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"Líneas y Entre Líneas"...

... los invita a disfrutar , con otra mirada y con sus opiniones personales, de los encuentros y desencuentros en los distintos roles que hoy nos tocan vivir en la sociedad.

En este espacio, "La Educación" será el centro en torno al cual giren los distintos temas. A veces delirantes, otras veces reales, mutando de una expresión dura a una actitud tierna.

Así serán las interesantes propuestas y sugerencias hacia un mismo objetivo : "Convivir en Sociedad"


lunes, 12 de enero de 2015

Reflexiones para la mente...

Un ejercicio rápido para sanar tu mente
por Claudio María Domínguez.

claudio maria dominguez
 
Amigos divinos, tomémonos un tiempito hermoso cada día de reflexión y calma. Todo está sucediendo ahora; pero nuestra personalidad formada por nuestro pasado se alimenta de la memoria y de la información que tenemos acumulada haciéndonos repetir viejos códigos.
El observador se cree diferente a lo observado y por eso, juzga, opina, recuerda, compara, analiza, elige. Y en esa elección sobre lo que le gusta o disgusta al observador se genera todo conflicto: Lo que tengo, lo que no tengo, lo que deseo pero no obtengo, lo que pudo haber sido, lo que debería ser, la frustración de una mente que desea poseer, y queda automáticamente poseída y prisionera de su propia irrealidad.
El observador y el observado son lo mismo. EL observador no existiría si no existiera eso que observa. Lo observado solo existe en función de que haya un observador. Si comprendemos la unidad, la misma energía divina que hay en nosotros y en eso que creíamos separado de nosotros, va cesando el rechazo, la resistencia, la valoración, la opinión, la creencia, todo lo que ha sido hasta ahora clara fuente de separación y sufrimiento.
Dicen los avatares: “El pensador, el acto de pensar, y el pensamiento son exactamente lo mismo” “Quien ama, el ser amado y el amor en cuestión, son la misma energía” Donde antes veíamos separación, ahora veamos unidad. Respiremos y amemos. Lo demás, es puero cuento.
Hagan este pequeño ejercicio:
Con los ojos abiertos observen el cielo nocturno o una fotografía del cosmos. Vean todas las estrellas, visualicen el espacio cósmico infinito que está lleno de billones de estrellas.
Imaginen que todas las estrellas desaparecen. ¿Entonces, qué es lo que queda? El espacio. Ahora cierren sus ojos y hagan exactamente lo mismo con su espacio interno. Imagínenlo lleno de estrellas y de luces, e incluso colores. Ahora imaginen que todo desaparece y se disuelve en la oscuridad. ¿Qué queda entonces? ¿No es acaso lo mismo? ¿No es el mismo espacio interno infinito? Ahora imaginen el espacio interior y exterior uniéndose, fundiéndose uno en el otro, ya que realmente son lo mismo.
Permanezcan en esa expansión silenciosa de conciencia tanto como puedan, sin pensamientos o imágenes mentales. Ese espacio, exterior e interior es uno, no está vacío ,porque está lleno de conciencia, y tu eres consciente de él, en el, con el. Esa es la existencia plena.
Practiquen esto y habrán llenado la única condición requerida para la auto realización.
Háganlo tantas veces como puedan, y estén completamente conscientes de que la entera creación cósmica de nombres y formas con los millones de universos multidimensionales, existe solamente dentro de la conciencia y por lo tanto nunca esta separada de esa fuerza básica que es siempre pura, y eterna, conciencia.
Nada en absoluto existe fuera de la conciencia.
Toda la creación existe siempre y solamente dentro de la conciencia.
Toda la creación esta simplemente imaginada por el ser dentro de si misma y no es más que un sueño o una proyección de la conciencia, de la fuente de la que todo surge.
Lo que tantos sabios en el transcurso de los siglos llaman Dios.
Gracias por existir

 
¿Dios está afuera o dentro tuyo?
por Claudio María Domínguez.

claudio maria dominguez
 
La devoción, la adoración, la idolatría hacia un ser exterior. Al menos, te abre el corazón y va bajando el ego. Hasta que llegues a un punto en que te des cuenta de que estás haciendo una separación entre Dios, el amor y tú.
Siempre estuvieron unidos, toda separación es parte de la dualidad a la que nos lleva la mente, que no ha podido comprender la unidad, o que la entiende desde un punto de vista meramente intelectual; pero no logra vivirla. Dios y tú no están separados. El amor es la esencia de Dios, su manifestación; y Tú eres eso.
La forma más clara de tratar que esa separación desaparezca, de una vez por todas, es que ya que crees en una idea de Dios, sea cual fuere, ámala de un modo tal, tan incondicionalmente, que entonces sí, en un punto, te fundas en esa imagen, y sientas que son lo mismo. Tú te conviertes en eso. Ya no hay más separación, y entras en tu visión de lo que es Dios.
Ya no está Dios allí y tú acá. Hay un amor que consume todo y genera una unión. Te pierdes en ese amor, te pierdes en la idea de Dios. Comprendes que eras mucho más que este cuerpo, que es absolutamente limitante, con respecto al estado real del Ser.
Krishna dice, en las sagradas escrituras de la India: “Ríndete ante mí. Entrega sentimientos, emociones, acciones, palabras, y en ese instante en que entregues todo, te fundes en mi, te fundes en la idea de Dios. Te vas a perder en mí.” Lo que, obviamente, significa que te ganas para siempre a ti mismo.
Son las mismas palabras de Jesús: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, “Dios, Yo y el Padre somos uno”, “El que me ve a mi, ve al Padre”, “Ustedes están hechos a imagen y semenjanza de Dios”.
En el momento en que esa adoración vuelve a colocar a esa figura en un pedestal, dijimos que es un paso muy hermoso y muy necesario; pero debemos seguir creciendo, no quedarnos en eso todo el tiempo, ya que por más bella que resulte, sigue siendo una separación.
Dios allí y yo acá, no es verdad.
Si todavía tu mente se interpone y no te deja creerlo con simpleza, vuelve a leer y releer las frases tan sublimes que sobre ese concepto nos han brindado los grandes avatares, los seres de divinidad consciente que han encarnado en el planeta, y que son venerados por las distintas religiones.
 
 

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