis meses: acueste al niño con un osito o su muñeco de peluche preferido. Deje abierta la puerta del cuarto del bebé. Puede dejar una luz suave o velador infantil. Durante el día brinde afecto al niño si manifiesta temor por la separación.
Un año: una buena rutina para el niño es leerle un cuento antes de dormir.
Una vez colocado el niño en su cama y terminada la rutina de la lectura, el niño debe permanecer allí. El niño puede ser pasado de una cuna a una cama a los 2 años de edad.
Es muy importante detectar posibles trastornos en el sueño y encontrar un tratamiento eficaz para superarlo. Si es necesario debe consultarse a un profesional.
Seis meses: acueste al niño con un osito o su muñeco de peluche preferido. Deje abierta la puerta del cuarto del bebé. Puede dejar una luz suave o velador infantil. Durante el día brinde afecto al niño si manifiesta temor por la separación.
Un año: una buena rutina para el niño es leerle un cuento antes de dormir.
Una vez colocado el niño en su cama y terminada la rutina de la lectura, el niño debe permanecer allí. El niño puede ser pasado de una cuna a una cama a los 2 años de edad.
Es muy importante detectar posibles trastornos en el sueño y encontrar un tratamiento eficaz para superarlo. Si es necesario debe consultarse a un profesional.
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