Los Juegos Olímpicos "Londres 2012", además de ser un entretenimiento por excelencia, fue una buena excusa para pensar la relación entre el deporte y la educación. Tal como los conocemos en su versión moderna, los Juegos Olímpicos se celebran desde hace más de 100 años, y nacieron con el espíritu de promover la amistad deportiva de todos los pueblos. Como evento mundial, posibilita el encuentro, el intercambio y la convivencia de equipos de diferentes disciplinas de los cinco continentes. Nos permite conocer un poco más de cerca, a los países sede, y algo de las expresiones artísticas y culturales que allí se desarrollan.
Alentar la formación deportiva, como un valor deseable, es importante para el desarrollo de una sociedad solidaria y saludable. Y es que el deporte y la educación física juegan un papel importante a escala individual, comunitaria, nacional y mundial.
Como individuos, el deporte favorece el desarrollo de nuestras habilidades personales, nuestra salud en general y el conocimiento de nosotros mismos. Aumenta la expectativa de vida y reduce la probabilidad de varias enfermedades no transmisibles, incluyendo enfermedades coronarias. Está comprobado que la actividad física proporciona también beneficios psicológicos, como la disminución de la depresión y el mejoramiento de la concentración.
El deporte, el juego y la recreación, mejoran usualmente la habilidad de los niños para aprender, aumenta su concentración y su rendimiento en general. Enseñan valores, actitudes y habilidades fundamentales para la vida en comunidad. Desarrolla la confianza en uno mismo y en los compañeros, el trabajo en equipo, la comunicación, la inclusión, la disciplina, el respeto, la constancia y el juego limpio.
En el ámbito nacional, el deporte y la educación física contribuyen al crecimiento social y económico, mejoran la salud pública y promueven el intercambio entre las diferentes comunidades.
A escala mundial, el deporte, como lenguaje universal, puede ser un poderoso vehículo para fomentar la tolerancia y la comprensión, y puede favorecer el acrcamiento entre los pueblos y la reconciliación.
De lo que se trata entonces, es de aprovechar los Juegos Olímpicos, recordando lo importante de mantener nuestro cuerpo y nuestra mente en forma, asumiendo la necesidad de incluir la educación física como aspecto fundamental en la formación de los niños y las futuras generaciones.
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