Estamos en una época en que los flujos de información a través del espacio de internet y del espacio de la comunicación, se convierten en el ámbito dominante. El problema es que aquellas personas que viven sin conectarse a Internet, quedan totalmente desconectadas.
En este tipo de sociedades, lo importante es conectar lo global con lo local. Es lo que se llama conectar el espacio de los flujos con el espacio de los lugares, y en este sentido, las ciudades que consiguen conectar ambos y que tienen un liderazgo en términos de intervención en el espacio global, son las ciudades que se situarán como líderes de nuevas formas de vida.
Los ciudadanos que sigan informados, que estén articulados con las nuevas tecnologías y que al mismo tiempo mantengan su cultura y su ciudadanía, serán más capaces de producir conocimiento, información y, en último término, valor en una economía de la información y del conocimiento. Es decir, lograr que coincida lo que es necesario hacer tecnológicamente, con lo que es necesario hacer social y políticamente y esto, a su vez, con lo económico. El problema es que, para poder disfrutar de esa suerte, hay que saber vincular los tres aspectos. Esto es algo muy difícil de lograr, y por ello las ciudades que sean capaces de hacerlo, serán líderes.
En este sentido, el papel de las ciudades en la Era de la Información, es ser medios capaces de integrar la tecnología, la sociedad y la calidad de vida en un sistema interactivo, en un sistema que produzca un círculo virtuoso de mejora, no sólo de la economía y de la tecnología, sino de la sociedad y de la cultura.
Esto nos remite al papel estratégico de la educación. Sin ella todos los procesos de los cuales hemos hablado son inaccesibles y el mejoramiento de la calidad de vida de nuestras sociedades es sólo una expresión de deseo.
EL AVANCE TECNOLÓGICO DEBE SER UN MEDIO DE PROGRESO PARA LA SOCIEDAD TODA, SIN OLVIDAR LA CALIDAD DE VIDA DE LOS CIUDADANOS.
Alicia Gerardin
Colaboración de Revista Conexión Educativa
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